Entrevistas Alumni

Francisco Daniel Pulet - Entrevistas UOC Alumni
Francisco Pulet
09/11/2017
Marian Antón
Alumni

Máster de Fiscalidad





" Mi consejo para los estudiantes que tengan que abordar el TFG: confiad en vuestros tutores y profesores "
Francisco Daniel Pulet, máster en Fiscalidad y ganador de la tercera edición de los Premios a los mejores Trabajos Finales de Grado y Másteres Universitarios.
 
Tras acabar el grado de Derecho en la Universidad de las Illes Balears (UIB) y después de un infructuoso intento de oposiciones al Cuerpo Superior de la Policía Nacional, Francisco Daniel Pulet decidió cursar el máster de Fiscalidad. Sus resultados han sido excelentes y ha conseguido ser uno de los ganadores de la tercera edición de los Premios a los mejores Trabajos Finales de Grado y Másteres Universitarios de la UOC. 
 
En su caso, el trabajo titulado Los diferentes métodos de valoración de inmuebles y sus efectos en distintos impuestos se hizo con el máximo reconocimiento dentro de su máster y también ha recibido el premio al mejor expediente académico de esta titulación. Hemos hablado con él para que nos aconseje sobre cómo realizar un buen trabajo final de máster (TFG).

 

 

¿Por qué te decidiste por el máster de Fiscalidad en la UOC?

Me ofrecieron la posibilidad de trabajar a tiempo parcial en una gestoría-asesoría laboral y fiscal, si bien en la rama inmobiliaria. A partir de esta experiencia me planteé formarme en fiscalidad, debido a que en el grado de Derecho se estudia el derecho tributario desde un punto de vista más generalista y quería profundizar en este ámbito del derecho con una formación especializada. Los másteres de esta materia en la Universidad de las Illes Balears eran un poco caros y no podía compatibilizarlos con mi trabajo, por más que fueran a tiempo parcial, y así llegué a la UOC.

¿Alguien te recomendó la UOC?

 No. Fue la mera constatación de que podía compatibilizar estos estudios en esta universidad con mi complicada situación personal lo que me decidió por ella.

Comparé distintas opciones en internet y la UOC era la que mejor se adaptaba a mis necesidades laborales y posibilidades económicas. Algunos hablaban de precios caros o de la dureza de las pruebas, pero otros alababan concretamente los recursos y, sobre todo, al equipo docente, así que me decidí por esta.

¿Ha respondido a tus expectativas?

Diferenciaré entre expectativas académicas y laborales.

En cuanto a las primeras, las he visto superadas con diferencia. Tenía claro que a estas alturas debía buscar la excelencia. Me propuse que, si gastaba de nuevo unos recursos económicos tan escasos de mi familia en ello, esta vez debería exprimir a la universidad hasta la última de las posibilidades. Además, he interactuado plenamente con un equipo docente como nunca había conseguido hacerlo. De pronto, estaba un fin de semana estudiando y remitía un correo electrónico por cualquier cuestión al profesor. Daba igual si era un domingo por la tarde o cualquier otra hora inadecuada: la mayor parte de las veces al poco tiempo tenía la respuesta. No era una respuesta de «sí» o «no»: era una respuesta de calidad, pero cercana a mí. Siempre y con todos, sin excepción, fue así.

En cuanto a las expectativas laborales, será una buena pregunta para el porvenir que tengo por delante. Pero estoy convencido de que la carta de presentación de estos premios será un buen comienzo.

¿Qué destacarías de esta experiencia académica?

La buena organización de todo el máster, la accesibilidad al profesorado, un buen sistema de información, y un sistema de interacción con los demás alumnos que nunca me hubiera imaginado que existiera en este tipo de organizaciones. Al principio temía que la distancia con los profesores y demás compañeros convirtiera mis estudios en una cosa impersonal y apática. Pero ya desde el principio vi que no: los profesores no estaban lejos y se interesaban por mis progresos.

Pero no solo esto: desde las primeras PEC aprendí que podía poner opiniones y comentarios críticos. Los profesores interactuaban conmigo mediante sus comentarios y opiniones: no solo no me cortaban, sino que —de nuevo tengo que decir todos— me corregían y animaban a continuar con la misma aptitud.

 

Lo mismo debo decir con respecto a las actividades colaborativas: los debates. Tanto los efectuados en grupo, como los de intervención individual, me han premiado con unos amigos que no siempre encontré en las clases presenciales. Mantengo el contacto con un nutrido número de ellos y lo haré en el futuro.

Además, acabas de recibir el Premio al mejor Trabajo Final de tu máster. ¿Cómo te enteraste de que eras el ganador?

Estaba en la Consejería de Educación de la Generalitat entregando una documentación de una amiga, cuando recibí un correo electrónico en el que se me indicaba que mi trabajo había sido galardonado con el Premio al mejor Trabajo Final de Máster. Me flaquearon las piernas.

 

¿Qué ha significado para ti este reconocimiento?

Después de recibir el Premio al mejor Trabajo Final de Máster, fui con toda mi familia a cenar a un restaurante italiano de Barcelona. Mi padre —sesenta y nueve años— nos contó un secreto: «Desde hacía dos años veía a mi hijo cada día durante horas frente al ordenador. Llegaba de su trabajo, y al ordenador. Venían visitas, y él se iba al ordenador. Y por la noche, cuando le daba las buenas noches abriendo la puerta de su alcoba, más ordenador. Muchísimas veces le dije tan enfadado como preocupado a mi esposa que nuestro hijo tenía un problema, que se pasaba horas y horas jugando con el ordenador y que eso no era propio de una persona de provecho.

Hoy tengo que pedirte, hijo, perdón por estos pensamientos». Lloré; solo por esto valía la pena este reconocimiento. Entenderás que todo lo demás que añada será superfluo.

¿Por qué crees que tu trabajo era merecedor de este premio?

Me gustaría pensar que por las horas de investigación que le dediqué, por la exposición del problema que hice y por la valoración de un intento de aportación a la solución de los problemas que intenté efectuar.

No debo olvidar, sin embargo, que la directora del máster, Ana María Delgado, recordó el día del acto de entrega de los premios que la decisión fue muy difícil y que se decantaron por el mío por pequeños detalles. No debo dejar de recordar, pues, que los TFM de mis compañeros eran excelentes.

¿Cómo y por qué escogiste el tema de tu TFM?

El título fue Los diferentes métodos de valoración de inmuebles y sus efectos en distintos impuestos. El tema era decididamente transversal, como se pedía, y dados los avatares inmobiliarios recientes me pareció de permanente y tenaz actualidad. No obstante, poco después de planteármelo me di cuenta de que el tema elegido no dejaba de ser un tema clásico y local, muy manido y, como tal, cansino. Tal vez no lograría llamar la atención de mi tutor y demás profesores, como tampoco la de mis compañeros o eventuales lectores. Le comenté a mi tutor mi duda, pero él me animó a continuar con este tema.

¿Qué fue lo más duro?

Fue el documentar el caso práctico que seguía en mi TFM. Desde un primer momento quise documentarlo mediante expedientes reales, y puedo aseverar la dificultad de acudir a despachos de abogados o fiscalistas donde no te conocen, plantearles el problema que pretendes solucionar, y lograr que se involucren y te permitan acceder a los expedientes de sus clientes para utilizarlos en el TFM. Además, ellos tienen que solicitar la autorización de sus clientes en un tema tan sensible como el fiscal.

A pesar de ello, fueron varios los abogados que me ayudaron. No tengo ninguna duda de que les devolveré la atención que me prestaron y las veces que a deshora les molesté con mis preguntas.

Alguna anécdota sobre el acto de entrega de los premios...

Faltaban quince minutos para la entrega de los premios y no era capaz de hacerme el nudo de la corbata a causa de los nervios. Mi padre, que fue camarero y siempre vistió corbata... ¡tampoco!

 

También has recibido un premio extraordinario al mejor expediente académico de esta titulación. ¿Qué sentiste al enterarte de ello?

No sabía que optaba a él. No sabía que en los másteres pudiera obtenerse. Sentí algo que solo quien interioriza el significado de las palabras orgullo y responsabilidad puede entender. Orgullo frente a mis padres, mi familia y amigos. Responsabilidad sobre todo frente a quienes han depositado en mí esta confianza: mis profesores y el equipo del máster universitario de Fiscalidad.

 

¿Algún consejo para los estudiantes que tengan que abordar próximamente su trabajo final de máster o de grado?

Que no le tengáis miedo al tema: el que os llame más la atención, este puede ser el bueno.

 

Que no esperéis tampoco al último momento para desarrollarlo: durante la última quincena os saldrá algún aspecto esencial que habíais olvidado. Os prometo que necesitaréis mucho tiempo si queréis hacer un buen trabajo, pero el orgullo que obtendréis lo merece.

Y guardo como último consejo el mejor de los tres que os doy: confiad en vuestros tutores y profesores, sin miedo. Os dejarán interactuar con ellos y os ayudarán a enfocar aquellos aspectos que no tenéis claro cómo afrontar. He llegado al convencimiento de que ellos tienen más ganas que nosotros de ayudarnos, y tanto más cuanto más necesitados de su apoyo estamos. Están —no lo dudéis, lo comprobé en el acto de entrega de los premios— más orgullosos que nosotros mismos de nuestros trabajos. Así que ¡ayudémosles a que se sientan importantes en nuestras vidas!

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