MOOC
Los cursos en línea abiertos y masivos (MOOC) han emergido con fuerza en sectores de nuestra sociedad. Se espera que ayuden a mejorar la educación en todo el planeta al facilitar el acceso al conocimiento. Algunos los ven como una solución para la formación en tiempos de crisis económica.
Los MOOC son una opción más de la educación en línea. Los más significados parten de una base muy elemental: dar acceso a contenidos, sugerir actividades y permitir la interacción entre participantes, asumiendo a menudo un paradigma muy tradicional, lejos del que impulsaron inicialmente los creadores del conectivismo. Uno de sus problemas es el elevado índice de abandono, superior al 80%. Hay quien mantiene que muchos "solo quieren aprender", y que cuando ya saben lo que quieren, abandonan. Es posible. ¿Acaso se adecuan mejor a determinados perfiles de estudiantes que a otros? Y dado que van evolucionando, ¿cómo son los MOOC actualmente? ¿Cómo garantizar que los estudiantes aprenden, más allá de creer en su palabra?
Christensen acuño el término disruptivo referido a los cambios en la educación, pero ha manifestado que crear oportunidades de aprendizaje es algo muy distinto de facilitar lecciones de profesores grabadas en video. Por lo tanto, ¿qué es lo disruptivo? Este término se creó y se ha utilizado en contextos económicos: lo disruptivo revienta el mercado porque es capaz de ofrecer el mismo servicio a un precio mucho más barato. Los MOOC son gratuitos. ¿A costa de qué? ¿Son lo mismo a un precio más barato? ¿Cuáles son los costes de elaboración y actualización de un MOOC?
Hay quien cree que la educación en línea no tiene coste. Sin embargo, debe sostener los costes vinculados a su exigencia de calidad: elaboración de recursos de aprendizaje, acompañamiento y guía docente, proceso de evaluación continua, y la infraestructura tecnológica que sostiene y permite que el sistema se mantenga en funcionamiento, entre otros. ¿Qué modelos de negocio pueden sostener en el tiempo el fenómeno MOOC? O ¿como otras soluciones disruptivas en economía tendrán una vida efímera? ¿Se puede permitir eso la sociedad cuando afecta a la calidad de la educación de sus ciudadanos?
El enfoque de las empresas norteamericanas ha generado serias dudas sobre la finalidad última que empuja sus acciones. ¿Están intentando desplazar la función de las universidades hacia las corporaciones empresariales? Eso supondría establecer un sistema educativo que se doblegue a los intereses de unos pocos: educación low-cost para la mayoría, y de alta calidad para unos pocos que seguirán asistiendo, como siempre, a universidades elitistas que habrán eliminado buena parte de su competencia y, además, habrán generado dudas sobre el potencial de la educación en línea. ¿Cómo defenderse ante eso? ¿Qué papel pueden jugar los MOOC en el futuro que se está dibujando?
Plataformas tecnológicas
Hacia un nuevo paradigma para las plataformas de aprendizaje
La adopción de una determinada plataforma tecnológica para el eLearning por parte de una institución ha ido dependiendo en cada momento de las posibilidades existentes. Así, antes de 1995 no había más remedio que desarrollarlas a medida puesto que no había otras posibilidades, con todas las ventajas e inconvenientes asociados a esta situación. Estos vendrían a ser los Learning Management Systems (LMS) de primera generación. Entre 1995 y 2000 aparecen los primeros LMS comerciales; por lo tanto, y en lo que vendría a ser la segunda generación, los comerciales pasaron a ocupar un lugar al lado de los anteriores. A partir de 2000, la tercera generación, ya se podía elegir entre uno comercial o uno desarrollado en software libre, un escenario que prácticamente convierte en innecesarios los hechos a medida. A partir de 2005 surge la cuarta generación con el objetivo de resolver los problemas asociados a la estructura monolítica característica hasta el momento de los LMS existentes, tanto comerciales como no, que dificulta la incorporación a ellos de nuevas herramientas, las existentes y las que pudieran ir surgiendo en un futuro. Todo ello sin olvidar que, dado el inmenso abanico de posibilidades disponible actualmente, debe ser el modelo de aprendizaje el que debe condicionar la plataforma, con sus funcionalidades o servicios, y no todo lo contrario.
Las herramientas web 2.0 y los contenidos digitalizados han revolucionado esencialmente el campo del aprendizaje virtual. Ha de ser posible utilizar servicios y recursos de la red como herramientas para el aprendizaje y la verdad es que la mayoría de plataformas, tanto las comerciales como las que descansan sobre software libre, acostumbran a responder a un enfoque monolítico que, si bien pueden contener una amplia variedad de herramientas, no permiten grandes cambios o estos requieren de un esfuerzo considerable. Por ello, parece necesario un nuevo paradigma de plataforma para el aprendizaje, fuertemente centrado en estándares y en un modelo totalmente orientado a servicios, de tal manera que facilite la integración tanto de las plataformas de aprendizaje más comunes como de los servicios y recursos disponibles en la red. No se trata tanto de sustituir a las plataformas para el aprendizaje actuales, sino que se trata de ampliarlas con una nueva dimensión que permita conectar fácilmente cualquier herramienta o contenido externo. De esta manera ha de ser posible conseguir una biblioteca de recursos red casi ilimitada: Wikis, blogs, microblogs, facebook, bibliotecas digitales, contenidos digitales de todo tipo y cualquier otro servicio susceptible de ser utilizado como herramienta de aprendizaje, si así lo recomienda el correspondiente modelo educativo.
eLearning en la empresa
Hace ya más de una década que la mayoría de las grandes empresas utilizan masivamente la formación en línea como recurso para el desarrollo de personas y equipos. De los iniciales aularios virtuales se ha avanzado hasta los actuales entornos de conocimiento compartido, con la consiguiente evolución no solo en las plataformas, sino también en los roles y las metodologías.
De los iniciales objetivos docentes se ha pasado a la actual orientación al trabajo colaborativo, y, por lo tanto, al negocio. En este contexto los departamentos de formación pierden protagonismo frente a los de organización, y las plataformas de e-learning compiten con las intranets. Ya son muchas las organizaciones que disponen de múltiples entornos virtuales, cada uno adscrito a un punto diferente del organigrama, con la consiguiente dispersión y enfrentamientos directivos.
Hay una clara tensión organizativa por definir a quién corresponde el liderazgo de estos entornos. Son muchos los departamentos interesados en disponer de un entorno virtual para sus objetivos (organización, innovación, formación), por no citar el ámbito país en el caso de las multinacionales), pero además en cada una de ellos hay la duda de si deben ser espacios muy reglados por la dirección o más abiertos a los impulsos de cualquier miembro de la organización.
Todo ello genera una gran actividad digital en las compañías. Múltiples plataformas, roles y objetivos coexistiendo, y lo acumulado ofrece un nuevo conjunto de datos que permite saber más que nunca de cada empleado y equipo, algo que sin duda acabará modificando la manera de evaluar y dirigir.
Integrar plataformas, reordenar el governance, orientar las metodologías al desarrollo de negocio, definir roles y funciones, consolidar datos y rediseñar los cuadros de mando..., el e-learning se ha hecho mayor y las organizaciones afrontan el reto de consolidarlo ya centradas en el negocio.