¿Para qué sirve programar?
La programación, una competencia cada vez más demandada en todos los entornos laboralesLa UOC crea la Escuela de Programación para aprender a programar en un entorno flexible y personalizado y para todo tipo de perfiles
Europa debe multiplicar sus perfiles tecnológicos para cumplir con los objetivos digitales de la Unión Europea para 2030 y cubrir los 20 millones de empleos que se demandarán en ese ámbito, un informe de la Comisión Europea. En todos estos puestos, los profesionales deberán contar con una capacidad imprescindible: saber programar. Pero, además, esta competencia laboral cada vez será más demandada y útil en la mayoría de los ámbitos laborales, no solo los digitales, según los expertos.
"Hoy en día, la programación puede ser una herramienta muy útil en ramas tan distintas como la economía o la medicina, por poner un ejemplo. Aunque nos podemos quedar con que en cualquier ingeniería la programación va a ser una herramienta necesaria, en realidad puede tener importancia en casi cualquier rama del saber", indica Carlos Casado, profesor de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).
La razón es que la sociedad vive en un mundo cada vez más dependiente de la tecnología "y, por tanto, las ofertas relacionadas con la tecnología en general y la programación en particular cada vez son más numerosas", señala. "Los programas son omnipresentes y dependemos de ellos para casi todo (gestión de cosechas, distribución, viajes, distribución de agua y electricidad, etc.), por lo que la necesidad de personas que entiendan cómo se crean esos programas es imprescindible".
Perfiles profesionales que necesitarán saber programar
Según los expertos, ser capaces de entender cómo funciona la tecnología facilita la relación con ella. El profesor de la UOC lo ejemplifica con un caso cotidiano. "Podemos usar un coche sin saber cómo funciona. Sin embargo, con unos pequeños conocimientos de su funcionamiento podemos ser capaces de saber cómo cambiar una rueda o una bombilla, añadir agua al depósito del limpiaparabrisas o saber si las ruedas están gastadas y se deben cambiar", explica. "No seremos mecánicos, pero al llevar el coche al mecánico podremos entender lo que nos dice y comunicarnos mejor con él. Con la programación pasa algo parecido. Unas pequeñas nociones nos ayudan a entender mejor la tecnología y, por ejemplo, entender mejor a esa persona que nos explica cómo funciona el programa que tenemos que usar en la empresa".
Por eso, como explica Carles Garrigues, profesor de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación de la UOC cualquier ámbito puede beneficiarse de los conocimientos de una persona en programación. Pero se hará aún más imprescindible en los sectores en los que se requiera trabajar con datos, porque la manera más flexible de poder trabajar con ellos es "saber decirle a la máquina qué quieres hacer con esos datos".
Entre esos perfiles se encuentran los siguientes:
- Perfil biomédico: biología, bioquímica, ciencias ambientales, ciencias biomédicas, ingeniería biomédica, bioinformática.
La programación bioinformática se dedica al desarrollo de programas para organizar, analizar y visualizar enormes cantidades de datos biológicos. Esto permite, por ejemplo, crear árboles filogenéticos para estudiar la relación evolutiva entre dos especies, encontrar regiones de ADN idénticas (motivos) en secuencias genómicas de organismos diferentes, buscar mutaciones puntuales dentro de una secuencia genómica o usar algoritmos genéticos (inspirados en la naturaleza) para optimizar la resolución de problemas estándares.
- Ciencia y arquitectura: física, estadística, matemáticas, química, ingeniería química, arquitectura.
Estos perfiles pueden combinar fácilmente sus conocimientos matemáticos con competencias de programación para el desarrollo de herramientas que permitan obtener, organizar, limpiar, analizar y visualizar datos con el objetivo de extraer conocimiento. Como recuerda Garrigues, los estudiantes o los profesionales de estos ámbitos están liderando en muchos casos los proyectos vinculados a la ciencia de datos en el mundo empresarial.
- Economía y ciencias sociales: administración y dirección de empresas, economía.
En estas ramas, el mundo actual ya no puede entenderse solo con los métodos tradicionales. El uso de datos de tipologías muy diversas da lugar a la necesidad de utilizar nuevas herramientas o tecnologías, y la base de todas ellas es el código.
- Diseño: contenidos digitales interactivos, diseño.
La comunidad de artistas que utiliza la programación y las tecnologías de arte generativo es cada vez mayor. Además, el uso de software para el diseño o la creación de obras permite crear grandes producciones digitales con un nivel de detalle muy elevado. Gracias a la programación, la modificación de estas grandes obras se traduce en la modificación de algunas líneas de código.
¿Es difícil aprender a programar?
A pesar de que en países como Finlandia hace años que se incluyó la programación como una materia transversal en el plan de estudios y los niños adquieren conocimientos desde que comienzan a ir a la escuela, la opinión generalizada es que saber programar es solo terreno de los profesionales tecnológicos. Sin embargo, en opinión de Carles Garrigues, "con suficiente tiempo cualquier persona puede programar. Y en cierta manera tiene lógica porque el ordenador es muy simple, solo entiende de ceros y unos", explica. Y añade que se puede comenzar con operaciones muy simples para ir evolucionando a programas de más alto nivel, de forma similar a lo que ocurre cuando se aprende un idioma.
Lo que sí requiere según los expertos es dedicación. "Hay que asimilar unos conocimientos relativamente sencillos, pero luego lo complicado es aplicar esos conocimientos a la resolución de problemas. A programar se aprende programando, por lo que dedicarle tiempo es imprescindible", sostiene Carlos Casado, quien explica que lo ideal para empezar es que alguien guíe en el aprendizaje de las instrucciones básicas y plantee problemas que hagan que el alumno las tenga que poner en práctica.
Con ese objetivo ha nacido la Escuela de Programación de la UOC, creada para que pueda acceder a ella cualquier persona, desde aquellas que simplemente desean tener unos pequeños conocimientos de programación hasta aquellas que piensan en la programación como una salida laboral. "Para ello hemos definido unos niveles que van incrementando la dificultad y el grado de experiencia en programación. Una de las ventajas es que se facilita que el estudiantado vaya a su ritmo, más despacio si le cuesta más entender los conceptos o tiene poco tiempo, o más deprisa si tiene facilidad o más tiempo", indica Casado, y recuerda que se parte de cero, por lo que no hacen falta conocimientos previos, más allá de un dominio básico del ordenador.
Habilidades aliadas de la programación
Además de proporcionar conocimientos, aprender a programar ayuda a fomentar el pensamiento computacional. Según los educadores, se trata de una habilidad muy creativa porque se traduce en "resolver problemas, para lo que se necesita saber abstraer y crear tus soluciones", señala Garrigues.
De hecho, aunque la inteligencia artificial (IA) puede ayudar a programar facilitando el trabajo, se sigue necesitando el componente humano para ajustar la solución propuesta y corregir posibles errores.
Concretamente, al programar se trabajan principalmente tres habilidades:
- La descomposición de problemas, al tomar un problema complejo y dividirlo en partes más pequeñas que sean más fáciles de resolver.
- El pensamiento abstracto, al planificar la solución al problema planteado antes de ponerse a programar.
- El pensamiento lógico, al relacionar los conceptos aprendidos con las posibles soluciones.
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Leyre Artiz