Los medios tradicionales tienen más influencia en la opinión pública que los digitales
La excepción son los lectores jóvenes, entre los que las cabeceras en línea también son un referente
Los españoles consultan las ediciones en línea de diferentes medios de comunicación para seguir la actualidad política, pero, en términos generales, las cabeceras tradicionales tienen más relevancia y son más prescriptoras de opinión que los nuevos digitales. Para los más jóvenes, sin embargo, la credibilidad y la capacidad de generar opinión de los nuevos medios en línea ganan peso y relevancia.
Estas son algunas de las conclusiones de la tesis de la doctora por la UOC Sílvia Majó-Vázquez, Las noticias digitales en España: características y efectos de la producción en línea y el consumo, después de analizar los hábitos de 30.000 usuarios españoles. La investigadora ha utilizado datos inéditos y técnicas de análisis de redes, procedentes del ámbito de la física y las matemáticas, para entender la complejidad de los comportamientos de las audiencias de noticias en internet y el impacto que tiene en la agenda pública.
«Vemos que la opinión pública no está fragmentada. La gente que se informa en línea coincide en identificar los temas que son más importantes para mejorar la sociedad. Este trabajo aporta pruebas empíricas que lo demuestran y que, por tanto, contradicen las que sostienen que el hecho de que haya muchos medios digitales provoca la fragmentación de la sociedad», advierte Majó-Vázquez.
El peso de la marca
El estudio concluye que los medios convencionales que tienen edición en línea tienen mejor reputación que los nuevos digitales. Es decir, se reconocen más fácilmente como fuentes de información con autoridad. «Este punto demuestra la importancia del legado de las marcas periodísticas en la red», explica Majó-Vázquez.
Lo que demuestra la tesis de Majó-Vázquez es que, si bien los medios puramente digitales han tenido un gran impacto sobre las dinámicas internas de producción de noticias y de trabajo de los profesionales, no han erosionado la centralidad de los tradicionales en la distribución de información. «Solo existe un pequeño número de nuevos medios o medios puramente digitales —Público, Eldiario— que ocupan las posiciones más altas en el ranking de fuentes de información con más autoridad», apunta la investigadora, que también expresa un matiz: «La excepción es el segmento más joven de población. Entre los jóvenes, los nuevos medios digitales sí que tienen claramente un papel destacado».
Consumidores promiscuos
La investigación confirma que la oferta de medios de comunicación españoles está muy fragmentada. Los medios se resisten a citarse unos a otros y, contra el criterio periodístico, priorizan los intereses y las estrategias de negocio.
La audiencia, sin embargo, se comporta al margen de la estrategia empresarial y salta de un medio a otro. «Consume más medios de comunicación que antes de internet», señala la autora, y añade: «Después de analizar los hábitos de 30.000 usuarios españoles, podemos decir que la organización de noticias que hacen los medios no afecta tanto el consumo como se podría pensar. Los lectores buscan su dieta de noticias y pasan de un medio a otro, y antes, sin internet, no lo hacían».
Consenso sobre los temas de interés
La promiscuidad de los consumidores de información política se combina con la autoridad de los medios tradicionales. Por ello, según la investigación, sigue habiendo consenso sobre los grandes temas que configuran la agenda pública. «Es decir, aunque hay más medios y las dietas informativas son más diversas, los ciudadanos siguen coincidiendo en la definición de los temas más relevantes en el debate público. Y estos temas vienen marcados por la agenda de los medios tradicionales», aclara la investigadora.
Para llegar a esta conclusión también se ha realizado una encuesta a 725 personas, 340 de las cuales han sido monitorizadas durante unos dos meses. Es decir, se ha hecho un seguimiento de su consumo real de noticias en el día a día.
Publicación en diarios especializados
La tesis doctoral de Sílvia Majó-Vázquez, que ahora es investigadora del Reuters Institute for the Study of Journalism de la Universidad de Oxford, se enmarca en el Proyecto Opinionet de la UOC. Este proyecto lo dirige la profesora Ana Sofía Cardenal, de los Estudios de Derecho y Ciencia Política de la UOC y del grupo de investigación GADE, que además ha dirigido la tesis de Majó-Vázquez. En este estudio también ha participado la profesora catalana de la Universidad de Pensilvania Sandra González-Bailón.
El primer capítulo de esta tesis ya ha sido aceptado para su publicación en una de las dos revistas científicas de más prestigio en el ámbito de la comunicación a escala mundial: Journal of Computer-Mediated Communication. Majó-Vázquez aplica ahora la misma metodología para estudiar los comportamientos de las audiencias de noticias en Twitter durante las últimas elecciones en Francia y el Reino Unido.
Expertos UOC
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