Os presentamos la primera parte de la entrevista que mantuvimos con Adolfo Blanco Lucas, CEO de A contracorriente Films, sobre la huella que dejará la crisis del COVID-19 en la industria del cine, sobre el impacto de las plataformas de SVOD en el mercado nacional y sobre las nuevas formas de celebrar festivales y mercados en el entorno digital. Y en concreto sobre cómo es el BCN Film Fest que se celebra este año entre el 25 de junio y el 2 de julio en los Cines Verdi de Barcelona.
Desde todos los frentes se grita «Sí a la bicicleta». Por diversos motivos, como el cambio climático, la tendencia en los sistemas de movilidad urbana en las ciudades se decanta hacia nuevos caminos alejados del universo automóvil. Sin lugar a duda, la pandemia actual acelera algunos procesos en curso y abre nuevas e interesantes ventanas de oportunidad. Ahora depende de la visión política la posibilidad de cristalizar avances hacia una movilidad sostenible y más humana, o bien de regresar a la «vieja normalidad» que diezma cada vez más nuestro entorno vital y llena las ciudades de máquinas de emisiones CO2.
En estos días de pandemia y confinamiento, se ha disparado el consumo de entretenimiento en la red. Mientras se multiplican las propuestas creativas online de artistas u organizaciones de la industria digital, los espacios tradicionales del arte, como los museos, los cines, el teatro o la música en directo, experimentan la agonía de las salas cerradas y el temor de un futuro incierto en cuanto a su continuidad. La tragedia del virus ha dejado al descubierto, todavía más si cabe, la fragilidad del sector de la cultura, mientras se dibujan en el horizonte nuevas maneras de consumirla en un mundo postpandemia.
La cultura ha sufrido de formas muy distintas, dolorosas, y no siempre visibles, el parón global de este confinamiento. La música, por supuesto, también: lanzamientos discográficos, salas de conciertos y de baile, giras, estudios o festivales son lo más llamativo; también sectores fácilmente olvidados como las orquestas, y multitud de oficios más allá de los músicos, por ejemplo los equipos técnicos, siempre en la sombra. A la vez, la música se ha convertido para muchas personas en compañero indispensable en el confinamiento, porque quizás es la forma de expresión que más impregna nuestra biografía. Muestras hay muchísimas; aquí compartiré algunas, fruto de mi experiencia estas semanas.
Los gráficos del desarrollo de la pandemia han tomado una relevancia esencial. Desde el inicial “aplanemos la curva” hasta el momento actual de desescalamiento, rara vez la expresión visual de los datos se había convertido en lo más importante para entender cómo se supera una crisis. Sólo durante el mes de marzo, el acceso a la comunicación de proximidad se ha incrementado un 158% según Comscore, pero la información visual desagregada no está siendo uno de sus focos por falta de recursos. Los medios de proximidad son elementos clave para el sostenimiento de nuestra democracia y el derecho a la información. Ahora más que nunca, necesitarán el apoyo de la ciudadanía a la que sirven.
Las formas de depredación, persecución o perversión de la actividad intelectual, científica o creativa en general continúan siendo ejercidas desde posiciones de dominio o mediadoras, pero son cada vez más sofisticadas y van más allá de la coacción o la simple acción de robar o de apropiarse de ideas u obras mediante la sustitución, modificación o eliminación de los verdaderos autores.
Hace 10 años, cuando empezamos a trabajar en la conceptualización y el diseño de COMeIN, era impensable que la publicación de su número 100 coincidiera con una pandemia de coronavirus. La COVID-19 ha trastocado nuestras vidas en casi todos los aspectos, pero la misión que alumbró la revista divulgativa de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la UOC se mantiene incólume: pulverizar la distancia que existe entre el conocimiento generado en el entorno académico de nuestro ámbito y su transferencia a la sociedad.
El FC Barcelona es uno de los clubes deportivos más reconocidos internacionalmente. Y, ahora, su (buena) reputación, su (gran) prestigio y su (excelente) imagen se han derrumbado por una crisis institucional sin precedentes. Analizamos cómo se ha originado y ha evolucionado el Barçagate, evaluamos sus consecuencias y vemos cómo debería ser el proceso de reconstrucción de la marca.
Entramos en fases de desescalada, lo que implica que empezarán a reactivarse muchos sectores y negocios, después de dos meses de parón obligado de la actividad habitual por la pandemia del COVID-19. Un parón durante el que, sin embargo, en muchas empresas se ha trabajado más que nunca para buscar formas alternativas de organización, producción, ventas… También las empresas publicitarias se han visto afectadas, pero a diferencia de anteriores crisis, parece que ahora se reivindican más que nunca como un jugador imprescindible para ganar este maldito partido.
La grave pandemia que estamos viviendo nos afecta de muchas maneras y una, sin duda, es el cambio de hábitos. Diferentes estudios que han salido a la luz estas últimas semanas afirman que estamos entrando en una nueva era protagonizada por un consumidor más consciente y que se guiará por unos nuevos valores, buscando una compra de proximidad y productos naturales. Sin ninguna duda, la publicidad y las marcas tendrán que adaptarse si no quieren desaparecer.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha puesto el nombre oficial de COVID-19 a la enfermedad causante de la actual pandemia de alcance mundial. El nombre se ha adoptado con rapidez, sustituyendo a otras denominaciones iniciales que se usaban coloquialmente, como «gripe de Wuhan». Precisamente, la OMS recalcó en su momento que uno de los motivos de adoptar el nombre de COVID-19 era la conveniencia de evitar el uso de nombres geográficos y, en general, de nombres que den pie a estigmatizar a países, personas o colectivos.
La Real Academia Española define contexto como «Entorno físico o de situación, político, histórico, cultural o de cualquier otra índole en el que se considera un hecho». El contexto en el que nos encontramos las personas influye en como buscamos y recibimos la información. Así lo demuestran estudios de expertos en búsqueda y recuperación de la información.
Esteve Riambau y Mireia Sanahuja Pascual, director y jefa de Administración de la Filmoteca de Catalunya, respectivamente, son entrevistados por las profesoras Judith Clares-Gavilán y María Soliña Barreiro en el marco del proyecto de investigación «EU-VOS Patrimonio cultural inmaterial. Para un programa europeo de subtitulado en lenguas no hegemónicas» (CSO2016-76014-R), del grupo Estudos Audiovisuais de la Universidade de Santiago de Compostela.
Conforme la crisis de salud pública provocada por la COVID-19 ha ido avanzando, la desinformación se ha convertido en un elemento central en el debate social, científico y, sobre todo últimamente, político. Así como hace unos días en un artículo en esta misma revista tratamos de arrojar un poco de luz sobre el tipo de rumores falsos que se difundían y el posible perfil de las personas que los generaban, en este de hoy –acabado de redactar el 4 de mayo (estos días hay que contextualizar más que nunca)– trataremos de dar ejemplos de la respuesta a la desinformación.