Los jóvenes se juegan la vida en los retos virales por inconsciencia y popularidad
Introducirse un preservativo por la nariz para sacárselo por la boca es el último desafío que triunfa en las redesIntroducirse un preservativo por la nariz para expulsarlo por la boca es el último reto que se está haciendo viral entre los jóvenes en las redes. Lo denominan el reto del condón y los médicos ya han alertado de su peligro, ya que si el látex se queda encallado en las vías respiratorias puede provocar incluso la muerte. Pero este no es el único desafío peligroso que en los últimos meses ha triunfado entre el colectivo. Primero lo hizo el tide pod challenge, que consistía a comerse cápsulas de detergente líquido, y, después, el de la Cinderella diet, que tiene como objetivo prácticamente dejar de comer para conseguir la cintura de la princesa de Disney.
¿Qué lleva a los adolescentes a sumarse a este tipo de retos aunque pongan en peligro su vida? El sociólogo de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) Francesc Núñez asegura que la mayoría no son conscientes de que haciendo estos desafíos se jueguen la vida. «Freud dice que nadie cree firmemente en su muerte, en la posibilidad de que será mortal. De hecho, la gente se arriesga diariamente haciendo imprudencias tremendas con el coche, con la bebida, con las drogas o colgando algo en casa desde una altura importante, porque no piensa que le vaya a pasar nada», explica. «En los retos virales existe esa inconsciencia de no creer que te puedas morir. Se puede ser consciente del riesgo a nivel racional, pero no emocional», deja claro.
Según el sociólogo de la UOC, el otro motivo que lleva a los adolescentes a sumarse a estos desafíos es la «presión social». «La posibilidad de tener un reconocimiento, de recibir likes, de tener popularidad o prestigio tiene mucha fuerza», argumenta.
En la misma línea, el psicólogo y director de desarrollo del eHealth Center de la UOC, Manuel Armayones, apunta que muchos de estos chicos están demasiado pendientes de «la aprobación que reciben de internet». «Quieren sentirse tan apoyados, valorados y queridos en la red que ponen en juego lo más preciado, que es su propia vida», alerta. Según Armayones, el perfil de jóvenes que hacen este tipo de retos son o bien los que tienen una «tendencia narcisista» y necesitan la aprobación para demostrar que son importantes, o los que tienen una baja autoestima.
Dejar de darle al «me gusta»
Para evitar llegar a este punto, Armayones cree que debería hacerse un abordaje individual de los jóvenes que se someten a estos retos para hacerles ver la peligrosidad de la situación y, sobre todo, que tanto la escuela como la sociedad quiten mérito a este tipo de conductas que lo único que producen son consecuencias graves. «Hay que dejar de dar likes», deja claro.
Otro de los retos que hace meses que se ha hecho viral es el de sacarse fotos en lugares peligrosos. Los mossos de esquadra rescataron a una chica a principios de marzo que se había quedado colgada en la cornisa de un octavo piso cuando le hacían una fotografía en un edificio del Eixample de Barcelona. «Llega a tanto la necesidad de exponerse, de tener la aprobación social, que juegan con la muerte para sentirse vivos», concluye Armayones.
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