La UOC participa en una guía de teletrabajo y conciliación corresponsable para las universidades
La Red de Unidades de Igualdad de Género para la Excelencia Universitaria publica una guía de buenas prácticas para las universidades contextualizada en la actual pandemiaLa Red de Unidades de Igualdad de Género para la Excelencia Universitaria (RUIGEU), de la que forma parte la Unidad de Igualdad de la UOC, ha publicado la guía de buenas prácticas Teletrabajo y conciliación corresponsable en tiempos de covid-19. Han liderado el trabajo las unidades de igualdad de las universidades, coordinadas por el subgrupo de políticas de conciliación corresponsable de CRUE Universidades Españolas y de la universidad coordinadora de la Red. La publicación está dirigida a las universidades y ofrece recomendaciones y medidas para prevenir desigualdades y asimetrías de género vinculadas al teletrabajo, que la actual pandemia está agravando.
Una de las cuestiones que se han revelado en esta pandemia es el estrés adicional que representa para las personas con responsabilidades familiares, asumidas con mayor frecuencia por las mujeres. Diversos estudios evidencian que se han intensificado los cuidados de personas dependientes (personas mayores, con discapacidad, con una enfermedad grave o menores), todo ello en concurrencia con el telestudio de los hijos en el hogar.
En ese sentido, RUIGEU, que reúne a las unidades para la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres de 52 universidades españolas, presenta unas recomendaciones para que el teletrabajo responda a una conciliación corresponsable en el ámbito universitario. La corresponsabilidad de la conciliación implica que las responsabilidades se han de compartir entre las parejas y en el seno de las familias, pero también que son responsables de la conciliación la universidad y las administraciones públicas, y que las redes de apoyo extensas pueden, asimismo, contribuir a dicha conciliación.
La participación de la UOC en esta guía ha sido la de compartir su conocimiento en el desarrollo de políticas de teletrabajo y su experiencia en la implementación de este modelo, tras más de ocho años de trayectoria. «Nuestra aportación ha sido muy bien valorada por la mayoría de universidades presenciales, porque al no tener un modelo de teletrabajo establecido antes de la crisis sanitaria, han tenido más dificultades para adoptar medidas de conciliación y perspectiva de género en relación con esta modalidad de trabajo», explica Maria Olivella, coordinadora de la Unidad de Igualdad de la UOC.
La guía pone un énfasis especial en las responsabilidades institucionales, entendidas como parte de la corresponsabilidad, y propone recomendaciones que podrían o deberían adoptar tanto las universidades como las distintas administraciones públicas de ámbito territorial (estatal, autonómico y local).
Como recomendaciones generales, esta guía pone el acento en crear un entorno profesional basado en la confianza mutua, no en el control, en garantizar la desconexión digital y en ofrecer apoyo psicológico.
La guía prevé la conveniencia de adecuar la normativa con medidas como dar permisos excepcionales en un contexto excepcional y determinar franjas horarias laborales específicas para quienes tengan familiares a cargo, y también recomienda pautas para organizar reuniones, con acuerdo previo del horario y la posibilidad de participación virtual.
Algunas de las iniciativas diseñadas para el personal docente e investigador hacen referencia a la evaluación de la tarea investigadora, en este caso, estableciendo criterios de ponderación para quienes hayan tenido o tengan responsabilidades de cuidados.
La guía se fija igualmente en los estudiantes universitarios y establece la eventualidad de reconocerlos a tiempo parcial en ciertas circunstancias laborales o familiares sobrevenidas en el actual contexto excepcional de la COVID-19. Aplazar el pago de las tasas, flexibilizar plazos en entregas de trabajos de fin de estudios y facilitar el préstamo de dispositivos electrónicos son otras iniciativas destacadas.
También contiene recomendaciones para que las universidades fomenten en las empresas que les prestan servicios la necesidad de cuidar de su personal con mayor exposición a riesgo y mayores exigencias de desempeño por razones de higiene y seguridad.
Finalmente, la guía solicita la implicación corresponsable de las administraciones estatal, autonómica y local con medidas de conciliación, como el establecimiento de criterios de ponderación que neutralicen los efectos negativos que significa en la carrera académica asumir responsabilidades de cuidados o ampliar las becas para estudios universitarios, y evitar así el abandono de quienes se han visto empobrecidos por esta nueva crisis.
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