12/1/22 · Noticia

Lecciones en pandemia: más colaboración internacional, mejor salud

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La tercera y última sesión del The eHealth What If Forum de la UOC centró el debate en cómo la colaboración internacional puede contribuir a la transformación digital de la salud. Culminaba, así, este nuevo viaje del eHealth Center, según calificaba su director, Albert Barberà, durante las conclusiones finales. La primera edición de este foro de encuentro entre académicos, profesionales y gestores de la salud y usuarios se cerró hablando con expertos de diferentes países latinoamericanos. Las dos primeras sesiones se centraron en las necesidades y la participación de profesionales y usuarios, así como en el nuevo paradigma de los sistemas de salud que conlleva la transformación digital. 

Francesc Saigí, director del centro colaborador en salud digital (e-health) de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y profesor de los Estudios de Ciencias de la Salud de la UOC, moderó la sesión, que empezó con la presentación de las conclusiones del Estudio sobre telemedicina internacional en América Latina: motivaciones, usos, resultados, estrategias y políticas, impulsado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), liderado por la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y publicado recientemente.

A partir de un extenso análisis bibliográfico, una encuesta en línea a 1.443 profesionales de la salud de 19 países y entrevistas detalladas a 29 expertos en telemedicina, el estudio concluye que existe una relación positiva entre el uso de la telemedicina internacional y la productividad de los profesionales de la salud; que la telemedicina internacional tiene un buen retorno para los sistemas nacionales de salud y que, a pesar de todo esto, el uso de la telemedicina internacional es todavía escaso en Latinoamérica. Para lograr el desarrollo de todo su potencial, los expertos hacen diez recomendaciones, entre las que destaca la creación de una agencia supranacional que facilite el consenso entre los diferentes agentes y desarrolle mecanismos comunes de gobernanza e interoperabilidad. 

El estudio surge a raíz de una serie de iniciativas de telemedicina internacional que de forma más o menos espontánea se desarrollaron en la región para dar respuesta a la pandemia. Dieron detalles de algunas de estas iniciativas durante sus primeras intervenciones los ponentes de la mesa de debate: Daniel Otzoy, director ejecutivo de la Red Centroamericana de Informática en Salud (RECAINSA); Walter Curioso, miembro del Comité de Expertos en Salud Digital de la OMS y vicerrector de Investigación en la Universidad Continental de Perú; Sandra Gallegos, cirujana y miembro del Ministerio de Salud de Colombia, y Janine Sommer, enfermera y coordinadora de proyectos de telemedicina del Hospital Italiano de Buenos Aires.

Además, dos de los expertos que fueron entrevistados para el estudio del BID siguieron la sesión e hicieron sus aportaciones en el chat de la retransmisión en directo: Myrna Martí, consultora internacional en Sistemas de Información para la Salud y Transformación Digital de la OPS/OMS, y Pablo J. Orefice, director de Salud.uy en la Agencia de Gobierno Electrónico y Sociedad de la Información y del Conocimiento de la Presidencia de la República Oriental del Uruguay.

A pesar de que el peso de la telemedicina durante la pandemia se dedicó a fortalecer actividades de telesalud locales —para la atención ambulatoria y domiciliaria de enfermedades crónicas, salud mental y pediatría, así como de las unidades de cuidados intensivos y hospitalizaciones—, los expertos señalaron la importancia de la socialización de experiencias internacionales en la gestión de la crisis sanitaria provocada por la COVID-19. Estas, comentaron, les permitieron mejorar la reglamentación existente en sus países o poner en marcha iniciativas regionales de manera mucho más rápida, puesto que se basaban en evidencias de experiencias similares en otros países.

De hecho, los expertos latinoamericanos destacaron que esta transferencia de conocimientos y tecnologías es básica, no solo para solidificar las implementaciones nacionales, sino también para crear un escenario común sobre el que edificar el consenso y los acuerdos que permitan el desarrollo de todo el potencial de la telemedicina internacional. 

Muchos de los países latinoamericanos carecen en la actualidad de regulación propia para la telemedicina. La pandemia aceleró algunas soluciones y herramientas, como la receta electrónica o el uso de plataformas virtuales para reuniones entre profesionales o consultas con pacientes. Pero las necesidades y los retos van mucho más allá. 

Redes como RECAINSA o RITMOS, apuntaron los expertos, integran ya a investigadores y tecnólogos, así como a gestores y profesionales de la salud, para impulsar desde las comunidades de práctica y conocimiento el diseño e implementación de herramientas y soluciones de salud digital. Estas redes reúnen a expertos de todos los países latinoamericanos, y también de otros lugares del mundo. Son, pues, un espacio de colaboración fundamental para compartir experiencias, desarrollar proyectos de investigación o nuevos programas de capacitación. Además, estas redes dan continuidad a políticas públicas e iniciativas que a menudo pueden tambalear en función de los intereses políticos del momento en cada país. 

¿Para qué fue útil la telemedicina internacional en el pico de la pandemia? Sin duda, coincidieron los ponentes, para contrarrestar los efectos de la infodemia, el exceso de información, a menudo de poca calidad, sobre qué estaba sucediendo y cómo afrontarlo desde las instituciones y la ciudadanía. Se estrecharon también los lazos con la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y con el BID, que impulsaron una guía para la implementación de programas de telemedicina, en aras de acelerar soluciones de salud digital de calidad.

Los desafíos son tantos como diversa es la región. A los retos de organización y tecnológicos comunes a la implementación de telemedicina en cualquier país del mundo hay que añadirles los provocados por el contexto geográfico y sociocultural de Latinoamérica: bolsas de pobreza, comunidades aisladas, multilingüismo, falta de expertos e infraestructuras de salud, desconfianza entre países y un largo etcétera.

Sin embargo, los expertos señalaron una y otra vez que entender estos retos es imprescindible para desarrollar no solo mejores sistemas de salud locales, sino también iniciativas internacionales de telemedicina que sumen.

En este contexto, los esfuerzos deberían dirigirse a la gestión del cambio, a partir de la capacitación de los profesionales de la salud y también de los ciudadanos; a tejer alianzas entre los sectores públicos y privados; a crear un marco conceptual y legal de telemedicina en cada país que dé respuesta a los desafíos y necesidades locales, y que sirva de base para construir puentes internacionales que sean beneficiosos para todas las partes implicadas. 

Sobre la propuesta de una agencia supranacional de telemedicina, los expertos mostraron un gran acuerdo en su creación, pero también reforzaron la necesidad de integrar los agentes que hasta la actualidad han empujado la salud digital en la región y contar con ellos: las redes, las universidades y los profesionales y gestores que han liderado hasta el momento la salud digital en sus países u organizaciones. 

La agencia debe marcar el camino, pero contando con todos. Se necesitan mecanismos para reglamentar y estandarizar los servicios de telesalud, crear entornos para la contratación segura de estos servicios entre países, contribuir a la concienciación de los beneficios de la telemedicina y crear evidencias para futuros servicios y herramientas de telemedicina internacional.

El marco estratégico, apuntaban, podría ser parecido a la práctica de la abogacía internacional, con programas de capacitación específicos, que no solo tengan en cuenta las habilidades tecnológicas, sino también sociológicas, económicas y culturales. No podemos plantear una telemedicina internacional ajena a las problemáticas de cada país como son enfermedades endémicas o bilingüismos deficientes, o sin el desarrollo de habilidades blandas como la comunicación digital intercultural. 

Más allá de la colaboración internacional en Latinoamérica, los expertos apuntaron a las oportunidades en alianzas supranacionales norte-sur e intercontinentales sur-sur. La creación de un escenario de telemedicina internacional eficiente y sensible a las realidades locales tiene, pues, una aplicación e impacto mucho más allá de Latinoamérica. 

Cerró la sesión y esta primera edición del The eHealth What If Forum de la UOC el director del eHealth Center, Albert Barberà, quien recogía las conclusiones del ciclo. Sin duda, la pandemia fue un catalizador de la implantación de herramientas y soluciones digitales, y nos encontramos ahora en un momento de reflexión en todos sus aspectos. Hemos entendido que la transformación digital de los sistemas de salud no es tanto un reto tecnológico, por más que quede mucho que hacer también en este sentido, sino más bien un cambio cultural y organizativo. 

Nos dirigimos hacia un modelo híbrido, de medicina presencial y digital, de medicina local e internacional, que nos permitirá gestionar mejor nuestra salud. Tenemos cada vez más datos, que deben servirnos para crear evidencias sobre las que implementar políticas públicas. Y para hacerlo posible es urgente e imprescindible contar con una apuesta política local, nacional y supranacional. 

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