Chi Ta-wei, profesor de literatura taiwanesa
Chi Ta-wei es una figura destacada de la literatura queer sinófona y autor de influyentes ensayos sobre teoría queer y estudios literarios. La versión española de la exitosa novela Membranas (1996), traducida por Alberto Poza, alumno de doctorado del programa de Humanidades y Comunicación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), ha sido publicada recientemente y va por su segunda edición. El 5 de junio, Chi participó en el seminario de doctorado "Queer Taiwan in Translation: Academia, Creation, Activism" en la UOC, invitado por el grupo de investigación Crisis, Alteritat i Representació (ALTER), de los Estudios de Artes y Humanidades.
Las obras de Chi, nacido en Taichung (Taiwán) en 1972, combinan fantasía y ciencia ficción. Ha traducido al chino a autores como Italo Calvino y Manuel Puig. En el ámbito académico, desde 2010 es profesor de literatura taiwanesa en la Universidad Nacional Chengchi de Taipei. Su producción teórica culminó en 2017 con la monografía A Queer Invention in Taiwan: A History of Tongzhi Literature.
Membranas anticipa un futuro distópico de finales del siglo xxi donde el cambio climático ha destruido la capa de ozono y la humanidad se ha visto obligada a trasladarse a las profundidades del mar. A menudo se la mencionada como la primera obra de ficción contemporánea de habla china con un personaje transgénero.
“En los años noventa, en el mundo reinaba una mezcla de esperanza y desesperación”
Tu carrera se desarrolla en la confluencia del mundo académico, el activismo y la creación. ¿Puedes contarnos algo más acerca de estas tres líneas de trabajo?
En 1995, mi primer año en el programa de máster en inglés de la Universidad Nacional de Taiwán (NTU), publiqué mi primera colección de cuentos en Taipei. En ella, todas las historias tratan de personajes LGBTIQ+. En 1996 publiqué mi segunda colección de cuentos en Taipei, que incluía Membranas. En 1999 me fui de Taiwán para cursar un programa de doctorado en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), en Estados Unidos.
Durante mis años en la NTU aprendí de las literaturas europea y estadounidense que era posible ser no heterosexual, y a veces incluso loable. Internet era entonces una novedad, y Google aún no estaba disponible. Así que tuve que leer los textos europeos y americanos por mi cuenta con mucho ahínco. Pero todo lo que aprendí durante esa época me fue muy útil en los años y décadas siguientes.
Durante mis años de máster también me atreví a enviar a los periódicos reseñas de libros y comentarios sociales que hacían hincapié en puntos de vista no heteronormativos. Los periódicos de los años noventa, recién liberados del conservadurismo de los ochenta y antes de la amenaza de las Yahoo News y Google News, se interesaban por autores nuevos, raros y alternativos, como era yo a esa temprana edad. Algunos podrían pensar que mis publicaciones en los periódicos eran más o menos activistas, ya que la mayoría de las personas queer en los años noventa optaban por no salir del armario. Pero mi "activismo" pasajero no parece suficientemente activista en el nuevo milenio, ya que cada vez más jóvenes optan por salir del armario en las redes sociales con discursos y apariciones de lo más estrambóticos. Por lo tanto, es correcto decir que fui activista por un breve periodo de tiempo, pero solo en la década de 1990.
Mis roles como autor literario, activista que escribe para un periódico y académico novato estaban entrelazados. Pero desde 1999, en Estados Unidos, me centré en mi investigación académica, que siguió siendo muy queer.
La monografía publicada en 2017 contiene, naturalmente, mucho de lo que había aprendido y escrito en Estados Unidos hasta 2010 y de lo que leía y pensaba anteriormente, en los años noventa. Después de 2017, he querido retomar mi papel de escritor de ficción queer.
La traducción al español de Membranas ya va por su segunda edición. Se trata de un libro complejo y visionario, donde aparece el cambio climático y se abordan temas como el aislamiento, la tecnología, la memoria, la identidad de género o la sexualidad. ¿Cuál fue tu inspiración y por qué escogiste la ciencia ficción?
Hace algún tiempo leí un artículo en la famosa revista Wired. Es interesante. En él se afirma que 1994 fue muy bueno para los creadores artísticos porque todavía no estaban totalmente amenazados ni absorbidos por internet. Para mí también es una coincidencia, ya que empecé a publicar algunos relatos en 1994.
Membranas fue posible entonces, y lo fue en forma de ciencia ficción, porque se escribió en la década de los noventa. En los años noventa, en el mundo reinaba una mezcla de esperanza y desesperación: por un lado, la URSS había desaparecido, el muro de Berlín había caído, y Taiwán y China intentaban forjar una amistad tras décadas de guerra fría; por otro lado, a todo el mundo le preocupaba que con la llegada del año 2000 desaparecieran todos los datos del siglo xx, lo que se conoció como "efecto 2000". Y cuando acabó el siglo xx nos acordamos, por supuesto, del final del siglo xix: el París del fin-de-siècle, Freud y la decadencia de Viena, o la Inglaterra victoriana.
Con tantos estímulos, muchos autores optaron por escribir obras alucinantes. Yo mismo me sentí atraído a hacer lo mismo. Para mí, la ciencia ficción fue una elección natural, pues me abrumaban todas las fatalidades que se decían sobre el fin de siglo.
El cambio climático estaba en boca de todos en los años noventa, a la gente le preocupaba que pudieran producirse catástrofes en la Tierra debido al fin del siglo.
Has analizado el origen del término tongzhi, que se ha utilizado en la China comunista como para referirse a "camarada" y, más tarde, como sinónimo de "gay". Entre la comunidad gay sinófona existe cierta controversia sobre si el término tongzhi apareció en Hong Kong o en Taiwán.
Es cierto que el uso de "camarada=gay" surgió en Hong Kong a finales de la década de 1980, y que su uso lo adoptó Taiwán a principios de la década de 1990. Pero también es cierto que el uso de "camarada=gay" fue propuesto por primera vez por un escritor de Singapur en la década de 1970. Más tarde emigró a Hong Kong. En cualquier caso, la primera interpretación de "camarada=gay" no tuvo lugar en Hong Kong, sino en la diáspora china "ampliamente entendida". Lo que yo digo es que, mientras que el "cine tongzhi" puede ser una invención de Hong Kong, Taiwán se inspira en Hong Kong y desarrolla la "literatura tongzhi" como una invención taiwanesa.
A este respecto, tenemos un caso paradigmático en Taiwán: Crystal Boys, de Pai Hsien-yung, está ampliamente considerada como la novela gay más influyente en lengua china. Se publicó en 1983 en Taiwán, cuando la isla todavía era política y sexualmente muy conservadora. Además, Pai ya publicaba relatos explícitamente homoeróticos en la década de 1960, en Taiwán. Durante décadas, en el siglo xx, las personas LGBTI+ de Taiwán, Hong Kong, China y la diáspora china tomaron los relatos de Pai de los años sesenta y la novela de 1983 como una especie de orientación, inspiración y consuelo.
En 1994 también fuiste el primero en traducir el término queer por ku-er, que puede traducirse como cool kids en inglés, o "chicos guays". ¿Cómo surgió esta traducción?
Los términos queer/ku-er/cool kids no existieron en Taiwán hasta 1994. Antes de 1990, queer era peyorativo en Estados Unidos y el Reino Unido. Pero los activistas queer de Estados Unidos y el Reino Unido intentaron reinterpretar el término hacia 1990. En 1994, en Taiwán intentamos introducir no solo una sola palabra para queer, sino una serie de actos de transformación verbal (de "queer = malo" a "queer = guay") de contextos angloamericanos a Taiwán. Es cierto que pretendíamos defender alternativas a la normalidad cuando propusimos ku-er, pues descubrimos que muchos en Taiwán optaban por hacer que la homosexualidad fuera más aceptable para la sociedad taiwanesa normalizándola.
En la China continental, la homosexualidad y la bisexualidad existieron en dinastías como la Shang o la Han. ¿Ha influido esta tradición en la literatura gay taiwanesa? También has mencionado la influencia de los acontecimientos informativos a partir de los años cincuenta.
La homosexualidad de la que hablamos ahora es un concepto muy nuevo. Surgió por primera vez en Europa a finales del siglo xix. La bisexualidad surge más tarde que la homosexualidad. Por ello, opto por no hablar de las dinastías en China, ya que la mayoría de ellas existían antes de la noción de homosexualidad.
En mi propia investigación sobre la literatura queer en Taiwán, como amablemente señalas, considero que los periódicos de los años cincuenta en Taiwán permitían a los residentes en Taiwán, a sabiendas o no, imaginar la homosexualidad. Esto se debe a que, con el inicio de la guerra fría, Estados Unidos optó por proteger a Taiwán de la agresión de Pekín. A medida que las ideologías estadounidenses se cernían sobre Taiwán, los periódicos taiwaneses en lengua china informaban con naturalidad de las noticias destacadas en Estados Unidos y transmitían los valores homófobos y del macartismo desenfrenado en Estados Unidos, con lo que enseñaban a los lectores taiwaneses lo inmoral que era la homosexualidad. Las representaciones de la homosexualidad en los medios de comunicación durante la guerra fría eran bastante negativas, pero, al fin y al cabo, la gente de Taiwán podía saber lo que era la homosexualidad. La comprensión sesgada de la homosexualidad era una base imperfecta, pero también sirvió para una futura comprensión de las sexualidades.
Te has posicionado públicamente sobre el movimiento Me Too. ¿Puedes explicar cómo se ha vivido este movimiento en Taiwán en comparación con los países occidentales?
En mis cursos de licenciatura y posgrado he decidido alentar los debates sobre el Me Too. También animo a mis amigos más jóvenes a expresar sus opiniones sobre Me Too. Por ejemplo, suelo recomendar El primer paraíso amoroso de Fang Si-Chi, una novela escrita por Lin Yi-han en 2016 y traducida por Jenna Tang para el público internacional en 2024. Este libro es uno de los textos fundamentales sobre el movimiento Me Too en Taiwán. Desgraciadamente, Lin Yi-han se suicidó en 2017.
El movimiento Me Too en Taiwán se inspira en los países occidentales, pero no se hizo local en Taiwán hasta 2023. Sin embargo, no creo que Taiwán se limite a copiar el léxico y los pensamientos del Me Too occidental. En cambio, creo que la gente de Taiwán ya ha hablado del sexo y el amor abusivos con la popularidad de la novela de 2017 Fang Si-Chi que he mencionado antes.
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Anna Torres Garrote