No hay una clave definitiva, pero hay una cosa imprescindible: tener un buen equipo. No conozco ningún gran adelanto ni ningún éxito que haya sido conseguido por una persona sola o sin tener un equipo de primer nivel, con la combinación de compromiso, talento y equilibrio necesaria. Las personas son lo más importante.

Compromiso, ganas de trabajar. Creo que es sencillo decirlo, pero no es tan fácil. A veces encuentras gente que, a pesar de tener talento, no tienen aquel compromiso más intrínseco, aquel que te hace levantar contento para ir a trabajar. Este es un compromiso que no se compra con dinero, sale de dentro.

Sí. El talento tiene un componente casi genético y tiene otra parte de aprendizaje. En general, el factor genético está sobrevalorado. La experiencia y los estudios demuestran que practicando y trabajando mucho se logra el talento. Considero que no hay ninguna probabilidad de éxito más que trabajar mucho en lo que te gusta, con independencia de que en el primer minuto tengas mucho o poco talento.

Tiene que ser uno de los motores, pero lo que no puede ser es que lo dejemos como el único motor. Creo que, si Barcelona, Cataluña o España se propusieran ser sólo un destino turístico, sería un error colosal. Nosotros podemos liderar en varias industrias del siglo xxi, en sectores como las telecomunicaciones o la tecnología.

Forman parte de él. Hoy en día cuesta mucho imaginar un líder que no mande mensajes electrónicos ni utilice el teléfono móvil, a pesar de que conozco a alguien que lo intenta. Las tecnologías cambian la forma de relacionarse de las personas, los medios de relación, pero no cambian a las personas. Un líder del siglo XXI debe relacionarse con las personas (que es una de las principales tareas de los líderes) con todos los medios posibles.

En primer lugar, considero que han hecho bien. La formación ayuda siempre, ahora en el corto plazo y también en el medio plazo. En segundo lugar, les aconsejaría que trabajaran, que hicieran prácticas, que fueran a trabajar a las empresas, sin tener en cuenta la remuneración, aunque sea poca, porque no hay sustituto para la experiencia directa de trabajar. Y me refiero a trabajar en lo que sea y con el cargo que sea.

[Ríe] Pues los que te gusten. Es una mala idea estudiar una cosa que no te gusta sólo porque piensas que es útil. Al final estás condenado a ser infeliz. No hay nadie más feliz que la persona que hace lo que le gusta. Y me refiero a lo que le gusta a uno, no a su familia o amigos.

Sí, todos los días. Además, he tenido la suerte de trabajar en varias industrias: productos de limpieza, fútbol, ahora en aviación... Hace un año, de aviones no sabía nada; por lo tanto, tengo que formarme todos los días.

Decir esto es muy osado. El momento es muy difícil y a los líderes se les pide mucho. Es una respuesta fácil decir que no tenemos líderes. Yo veo todos los días, en las empresas grandes y pequeñas, que trabajan para salir adelante. Enfocaría la atención en los liderazgos que sí tenemos y en aprovecharlos.