14/12/23 · Cultura

«La mayor amenaza a la igualdad es la reacción de algunas ideologías contra los estudios de género»

Rachel Palmén, investigadora del grupo de Género y TIC (GenTIC) del IN3 de la UOC

Rachel Palmen

Rachel Palmén (foto: Aurea Cristina Mota de Araujo)

Reunir conocimiento sobre cómo las discriminaciones de género se relacionan con otros ejes de discriminación, como son las cuestiones raciales, el estatus socioeconómico, la identidad de género y la orientación sexual (interseccionalidad). Fomentar el cambio hacia un sector privado más inclusivo (innovación). Incrementar la participación de todos los actores en la puesta en marcha de planes de igualdad en instituciones de investigación (ampliación de la participación). Y hacer que el cambio perdure y vaya más allá de acciones puntuales en favor de la igualdad de género (cambio duradero). Esos son los cuatro grandes ejes temáticos del proyecto europeo INSPIRE: Centre of Excellence on Inclusive Gender Equality in Research & Innovation, que nació hace poco más de un año con el objetivo de mejorar la investigación sobre igualdad y prestar apoyo práctico a las instituciones que están implementando planes y acciones de igualdad. El fin último es contribuir a reducir la brecha de género en el entorno de la investigación y la innovación.

El proyecto INSPIRE, que se extenderá durante cuatro años y en el que participan catorce centros de investigación y universidades europeas, está coordinado por la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). Al frente está Rachel Palmén, investigadora sénior del grupo Género y TIC (GenTIC), del Internet Interdisciplinary Institute (IN3) de la UOC, con una dilatada carrera investigadora en el campo de la igualdad de género y la inclusión.

 

¿Estamos cerrando la brecha de género en el mundo de la investigación?

La proporción de personas de la Unión Europea con doctorado está casi equilibrada en términos de género, según los datos de 2019 del informe She Figures 2021. Sin embargo, las mujeres solo representan un 41,3 % de los científicos e ingenieros con trabajo. Las mujeres están significativamente subrepresentadas en los campos orientados a la tecnología, ya que suponen menos de una cuarta parte de los profesionales autónomos en ciencias e ingeniería y el sector de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC).

Durante la última década, la Unión Europea ha avanzado hacia la equidad de género entre los profesionales que terminan un doctorado. Aun así, según datos del mismo informe, las mujeres representaban alrededor de un tercio de la población total de investigadores europeos. Cuanto más se asciende en la escala académica, menor es este porcentaje.

Los datos muestran que las mujeres representan más del 40 % del personal académico, pero hay diferencias considerables según el grado y el nivel. Mientras suman casi la mitad del personal de grado C y D, solo ocupan alrededor de una cuarta parte del personal de grado A, equivalente al cargo de catedrático o catedrática.

 

¿Qué se puede hacer para abordar estas desigualdades y construir un sistema de investigación más inclusivo y equitativo?

Se puede hacer mucho. Por ejemplo, la Comisión Europea ha invertido 72 millones de euros para que las organizaciones de investigación implementen planes de igualdad de género. Los gobiernos también pueden promover la igualdad de género en las políticas de investigación e innovación, a través de leyes y políticas a escala nacional. Por ejemplo, la ley española exige que todas las universidades tengan un plan de igualdad de género y una unidad de igualdad de género.

Además, las propias organizaciones de investigación pueden garantizar que las políticas y los procedimientos internos de contratación, retención y desarrollo profesional, así como los procesos de evaluación, no tengan sesgos de género. Uno de los aspectos más importantes es garantizar que haya suficiente presupuesto, personal y formación para implementar todas las acciones pertinentes.

Así mismo, es esencial ir más allá del género para poder ver qué otros ejes de discriminación o privilegio interactúan con las desigualdades de género, con lo que poder extraer una visión más precisa de dichas desigualdades y realizar acciones relevantes para abordarlas.

 

¿Y qué desafíos existen?

La mayor amenaza actual a la igualdad de género es la reacción de las ideologías de derechas contra los estudios de género y la igualdad de derechos. Los avances que se han logrado en los últimos años ahora son cuestionados. Por ejemplo, en Canadá se han eliminado las disposiciones de igualdad, diversidad e inclusión en las políticas de financiación de la investigación, mientras que en Estados Unidos se ha aprobado un proyecto de ley que prohibirá las oficinas e iniciativas de diversidad, equidad e inclusión (DEI) en toda la educación superior.

Quizás una de las mayores barreras al cambio es la resistencia institucional. Esta puede ser más explícita, como ocurre en la defensa articulada que llevan a cabo individuos que buscan proteger sus privilegios de género, o menos explícita, como cuando personas u organizaciones que en teoría apoyan la igualdad no toman medidas claras. Esta última forma es mucho más difícil de identificar.

 

En este contexto, ¿cómo encaja el proyecto INSPIRE?

INSPIRE tiene como objetivo construir una base empírica para las políticas y los planes de igualdad de género. Estos deben adoptar un enfoque interseccional, pero existe una falta general de conocimiento y experiencia sobre cómo hacerlo bien.

Además de desarrollar la evidencia científica, INSPIRE pretende brindar apoyo práctico a aquellas organizaciones de investigación y empresas que participen en el proceso de cambio. Esto supone apoyar a doce comunidades de práctica con ocho organizaciones cada una que trabajan juntas para lograr un cambio en un área específica relacionada con alguno de los temas centrales del proyecto: durabilidad del cambio, ampliación de la participación, interseccionalidad e innovación.

 

¿En qué consiste este apoyo a las comunidades de práctica?

Cada comunidad de práctica puede acceder a paquetes de apoyo que combinan soporte personalizado con herramientas más genéricas. Por ejemplo, si una comunidad de práctica vinculada a un área de ampliación de la participación quisiera utilizar la herramienta de auditoría y seguimiento de la igualdad de género (GEAM, por sus siglas en inglés) para generar datos relevantes de sus organizaciones, podría contar con la asistencia de un experto en análisis estadístico. Si la comunidad de práctica quisiera trabajar en procesos de contratación más inclusivos, podría invitar a participar a un experto en el tema. El enfoque de INSPIRE de comunidades de práctica se basa en la experiencia que poseemos gracias al proyecto ACT (proyecto para el desarrollo de comunidades de práctica dirigidas a impulsar la igualdad de género y el cambio institucional en el ámbito de la investigación y la innovación europeas), a partir del cual documentamos las experiencias de las comunidades de prácticas en el libro de ACT.

 

Hace un año que arrancó INSPIRE. ¿Cómo ha sido su desarrollo hasta ahora?

El proyecto va muy bien. Hemos mantenido dos reuniones presenciales: la inicial en Barcelona en octubre de 2022, y la segunda en Liubliana el pasado mes de junio. También hemos organizado dos talleres de políticas: uno en Berlín, donde buscamos reimaginar un futuro más inclusivo para la investigación y la innovación, y otro en Budapest, donde compartimos historias de éxito y los últimos indicadores. Además, hemos elaborado diecisiete informes para la Comisión Europea, incluyendo seis que eran revisiones de la literatura científica publicada en este campo. Todas están disponibles en Zenodo.

 

En Budapest también se organizó, el mes pasado, la primera conferencia del proyecto. ¿Qué lecciones pueden extraerse de este encuentro?

Invitamos a expertos de primer nivel en temas como la política europea sobre igualdad de género e inclusión, políticas y legislaciones nacionales sobre igualdad en investigación e innovación o interseccionalidad, y conocimos un caso real de implementación de un enfoque de igualdad de género interseccional llevado a cabo en la Universidad de Bradford, en Reino Unido, entre otras cosas. Además, cada hub de conocimiento y apoyo —hay uno por cada una de las cuatro áreas temáticas principales— celebró una sesión creativa con representantes de las organizaciones de las potenciales comunidades de práctica. Por último, celebramos una sesión práctica conjunta en la que un asesor del Parlamento Europeo habló sobre cómo enfrentarse con efectividad a la reacción negativa de las derechas.

 

El objetivo principal de INSPIRE es crear un centro de excelencia sobre igualdad inclusiva de género en investigación e innovación. ¿Cómo podría ayudar a cerrar la brecha de género?

Puede ayudar a construir un sistema de investigación e innovación más inclusivo mediante el desarrollo de una base de evidencia científica sobre cómo elaborar planes y políticas inclusivas de igualdad de género, así como a través de mecanismos de apoyo efectivos para las organizaciones implicadas. Nuestro objetivo es brindar un enfoque integral para la transformación, convirtiéndonos en una especie de ventanilla única en la que agrupar todas las investigaciones fiables en este campo. Desarrollaremos una base de datos de expertos en cambio estructural, a la que las instituciones podrán acceder cuando necesiten apoyo práctico concreto.

 

¿Cuáles son los siguientes pasos para INSPIRE?

Estos días mantendremos una reunión con la Comisión Europea para revisar el trabajo hecho hasta el momento. Estamos solo al principio de un programa de investigación ambicioso que incluye el desarrollo de indicadores de seguimiento para la prevalencia, la implementación y el impacto de los planes de igualdad. También vamos a llevar a cabo una encuesta a escala europea y cerca de cincuenta estudios de casos de éxito de planes de igualdad, políticas de igualdad, equidad y diversidad y políticas interseccionales y regionales para una innovación inclusiva con perspectiva de género. A partir de marzo de 2024, además, las comunidades de práctica empezarán a reunirse.

 

Además de coordinar INSPIRE, ¿en qué está trabajando ahora mismo?

Estoy empezando a trabajar sobre cómo incluir la dimensión de género en los programas empresariales y de innovación tecnológica. Existe una gran variedad de programas para ayudar a académicos y científicos a transferir sus resultados y hallazgos al mercado. Teniendo en cuenta el número extremadamente bajo de mujeres en STEM (siglas en inglés de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) y de mujeres empresarias, hablamos de un área que necesita incluir la dimensión de género, tanto en términos de participación de las mujeres como de garantizar que las innovaciones reflejen la diversidad.

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