Laura Villate
Alumni
Máster Universitario de Educación y TIC (E-learning)
«Quiero ser una influencer, pero una de verdad, que realmente le aporte lo mejor a los maestros»
«Es necesario que los maestros conozcan el mundo de herramientas y posibilidades que hay en internet para apoyar la educación»
¿Cómo surge Jaibaná educativa?
Jaibaná surge con el apoyo de un grupo de compañeros y compañeras inquietos por las competencias y la formación de los docentes. Creamos este proyecto y apostamos tanto por la calidad como por la innovación educativas para proporcionar un aprendizaje que combinase el poder del contenido, la pedagogía y la tecnología y para crear experiencias de aprendizaje innovadoras y atractivas.
Con la creación de estas experiencias innovadoras estamos mejorando de alguna forma las posibilidades en el aula para que los docentes puedan apoyar a su estudiantado. Para esto, es necesario que los maestros conozcan el mundo de herramientas y posibilidades que hay en internet para apoyar la educación. Y esto no quiere decir que la tecnología vaya a reemplazar al maestro, porque esto no va a suceder, pero sí lo apoyará y volverá la educación un poco más divertida para el estudiantado.
A través de Jaibaná, recogemos información de lo que ocurre en el sector educativo en el mundo y se la damos a conocer al personal docente para analizar y observar el tipo de educación que imparte, cómo organiza sus materiales y sus aulas, y cómo cambia los ambientes de aprendizaje de un lugar a otro. Así, el profesorado se abrirá a otras posibilidades y estrategias que son exitosas en el mundo, aprendiendo de los otros.
…y llegó la pandemia ¿Qué pasó con Jaibaná? ¿Cómo reaccionó a este cambio abrupto?
Venía acompañando a alrededor de treinta instituciones educativas de Medellín, cambiándoles la metodología y la didáctica de enseñanza, para pasar de un currículo totalmente asignaturista a uno por proyectos. Sin embargo, cambiarle al personal docente tantos años de formación y rutina, en donde uno da clase a sus estudiantes sentado frente a ellos, es duro. Y aunque algunas instituciones lo iban haciendo lentamente, otras no creían en esto.
Justo llegó la pandemia y el personal docente se dio cuenta de la importancia de cambiar la manera de enseñar, de apostar por un aprendizaje apoyado mediante las nuevas tecnologías y la virtualidad. Fue a partir de eso que buscaron al equipo de Jaibaná, para que les enseñáramos cómo ser maestros virtuales. Incluso había algunos que no sabían ni siquiera cómo prender un computador o enviar un correo electrónico.
Es ahí en donde comenzaron a reconocer una nueva posibilidad de enseñanza y, sobre todo, la necesidad de cualificarse para poder desempeñarse en su labor y brindar una educación del siglo XXI.
Nos convertimos en un apoyo y aliciente para el personal docente durante la pandemia, en donde podían encontrar todo lo que necesitaban para mejorar los aprendizajes del estudiantado sin importar la región en la que se encontrasen. Los apoyamos con herramientas, materiales, guías didácticas y cursos virtuales, entre otros, para que pudieran desarrollar su enseñanza.
¿De qué manera lo aprendido en la UOC le ha permitido ayudar a otros profesionales de la educación?
Al que le gusta le sabe. Soy una enamorada del e-learning y la UOC me abrió el panorama de todo lo que era este mundo. Me llevó a poner en práctica, ensayar y experimentar con muchos materiales y recursos para poder apoyar la docencia del país. Ahora, cada día trato de cualificarme más para compartir con el colectivo de maestros mis conocimientos y apoyarles en todo este camino. Tengo un sinfín de ideas y proyectos que quiero ir desarrollando para aportarles. Por ahora, quiero ser una influente, pero una de verdad, que realmente aporte lo mejor a los maestros.
¿Cómo resume la experiencia en la UOC?
Me enamoré profundamente de la UOC. Llevo mucho tiempo en la educación: empecé dando clases en primaria, luego en bachillerato y por último en la universidad. Empecé a ser docente virtual en la Universidad Católica del Norte, y fue todo un aprendizaje, un poco de manera autónoma. Con el tiempo me fui convirtiendo en una experta en el tema, pues llegué a enseñarles a los docentes a ser docentes virtuales. Los preparaba en el funcionamiento de las plataformas, en cómo atender al estudiantado en la virtualidad, lo que hay que saber de internet, etc. Poco a poco, me fui integrando al mundo del e-learning y fue a partir de esto que decidí profesionalizarme en educación en línea y nuevas tecnologías. Luego de una búsqueda exhaustiva, encontré la UOC.
La rigurosidad de su pénsum académico, la enseñanza a través del campus, los contenidos y el equipo docente hicieron que me enamorara del modelo educativo de la UOC. Hice muy buenos amigos internacionales en la universidad, esa red social, comunicativa y de estudio que se arma con los distintos equipos de trabajo y que, además, hace que una se sienta mucho más acompañada y apoyada.