13/10/23 · Salud

«La mayoría de los pacientes de hasta 70 o 75 años tienen móvil, y esto abre muchas posibilidades»

Oriol Yuguero, director del nuevo grupo de investigación Ética, Equidad y Herramientas Digitales para la Mejora de la Salud

Oriol Yuguero es el investigador principal del nuevo grupo e-RLab del eHealth Center de la UOC

Oriol Yuguero es el investigador principal del nuevo grupo e-RLab del eHealth Center de la UOC

Oriol Yuguero, director del nuevo grupo de investigación Ética, Equidad y Herramientas Digitales para la Mejora de la Salud

 

Como una de las muchas consecuencias de la pandemia de la COVID-19, la telemedicina llegó para quedarse. Tres años después, esta nueva realidad plantea algunos beneficios para los profesionales de la salud y los pacientes, pero también muchos retos e interrogantes. ¿Es posible mejorar la alfabetización digital de los pacientes? ¿Puede la tecnología contribuir al bienestar emocional del personal sanitario? ¿Y qué usos pueden darse a los datos que se obtienen a través de los diferentes dispositivos?

Estas son algunas de las cuestiones que busca resolver el nuevo grupo de investigación Ética, Equidad y Herramientas Digitales para la Mejora de la Salud (e-RLab) del eHealth Center de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). Hablamos sobre su importancia, sus objetivos y sus retos con Oriol Yuguero, investigador del eHealth Center y responsable del grupo de investigación e-RLab.

Yuguero es también investigador en urgencias y emergencias del Instituto de Investigación Biomédica de Lleida (IRBLleida) y jefe del Servicio de Urgencias del Hospital Universitari Arnau de Vilanova, también en Lleida. Además, en los últimos tres años ha sido profesor colaborador del máster universitario de Salud Digital (E-health) de la UOC y en 2021 fue galardonado con el Premio al Investigador Joven que entrega el Instituto Catalán de la Salud (ICS). Su amplia experiencia como médico e investigador lo convierte en una figura clave para dirigir este nuevo equipo.

 

Como una de las muchas consecuencias de la pandemia de la COVID-19, la telemedicina llegó para quedarse. Tres años después, esta nueva realidad plantea algunos beneficios para los profesionales de la salud y los pacientes, pero también muchos retos e interrogantes. ¿Es posible mejorar la alfabetización digital de los pacientes? ¿Puede la tecnología contribuir al bienestar emocional del personal sanitario? ¿Y qué usos pueden darse a los datos que se obtienen a través de los diferentes dispositivos?

Estas son algunas de las cuestiones que busca resolver el nuevo grupo de investigación Ética, Equidad y Herramientas Digitales para la Mejora de la Salud (e-RLab) del eHealth Center de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). Hablamos sobre su importancia, sus objetivos y sus retos con Oriol Yuguero, investigador del eHealth Center y responsable del grupo de investigación e-RLab.

Yuguero es también investigador en urgencias y emergencias del Instituto de Investigación Biomédica de Lleida (IRBLleida) y jefe del Servicio de Urgencias del Hospital Universitari Arnau de Vilanova, también en Lleida. Además, en los últimos tres años ha sido profesor colaborador del máster universitario de Salud Digital (E-health) de la UOC y en 2021 fue galardonado con el Premio al Investigador Joven que entrega el Instituto Catalán de la Salud (ICS). Su amplia experiencia como médico e investigador lo convierte en una figura clave para dirigir este nuevo equipo.

¿Por qué es necesario contar con el grupo de investigación Ética, Equidad y Herramientas Digitales para la Mejora de la Salud?

En los distintos ámbitos de investigación del eHealth Center, con cinco años de trayectoria, es fundamental no olvidar que tras el desarrollo de la salud digital hay retos éticos que debemos afrontar. En primer lugar, para intentar que los beneficios de la salud digital lleguen a todo el mundo y evitar que se produzca una brecha digital.

Nuestro objetivo es fomentar la reflexión sobre los dilemas éticos que pueden generarse con la salud digital e implicar a pacientes y profesionales en su respuesta.

¿Por qué es primordial incluir el aspecto social en las apps sanitarias?

Porque hay que asegurarse de que el progreso que conllevan no deje a nadie atrás. Debemos involucrar a los pacientes en el diseño de las apps, para que estas sean útiles y den respuesta a problemas reales. Además, hay que intentar que puedan suponer un mayor empoderamiento de los pacientes.

¿Y promover la justicia, la equidad y la alfabetización en el acceso a la salud digital?

Promover la justicia es importante porque la salud digital puede ser una buena herramienta para favorecer el uso adecuado de los recursos y mejorar su distribución. Además, puede facilitar el acceso al sistema.

La alfabetización de la población aumenta progresivamente. Hace quince años, los pacientes de más de 65 años raramente tenían móviles. Ahora, la mayoría de hasta 70 o 75 años lo tienen, y hacen un uso aceptable de estos. Este hecho puede abrir muchas posibilidades.

Otro de vuestros objetivos es promover la telemedicina. ¿Qué pasos esperáis dar al respecto?

Esperamos promover la telemedicina especialmente en territorios con una gran dispersión poblacional. La telemedicina no debe convertirse en un sustituto de la relación asistencial, sino en un complemento que dé acceso a profesionales que de forma presencial no tendríamos. No podemos dejar que la telemedicina aleje a los profesionales de los pacientes.

¿Qué beneficios pueden obtenerse de descentralizar la atención sanitaria hacia los domicilios?

El principal beneficio es un mayor confort para los pacientes. Esto es muy importante, y se ha demostrado que una recuperación en domicilio, siempre que sea posible, supone un ahorro de recursos y una mejora de la calidad de vida del paciente. A veces, un seguimiento de constantes o una revisión del estado general pueden hacerse telemáticamente y evitar el desplazamiento hacia centros sanitarios.

¿Y qué hace falta para conseguirlo?

Sobre todo, recursos digitales y una mayor alfabetización de los profesionales. La formación es fundamental, en especial la de los médicos de familia, que son los profesionales más cercanos al paciente y a su entorno. Hay que ver la salud digital como un aliado y no como un enemigo.

Entre vuestros planes también está mejorar el bienestar emocional del personal sanitario, y para ello vais a usar técnicas de realidad virtual inmersiva. ¿Podrías hablarnos de este proyecto?

Se ha señalado que todos los profesionales sanitarios deberían tener acceso, en su jornada laboral, a un bosque para desconectar. Como no podemos construir bosques en los hospitales, vamos a intentar recrear estos y otros escenarios relajantes mediante realidad virtual inmersiva. De esta forma esperamos poder mejorar el bienestar emocional, y gracias a eso, reducir el burnout.

¿Qué importancia tiene detectar y evitar este burnout de los profesionales de la medicina para optimizar la asistencia sanitaria?

Nos encontramos ante una situación alarmante en cuanto al burnout de los profesionales de la salud. Si estos están quemados, su asistencia puede resentirse. Esto se da especialmente entre los profesionales más jóvenes.

Es necesario encontrar un enfoque multidisciplinar para dar respuesta a este problema endémico del personal sanitario en todo el mundo. El primer paso es buscar herramientas para ayudar a detectar si uno mismo presenta burnout, para poder pedir ayuda y empezar a corregirlo.

Los datos también son la clave para conocer y poder mejorar la situación de pacientes y profesionales. ¿Qué relevancia tienen en vuestro proyecto y qué uso haréis de ellos?

Los datos son una herramienta objetiva para conocer la magnitud del problema, pero también para ver si las estrategias que llevamos a cabo tienen el efecto esperado. Los datos obtenidos en los proyectos de profesionales serán anónimos y su uso se limitará a los proyectos de investigación.

¿Cuál es el perfil de los profesionales que forman el grupo y por qué se optó por estos?

Somos un grupo con perfiles muy distintos. Tenemos profesionales de atención primaria, como el cuerpo médico y el personal de enfermería, y también profesionales para los que la salud digital puede suponer un reto considerable, como los de urgencias o cuidados paliativos, pediatras o geriatras.

Profesionales que trabajan con colectivos vulnerables, que pueden beneficiarse de una asistencia que les permita estar en casa y acudir al hospital solo en situaciones muy concretas y necesarias. Esperamos que el perfil clínico y asistencial de los integrantes nos ayude a dar respuestas y aportar herramientas prácticas y útiles para todos los profesionales.

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