Número 77 (mayo de 2018)

Democracia, gobierno abierto y desarrollo económico

Montserrat Garcia Alsina

El fortalecimiento de la democracia a menudo se vincula a rendición de cuentas, transparencia y gobierno abierto. La rendición de cuentas de las administraciones públicas está sujeta a la publicación periódica de información pública, proactiva o bajo demanda de la ciudadanía. Para hacer efectivo el gobierno abierto y que los ciudadanos participen en la toma de decisiones, estos tienen que disponer de datos e información. Si los datos y la información se publican en formatos abiertos, entonces datos e información se pueden reutilizar para crear valor.  

Los datos abiertos, además de fortalecer la democracia y la ética, son un componente potencial para generar desarrollo económico e innovar. Por eso hay que definir procesos y estructuras organizativas orientadas a la gestión de los datos y la información. Algunos fundamentos se han asentado pero todavía queda trabajo por hacer.
 
Muchas de las leyes de transparencia recogen la necesidad de publicar información pública en formatos abiertos para asegurar el rendimiento de cuentas, el acceso a la información y su reutilización. Por este lado, parece que se ha avanzado, a pesar de que todavía hay barreras que se deben superar para lograr una plena implantación de los portales de transparencia, gobierno abierto y acceso a datos abiertos, para facilitar la usabilidad de los portales de transparencia y la publicación en acceso abierto. 
 
En cuanto al desarrollo económico, la Unión Europea hace tiempo que señala la economía digital como uno de los motores de generación de valor para la creación de ocupación y el desarrollo sostenible, tal como recogen las directivas que ha impulsado. También se han identificado varios modelos de negocio basados en la reutilización de datos. Son diversos los países que cuentan con legislación sobre la reutilización de la información. Además, los datos generados en el seno de las mismas administraciones públicas pueden ser reutilizados para la propia gestión, para innovar y para generar conocimiento sobre el territorio. En este sentido, también se ha avanzado mucho. En Europa contamos con muchos portales de datos abiertos, siendo España uno de los países líderes. En estos momentos la gestión de datos abiertos está en el punto de mira de las políticas locales, regionales, nacionales e internacionales como un motor de desarrollo económico y como un fundamento de la transparencia en el desempeño del gobierno. 
 
A pesar de que hay innumerables iniciativas de implantación de la publicación de datos abiertos, todavía falta un modelo de adopción de estas prácticas, y se indican una serie de factores que actúan como barreras de su implantación. Por lo tanto, es una línea de trabajo a tener en cuenta en las agendas de los gobiernos.
 
Hay tres aspectos en los que se tiene que trabajar todavía. En primer lugar, el tratamiento de estos datos tiene que velar por su calidad, de forma que los datos que se generen y que se utilicen sean precisos, fiables, íntegros, relevantes, actuales, completos, interpretables y accesibles. La calidad de los datos, además, garantiza la calidad de la información generada, para lo cual, además de emplear una tecnología adecuada, hay que establecer un marco sistemático de gestión regulado, y que quede recogido y documentado en procesos y procedimientos. Además es preciso tener guías formales que indiquen cómo evaluar el éxito de las iniciativas de datos abiertos. De este modo las organizaciones aseguran una correcta entrada y tratamiento de datos que garantice su calidad. Este marco de gestión tiene que estar implantado tanto en las organizaciones que producen los datos como en las que los utilizan para generar los productos y servicios de información. Del mismo modo, las organizaciones generan documentos de los cuales se extraen también datos, cuya gestión cuenta con metodologías y normas para regular una práctica sistemática (ISO 15489; ISO 30301). Hay una norma para evaluar la calidad de los datos (ISO 8000) y además hay iniciativas desde la disciplina archivística y gestión de documentos para definir procesos de gestión de datos a lo largo de todo su ciclo de vida que garantizan la fiabilidad, actualización y relevancia de los datos. En segundo lugar, y vinculado al primero, la manera de publicar los datos se tiene que consolidar y estandarizar para que los formatos sean abiertos y reutilizables. Por último, en tercer lugar, se debe tener en cuenta el carácter personal y sensible de algunos datos y, en consecuencia, las administraciones públicas, antes de publicar información, tienen que adoptar protocolos para proteger los datos personales, de acuerdo con la legislación desarrollada por las autoridades competentes, y velar para respetar la propiedad intelectual. En consonancia, la industria de reutilización de la información tiene que estar también atenta al marco regulatorio actual y futuro para desarrollar su actividad.
 
En definitiva, transparencia, gobierno abierto y datos abiertos van avanzando en su implantación, pero todavía queda camino por recorrer. Del mismo modo la investigación en este ámbito es más reciente y se ha identificado la necesidad de más proyectos de investigación en diferentes ámbitos, de los que señalamos los que forman parte del proyecto propuesto: a) mayor sistemática de prácticas, b) definición de modelos de gestión, c) identificación de las barreras que impiden la implementación y la reutilización de la información para contribuir al desarrollo económico, y d) modelos para evaluar la implementación de prácticas de gestión de datos abiertos.

 

Cita recomendada

GARCIA ALSINA, Montserrat. Democracia, gobierno abierto y desarrollo económico. COMeIN [en línea], mayo 2018, núm. 77. ISSN: 1696-3296. DOI: https://doi.org/10.7238/c.n77.1835

gestión de la información;  transparencia;  documentación;  investigación;  propiedad intelectual; 
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