En este artículo intentaré ordenar mis impresiones, fruto de una serie de conversaciones reveladoras y un reciente reportaje televisivo que coinciden en poner el foco en hacia dónde va eso que llamamos televisión. El reportaje era concretamente un Lo de Évole que el periodista catalán dedicó a una figura clave para entender el momento en el que nos encontramos en el ámbito de la comunicación: Ibai Llanos.
La entrevista con este joven vasco de 26 años (le doblo la edad), que vive de alquiler en la lujosa casa en la que residió el exjugador del Barça Samuel Eto’o, se emitió a principios de marzo de este 2021, entre la de José María Aznar y la de Fernando Simón. Las cifras de audiencia, por encima de los dos millones de espectadores y un 12,5% de share, fueron notables y bastante similares a la de un expresidente de Gobierno y la de la cara visible de una pandemia. Hablo de audiencia en un sentido tradicional, en un sentido que Ibai consideraría probablemente un vestigio del pasado y –entre nosotros– obsoleto. La entrevista es, sin duda, interesante, centrada, eso sí, en algunas cuestiones comunes sobre ingresos y el fenómeno individual, desde la perspectiva de un personaje mediático que proviene de un contexto distinto. Personalmente lo que me fascinó fueron los planos entre pregunta y pregunta, estampas cotidianas en un entorno extraño con Ibai, pero también con sus colaboradores (y una silenciosa trabajadora del hogar), dos mundos aparentemente ajenos, contradictorios, desconcertantes a veces, subrayados con los conocidos compases del Bolero de Ravel.
¿Y quién es Ibai? Mmm, este es el tipo de pregunta que cuesta hacer para no parecer desconectado del mundo, pero es la pregunta que me tuve que plantear en su momento. Se me apareció por primera vez, si no recuerdo mal, hace algo más de un año a través de un vídeo de YouTube que nos puso la hija de mi pareja (quince años). No hice mucho caso… Unos meses más tarde mi hija menor (trece años) me enseñó un vídeo de Auronplay, un gameplay francamente divertido en el juego Among Us y en el que participaba Ibai. No tenía claro lo que estaba viendo, pero me capturó esa energía y desfachatez espontánea y divertida tan típicamente youtuber, en un contexto distinto al que conocía.
Realmente no abrí los ojos hasta una conversación que mantuve con un joven colaborador docente que elegí para una asignatura práctica del Grado en Comunicación de la UOC. Para Andreu Fullana, que tiene más o menos la misma edad que Ibai, está todo muy claro: no nos encontramos ante simplemente la última celebridad del streaming, cambiando YouTube por Twitch, la plataforma audiovisual de moda centrada en los directos. Va más allá, porque esos directos juegan fuerte con los códigos y las franquicias televisivas. Un ejemplo muy popular fueron sus campanadas de fin de año 2020, vía Twitch, que superaron el seguimiento de las de Cuatro. El entonces Ministro de Sanidad del Gobierno de España hizo viral un tweet en el que decía que había entrado en 2021 con Ibai. Este es el tipo de momentos que hace que la vieja guardia preste atención, porque se expresa en un lenguaje que entienden. Un tío en internet monta sus propias campanadas y supera a un canal de una cadena privada y, de repente, figuras públicas hablan de ello. Esto es algo.
Y 2021 ha sido un «algo». Ha sido un no parar. En febrero de 2021, Ibai empezó un experimento: su First dates (Buscando el amor en Ibailand) en colaboración con la productora del formato, tal y como él explica «con toda su realización, pero en Twitch y con nuestra gente». En enero, Ibai se estrenaba como comentarista de LaLiga de fútbol española para Movistar; pero en abril es ya LaLiga la que se desplaza a Twitch, de manera que Ibai retransmite un partido en su propio terreno, en esta plataforma, gratuitamente. El hecho de que sea, además, el derbi vasco da una idea de su capacidad de elección.
Las corporaciones televisivas y las empresas están mirando. Saben que con este tipo de oportunidades pueden llegar a un público que ha abandonado la televisión convencional, pero no pueden hacerlo por su cuenta. Y es ahí donde el papel de figuras como Ibai son esenciales, pero no son solo intermediarios para usar. No se trata solo de que Ibai tenga gancho con su audiencia o que esté utilizando una plataforma en expansión. Ibai viene de los videojuegos, hacía vídeos ya en los inicios de YouTube, se ha fogueado durante años como narrador y presentador de la Liga de Videojuegos Profesional, conoce muy bien lo que implica el streaming. Y como streamer (se acabó la vinculación con el nombre de una plataforma en concreto) que está presente día a día, entiende la relación con sus seguidores, sabe que se juega cada día su credibilidad a través de la interacción continua y la autenticidad. Como se comenta en la entrevista con Évole, una parte importante de sus seguidores paga una subscripción mensual para acceder a un contenido y contacto extra, y esto se basa en la percepción del streamer como alguien cercano, imperfecto (como ellos, aunque también por eso mismo es un modelo aspiracional), auténtico, atento y próximo a sus seguidores, en el que la barrera de lo cotidiano, lo personal y lo público se estrecha. Nada parecido a la relación distante, despersonalizada, condescendiente y anónima de la televisión tradicional. Si Ibai no tiene problemas en manifestar ser reticente a patrocinar determinado tipo de empresas como los bancos –algo que difícilmente otras estrellas mediáticas dirán públicamente–, es porque sabe que mostrarse como alguien claro, directo y crudamente honesto es lo que sostiene su credibilidad ante un público crítico, altamente conectado y que puede ser volátil.
¿Contradictorio cuando LaLiga está en manos del Banco Santander? Cierto, pero es el tipo de contradicción que un streamer puede asumir. Todas estas cuestiones sobre la credibilidad, la interacción, la proximidad y lo cotidiano surgieron también durante la entrevista que tuve la oportunidad de hacerle a otro youtuber muy activo en Twitch, Outconsumer (Roc Massaguer), que pronto tendréis disponible en nuestro podcast Parenthesis. Lo interesante al final es que ya no es el streamer quien va hacia la televisión, sino la televisión hacia el streamer y este es un giro radical de los acontecimientos, porque es la televisión quien se mueve, aunque con cautela, a rebufo, en busca de la audiencia perdida, y probablemente aquellos de nosotros que hemos crecido con ella empezaremos a valorar el placer del directo, sin filtros, sin –tanta– falsa espontaneidad, con vídeo, pero también con conversaciones en directo. Algo que la televisión simplemente optó por no ser. El principio de una bola de nieve.
Para saber más:
Lo de Évole - «Ibai Llanos»: https://www.atresplayer.com/lasexta/programas/lo-de-evole/temporada-2/ibai_604213527ed1a8e191e91c16/
«Ibai Llanos retransmitirá el primer partido de LaLiga que se podrá ver gratis por Twitch: Real Sociedad – Athletic»: https://www.businessinsider.es/ibai-llanos-retransmitira-primer-partido-laliga-twitch-842443
«El debut de Ibai Llanos como narrador de LaLiga no defrauda»: https://www.lavanguardia.com/television/20210125/6195662/debut-ibai-llanos-narrador-liga-futbol-movistar.html
«Ibai Llanos confirma una nueva edición de IbaiLand First Dates»: https://www.marca.com/videojuegos/lo-mas-gaming/2021/03/08/604652bfca474179598b45ef.html
Banda sonora:
Maurice Ravel: Bolero (1928).
K/DA (League of Legends): Pop Stars (2018).
Cita recomendada
ROIG, Antoni. Lo de Ibai: Twitch y, de nuevo, el futuro de la televisión. COMeIN [en línea], abril 2021, no. 109. ISSN: 1696-3296. DOI: https://doi.org/10.7238/c.n109.2125
