Las stories de Instagram son videos cortos y efímeros que Instagram introdujo en agosto del año pasado. Los incorporó en un intento de atraer a los más jóvenes y erosionar Snapchat, uno de sus principales competidores para esta franja de edad. Un año después, las cifras aportadas por Instagram avalan la apuesta. Según la red social, más de 250 millones de usuarios crean stories todos los días. Esta herramienta ha ayudado a incrementar el tiempo de estancia de los más jóvenes en Instagram y se ha mostrado útil para las marcas presentes en esta red social: más del 50% produjeron una en el mes de julio.
Para Ferran Lalueza, profesor de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la UOC y experto en medios sociales, solemos encontrar dos tipos de videos en Instagram Stories. Por un lado, «los que resultan transgresores, más atrevidos, que tensan los límites existentes con la confianza que proporciona el hecho de que los contenidos difundidos no son perdurables». Por otro, señala este experto, «los videos más banales, extremadamente intrascendentes, indignos de permanecer en nuestro perfil debido a su absoluta vacuidad, pero que sin embargo no nos importa difundir cuando sabemos que tienen fecha de caducidad».
Por su parte, José Ramón Ubieto, profesor de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC, asegura que las stories están vinculadas a la cotidianidad: «Los videos más habituales son los que explican la vida cotidiana. Nada especial: lo que los jóvenes han comido, la copa con los amigos, la piscina donde se han bañado o su peinado nuevo». Prueba de esta cotidianidad es que entre las etiquetas más populares de las stories incluyen #goodmorning, #work o #goodnight. Para los expertos, la clave de su éxito tiene que ver con la caducidad de sus contenidos, con su carácter osado y con que permiten escaparse del aburrimiento.
Transgresión lejos de los adultos
Instagram Stories ha calado entre los adolescentes, un público hiperconectado y que se encuentra cómodo en estos entornos. De hecho, según el último informe Pisa, el 70 % de los adolescentes españoles se siente mal si no se conecta. Instagram asegura que las stories han permitido aumentar el tiempo total que los más jóvenes dedican a Instagram, que ahora mismo se sitúa en más de 32 minutos para los menores de 25 años y en 24 minutos para los de más edad. Para Lalueza, este éxito entre la juventud responde a varios factores: «El primero es que el adolescente es transgresor por naturaleza y, por tanto, se siente cómodo con un formato efímero que invita a ser más atrevido. El segundo es que los adolescentes, buscando su propio espacio y huyendo del control parental, emigran de las redes sociales utilizadas masivamente por usuarios más adultos, como Facebook o Twitter, mientras que Instagram todavía es una red con un perfil de usuario relativamente joven y la opción stories, con poco más de un año de vida y un funcionamiento menos intuitivo que otros, los hace sentir cómodos y poco controlados».
Además de los jóvenes, la herramienta también está haciendo fortuna entre las empresas y las marcas que tienen perfil en Instagram. Más del 50% lo emplea. Para Lalueza, las stories hacen varias aportaciones clave a las compañías y las marcas. «Les permite acercarse al codiciado público objetivo adolescente», explica este experto, que añade que también «permite resaltar contenidos promocionales que, por ser efímeros, destacan y despiertan interés en un contexto de preocupante saturación publicitaria». Además, según Lalueza, las stories proveen «un entorno plenamente favorable a los negocios». En esta línea, Ubieto comenta: «Las innovaciones que se incluyen en Instagram Stories, por ejemplo, la localización y las etiquetas, no son inocentes. Gracias a ellas, las empresas pueden localizar a sus clientes, darles un acceso fácil al mercado y visibilizar así sus ofertas».
Un futuro de contenidos efímeros
Para los expertos, la introducción de Instagram Stories es un paso en la apuesta por contenidos efímeros, una estrategia que se mantendrá y ampliará en el futuro más próximo.: «Instagram Stories significa un paso más en lo que podríamos llamar la snapchatización de Instagram. Mientras Snapchat continúe representando una amenaza grave para Facebook debido a que atrae poderosamente al público adolescente en detrimento de la red de Zuckerberg, cuesta imaginar una evolución de Instagram que no sea meramente mimética respecto a Snapchat y que no esté al servicio de los intereses de su empresa madre, con la que está llamada a generar cada vez más sinergias», explica Ferran Lalueza.
La empresa por la que Zuckerberg pagó mil millones de dólares en abril de 2012 cumple siete años. Desde su lanzamiento en octubre de 2010, Instagram no ha parado de crecer hasta aglutinar a setecientos millones de usuarios activos mensuales y a 400 millones de usuarios activos al día. Esta red social basada en la imagen y que incorporó filtros profesionales como signo de identidad se ha hecho un hueco en el complicado panorama digital. Para Lalueza, su evolución «cada vez estará más orientada al negocio publicitario, será más sinérgica respecto a Facebook y resultará más mimética respecto a Snapchat».
Para los expertos, esta apuesta por la imagen ha sido clave en su exitosa trayectoria. «En las redes sociales casi siempre lo emocional se impone a lo racional, y las imágenes aportan una carga emotiva que no es fácil lograr con la palabra», reflexiona Lalueza. Mientras tanto, Ubieto explica: «En una cultura de la imagen y del cuerpo como proveedores de identidad y reconocimiento, Instagram es el escaparate perfecto para mostrar que se tiene una buena imagen y que se aspira a no pasar desapercibido». Añade que «los sujetos actuales necesitan retratar y retratarse permanentemente para ser vistos. El anonimato global nos empuja a todos a la sobreexposición».
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