«Una lectura crítica sobre la inteligencia artificial es muy necesaria para explicar la cultura contemporánea»
Andrés Burbano, artista y profesor colombiano
Andrés Burbano, artista y profesor colombiano
Andrés Burbano es un artista e investigador colombiano con un interés particular por la historia de las tecnologías de los medios. Ha desarrollado su carrera académica en la Universidad de los Andes, en Bogotá (Colombia), y a partir del próximo curso se incorporará a los Estudios de Artes y Humanidades de la UOC como profesor. Actualmente es chair del tema "Human and Non-Human" de ISEA2022, la 27.ª edición del International Symposium on Electronic Arts, que se celebrará en Barcelona del 10 al 16 de junio con el impulso de la UOC. Además, hace poco ha sido designado chair de la conferencia SIGGRAPH 2024. Su trabajo comprende desde vídeos documentales —tanto en ciencia como en arte—, sonido y arte de las telecomunicaciones hasta la exploración de narrativas cinematográficas algorítmicas. El 26 de mayo participará en la charla "Máquinas de predecir: ¿inventario de futuros posibles?", una de las actividades del ciclo Máquina Persona, Inteligencia Artificial y Creación, organizado por la UOC y la Sala Beckett.
Andrés Burbano es un artista e investigador colombiano con un interés particular por la historia de las tecnologías de los medios. Ha desarrollado su carrera académica en la Universidad de los Andes, en Bogotá (Colombia), y a partir del próximo curso se incorporará a los Estudios de Artes y Humanidades de la UOC como profesor. Actualmente es chair del tema "Human and Non-Human" de ISEA2022, la 27.ª edición del International Symposium on Electronic Arts, que se celebrará en Barcelona del 10 al 16 de junio con el impulso de la UOC. Además, hace poco ha sido designado chair de la conferencia SIGGRAPH 2024. Su trabajo comprende desde vídeos documentales —tanto en ciencia como en arte—, sonido y arte de las telecomunicaciones hasta la exploración de narrativas cinematográficas algorítmicas. El 26 de mayo participará en la charla "Máquinas de predecir: ¿inventario de futuros posibles?", una de las actividades del ciclo Máquina Persona, Inteligencia Artificial y Creación, organizado por la UOC y la Sala Beckett.
¿Qué temas han definido tu trayectoria artística y como investigador?
Me considero un artista que trabaja con medios, y un investigador en el campo de la historia de la tecnología, con énfasis en América Latina y el sur global. Realizo proyectos que formulan preguntas sobre temas tecnológicos y científicos. En un primer momento, estudié cinematografía, pero me encontré con la posibilidad de editar vídeo con el ordenador. Para mí, marcó un cambio muy importante el hecho de encontrar la existencia del web, en 1994 o 1995; encontrar una plataforma donde pudiera ver y editar el código. Por lo tanto, era un producto computacional que no estaba terminado, sino que era posible acceder a los elementos que lo construían, al lenguaje de programación. Así fue como me interesé por proyectos más experimentales. Por ejemplo, desde el ámbito de la cinematografía, me interesé por las tecnologías que hacían posible cierto tipo de películas: qué tipo de lentes utilizaban, cómo movían las cámaras, cómo se grababa el sonido, etc. Esto me conectó con una serie de posibilidades creativas con otros medios, principalmente medios digitales y emergentes. Desde entonces, he intentado explorar siempre nuevos medios, planteando preguntas y buscando colaboraciones.
Estás a punto de sacar un libro sobre historia de la tecnología de los medios en América Latina. ¿Cuáles son las conclusiones de esta investigación, que te ha llevado casi catorce años?
Tradicionalmente he estudiado los mass media y las tecnologías asociadas, es decir, desde el cine hasta la radio y la televisión. Más adelante, he analizado la convergencia de todos estos medios en el ámbito digital. Creo que esta es la gran característica de nuestro tiempo. En el caso de esta investigación, la conclusión es que realmente la palabra tecnología y el estudio de esta cuestión han quedado desarraigados de las historias de nuestros países. Como mucho, cuando hablamos de América Latina hablamos de la adaptación tecnológica de progresos provenientes de fuera, y la creatividad siempre depende de estas formas de adaptación. Esto responde a una parte de la realidad, pero también ha habido gente que ha propuesto tecnologías y las ha desarrollado. En el libro hablo de algunos casos concretos, como por ejemplo el de un francés que vivió en Brasil durante la primera mitad del siglo xix y que desarrolló su propia tecnología fotográfica, en el momento en el que en Francia se inventaba la fotografía. O el caso de un mexicano que desarrolló un sistema de televisión en color en 1939. Además, también estudio casos más recientes.
Pronto podremos verte en Barcelona como participante del ciclo Máquina Persona, que quiere contribuir al debate en torno a la inteligencia artificial (IA). En tu caso, te relacionas con la IA desde el campo del arte. ¿Cómo se retroalimentan estas dos disciplinas?
La inteligencia artificial existe desde los años cincuenta, pero había una gran dificultad para impulsar proyectos para gente que no fueran los propios desarrolladores de estas tecnologías. Principalmente, por las limitaciones de la maquinaria que se utilizaba. Esto ha cambiado en los últimos años, y estamos viviendo un boom del uso de inteligencia artificial y proyectos artísticos, creativos y críticos. Mi trabajo es investigar lo que está pasando. Sobre la relación específica con el mundo del arte, creo que podría hacer una simplificación del problema de la siguiente forma: hemos creado la tecnología, el software para hacer inteligencia artificial, el machine learning, etc., pero estamos lejos de entender qué supone implantarlos a gran escala y en la cultura y las artes. Los artistas y los críticos tienen un rol muy importante para intentar entenderlo, sobre todo porque estas tecnologías se aplican masivamente a infraestructuras computacionales que utilizamos en el día a día. Una lectura crítica sobre lo que está pasando es muy necesaria para explicar la cultura contemporánea en general.
¿Volcarse a crear desde la IA puede deshumanizar los procesos creativos?
Quizás sí, y lo que planteas es un tema extremadamente importante. De hecho, este año estoy vinculado a ISEA2022, que se celebrará en Barcelona, y soy el chair de uno de los temas de la conferencia, "Human and Non-Human", que se centra en lo que es humano y lo que no lo es. Uno de los temas es la inteligencia artificial y cómo esta tecnología cuestiona la humanidad. Tiene aspectos muy positivos y aspectos que son problemáticos. Hay una serie de valores vinculados al humanismo que todavía son relevantes e interesantes. Sin embargo, también es cierto que la idea de que los seres humanos somos el centro de todo ha generado problemas muy complejos, como la crisis ambiental que vivimos. Así pues, intentaremos preguntarnos dónde están los elementos humanos y dónde no, e intentaremos reconfigurar la propia idea de lo que entendemos por humano. Es una pregunta muy importante que debemos hacernos. La inteligencia artificial nos recuerda permanentemente que muchas características que pensábamos que nos hacían humanos —como la inteligencia, la cognición o la creatividad— de repente no son exclusivamente nuestras. Creo que esto es una cuestión muy potente en un sentido reflexivo y filosófico.
¿Qué significan las conferencias como ISEA para el mundo de las artes digitales?
He tenido la oportunidad de participar en el International Symposium on Electronic Art ISEA desde 2004, y podría decirse que fue un encuentro que me cambió la vida. En aquel momento, yo trabajaba en mis proyectos y tenía un círculo de amigos con quienes compartíamos ideas, y tuve la oportunidad de participar en una de las ediciones más arriesgadas de ISEA. La conferencia empezaba en Helsinki, después seguía en un barco hacia Estocolmo y, finalmente, hacía otro tramo en barco hasta Tallin. En cada ciudad había exposiciones, y recuerdo que me sorprendieron mucho los temas que se trataban: los cambios y los procesos de las ciudades. Esto cambió mi perspectiva, y desde aquel momento quise dedicar parte de mi vida a interactuar con esta comunidad. Posteriormente, con otros colegas creamos un track denominado el Foro Latinoamericano, para facilitar que más gente de América Latina pudiera participar en esta asociación. Después, ISEA tuvo lugar en Colombia. Y este 2022 estoy muy conmovido de que me hayan invitado a participar, porque el equipo de trabajo que lo lleva a cabo, liderado por Pau Alsina, es un equipo que conozco desde hace mucho tiempo y le tengo muchísimo respeto por sus aportaciones a la comunidad. Pienso que es muy merecido que la conferencia se celebre en Barcelona.
En el ciclo Máquina Persona participas en una actividad en la que hablarás sobre las máquinas de predecir, que son herramientas que configuran futuros cada vez más complejos.
Cuando realizo una búsqueda en Google, inmediatamente después de escribir las primeras palabras, el buscador ya predice lo que escribiré después, o me da varias opciones que podrían ser lo que quiero buscar. Es decir, se anticipa a lo que posiblemente tengo en mente. Lo increíble de este sistema es su implementación a gran escala, porque es muy probable que la pregunta que quiero hacer forme parte de la lista prevista por Google. Esto tiene una serie de implicaciones increíbles y se aplica a otros fenómenos. Por ejemplo, las predicciones sobre el clima funcionan mejor, pero las predicciones sobre el comportamiento, en el ámbito del marketing, están haciendo que vivamos en una época muy compleja por querer entender los deseos de las personas. Parece que entramos en una etapa de capitalismo cognitivo o capitalismo de datos que todavía no entendemos. Mucha gente piensa que, cuando se habla de predicciones, se habla de anticipar el futuro, pero es de lo que estamos hablando. Hay una serie de herramientas de predicciones que usamos permanentemente, incluso sin saberlo, cuando realizamos una simple búsqueda. Esto tiene unas dimensiones éticas, sociales y políticas muy amplias.
Por último, en septiembre te incorporas como profesor de los Estudios de Artes y Humanidades de la UOC. ¿Qué esperas de esta nueva etapa?
Hace mucho tiempo que tengo una gran curiosidad por el trabajo de la UOC. Llevo siete años publicando textos en la revista Artnodes. He visto crecer el proyecto y siempre me he preguntado qué institución estaba detrás. Al mismo tiempo, he podido seguir de cerca cómo la presencia de la UOC ha aumentado en muchos campos relacionados con mi trabajo, y he decidido aceptar la invitación de formar parte del equipo docente de la universidad. Principalmente, me vincularé a los cursos que tienen que ver con el desarrollo de proyectos creativos en el campo del arte. Además, me interesa mucho estudiar la estructura de la UOC, qué significa tener una universidad global y haber respondido a la pregunta que se planteó a principios de los años noventa sobre la sociedad del conocimiento y la aparición de internet como una red global, cómo se prometió que esto cambiaría la educación y cómo realmente lo ha hecho.
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Redacción