«Decidim permite una participación ciudadana masiva»
Rosa Borge, líder del grupo de investigación Communication Networks & Social Change (CNSC) del IN3 de la UOC
Rosa Borge, líder del grupo de investigación Communication Networks & Social Change (CNSC) del IN3 de la UOC
El 15-M impulsó un movimiento político que se tradujo, por un lado, en nuevos partidos políticos, y, por otro, en el desarrollo de herramientas de participación ciudadana orientadas a fomentar una democracia más directa, participativa y deliberativa. Una de estas herramientas es la plataforma Decidim en Cataluña, utilizada no tan solo por las administraciones públicas, sino también por entidades y asociaciones para recoger propuestas e implementar políticas decididas por la ciudadanía o los miembros de las organizaciones.
Hablamos de ello con Rosa Borge, profesora agregada de los Estudios de Derecho y Ciencia Política y líder del grupo de investigación CNSC, de investigación en cambio social y redes de comunicación, del lnternet Interdisciplinary Institute (IN3) de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).
El 15-M impulsó un movimiento político que se tradujo, por un lado, en nuevos partidos políticos, y, por otro, en el desarrollo de herramientas de participación ciudadana orientadas a fomentar una democracia más directa, participativa y deliberativa. Una de estas herramientas es la plataforma Decidim en Cataluña, utilizada no tan solo por las administraciones públicas, sino también por entidades y asociaciones para recoger propuestas e implementar políticas decididas por la ciudadanía o los miembros de las organizaciones.
Hablamos de ello con Rosa Borge, profesora agregada de los Estudios de Derecho y Ciencia Política y líder del grupo de investigación CNSC, de investigación en cambio social y redes de comunicación, del lnternet Interdisciplinary Institute (IN3) de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).
¿Qué es Decidim?
Es una plataforma de código abierto y software libre que se creó a finales de 2015 como una iniciativa conjunta entre colectivos de la sociedad civil de Madrid y de Barcelona. Eran colectivos que trabajaban de forma colaborativa y que procedían del movimiento del 15-M y del software libre, así como de las movilizaciones contra la ley Sinde, que restringía derechos digitales, y que decidieron poner en marcha esta plataforma que debía servir para la participación y deliberación política abiertas a toda la ciudadanía.
¿Cuál es su objetivo?
Fomentar la participación directa y la deliberación de la ciudadanía en las políticas públicas. Se trata de una plataforma muy flexible que permite activar distintos espacios y componentes, así como desarrollar varias aplicaciones para la participación, deliberación y transparencia política en procesos abiertos a toda la ciudadanía. Permite hacer un seguimiento de todas las actuaciones de los ayuntamientos o las instituciones públicas, por ejemplo. Pero no solo tiene usos políticos, sino que cualquier empresa, entidad u organización puede recurrir a ella para sus procesos internos, y en este sentido la plataforma contribuye a extender la democracia y la participación dentro de la sociedad civil, y también en el ámbito económico y laboral. Por parte de los gobiernos locales, uno de los usos más habituales es para procesos participativos muy decisorios e importantes, como por ejemplo los presupuestos participativos.
¿Cuál es el despliegue de la plataforma en Cataluña?
Ya hay más de un centenar de municipios que la usan, sobre todo en la provincia de Barcelona, pero también en Girona y en Lleida. En Tarragona tiene menos implantación, aunque hay municipios que la utilizan, como Reus, que la aplica desde 2017 para poner en marcha procesos participativos importantes.
¿La deliberación y la participación en línea a través de Decidim sustituyen la presencialidad?
No. En todo proceso de participación debe haber siempre una parte en línea y otra fuera de línea. El propio espíritu de la herramienta es que debe funcionar como un complemento, aunque sea muy importante, de la participación presencial. Los ayuntamientos que la usan mantienen siempre encuentros, audiencias, talleres o asambleas presenciales en los procesos de participación. La plataforma se utiliza para coordinar esos procesos y facilitar la participación en línea durante los encuentros presenciales. Pero algunos ayuntamientos despliegan procesos 100 % presenciales en los que la plataforma solo tiene una función de coordinación y organización de los actos presenciales.
Comentaba que más de un centenar de municipios en Cataluña la usan. ¿Resulta también útil para municipios con pocos habitantes?
En los municipios muy pequeños, los encuentros y procesos participativos son básicamente presenciales, pero la información del proyecto en cuestión, las actas de los encuentros, la agenda, la documentación y algunos espacios de discusión asíncronos se realizan a través de la plataforma. De hecho, la plataforma ya ha ayudado a muchos municipios a coordinar y organizar los procesos participativos en una ventana única. Para los municipios pequeños, la plataforma ha resultado muy útil para visibilizar los procesos participativos, para abrir nuevos canales en línea que antes no existían y para la coordinación interna de las distintas áreas y equipos técnicos de los ayuntamientos.
¿Qué valor añadido tiene en comparación con la participación presencial?
Decidim permite una participación ciudadana masiva, tanto en lo que respecta al número de propuestas ciudadanas que pueden recogerse como en lo referente a la discusión o deliberación de las propuestas. Es un sistema que te lo pone fácil. Puedes hacerlo en un momento que tengas en casa, o después de atender a la familia o de volver del trabajo. De hecho, se ha visto que colectivos que antes no participaban tanto, ahora sí lo hacen, como por ejemplo mujeres profesionales con hijos a cargo. Es un sistema que permite la conciliación de la participación política con la vida laboral, personal y familiar. No todo el mundo tiene tiempo de desplazarse a un centro cívico o a una biblioteca, o de participar en fin de semana, que es cuando suelen celebrarse, por ejemplo, las asambleas deliberativas presenciales.
Aun así, existen colectivos de la ciudadanía que no tienen acceso a las nuevas tecnologías. ¿Quedan excluidos de la participación?
Es cierto que en Cataluña y en España sigue habiendo brecha digital, pero también hay mucha conciencia sobre este escollo. Por eso, también, se intentan combinar los procesos en línea con los presenciales. Por ejemplo, en el caso de los presupuestos participativos, normalmente la discusión de las propuestas ciudadanas se lleva a cabo presencialmente y, después, la votación para la elección de las propuestas se hace en línea. También hay otras soluciones, como por ejemplo las implementadas por el Ayuntamiento de Barcelona, que ha sido pionero en el uso de Decidim en Cataluña: ha creado puntos de ayuda en centros cívicos, bibliotecas, hogares del jubilado, donde invita a acercarse a aquellas personas con dificultades para acceder a las nuevas tecnologías y las ayuda a registrarse. Incluso hay carretillas informativas que van por los barrios con población más envejecida o sin acceso a internet con el objetivo de informar sobre el proceso en cuestión que haya en marcha y de invitar al vecindario a participar en él.
En una plataforma como Decidim, la deliberación de las propuestas es asíncrona.
Eso es. Es un sistema en diferido que permite tener tiempo para mirar las aportaciones de los demás, pensar en ellas y hacer las nuestras. Para algunos individuos resulta más fácil hacer aportaciones muy pensadas por escrito que mantener un debate cara a cara con alguien y tener que hacer en el momento argumentaciones elaboradas. El diseño de los componentes de comentarios y de debate permite debatir dentro de la plataforma en un espacio de conversación, con hilos donde se ve la propuesta y todos los comentarios relacionados, donde la gente puede entrar a la discusión durante un periodo de tiempo. También puede respaldar las propuestas y los comentarios o mostrar su desacuerdo con ellos —talmente como una red social—. Todos estos elementos son una ventaja con respecto a la interacción presencial.
En un artículo reciente comparas Cataluña con Estonia.
Son dos países con un nivel de desarrollo tecnológico y un uso de internet muy parecido (el 90 % de la población utiliza internet o las redes sociales diariamente), pero las instituciones públicas de los dos países han optado por un desarrollo tecnológico para la democracia muy distinto. Cataluña ha apostado por poner en marcha procesos de participación en los que la ciudadanía puede intervenir en las políticas y decisiones políticas. En Estonia, en cambio, han optado principalmente por un continuismo en la democracia representativa a través del voto electrónico en todas las elecciones, y por la Administración pública digital para llevar a cabo trámites y gestiones totalmente en línea. Son dos modelos distintos que podríamos hacer converger, ya que desde la plataforma Decidim, por ejemplo, se puede poner en marcha el voto electrónico de forma segura, como en Estonia. Por el momento, en España no está permitido. En cambio, en Estonia ya hace más de diecisiete años que funciona.
Además del despliegue que tiene en Cataluña, Decidim está teniendo mucho eco internacional.
Cuenta con más de un millón de usuarios registrados en todo el mundo, y la plataforma es utilizada por más de cuarenta países. Por el momento, hay 450 instancias desplegadas, y no solo están utilizándola ayuntamientos en todo el planeta, sino también partidos políticos, como el Partido Democrático en Italia, y gobiernos regionales. Un caso que puede destacarse es la decisión del Parlamento y la Comisión Europea de emplear Decidim para desplegar procesos participativos multilingües, de amplio alcance territorial y larga duración temporal, como es el caso de la Conferencia sobre el Futuro de Europa.
UOC R&I
La investigación e innovación (I+D+i) de la UOC contribuye a solucionar los retos a los que se enfrentan las sociedades globales del siglo xxi, mediante el estudio de la interacción de la tecnología y las ciencias humanas y sociales, con un foco específico en la sociedad red, el aprendizaje en línea y la salud digital.
Los más de 500 investigadores e investigadoras y los 51 grupos de investigación se articulan en torno a los siete estudios de la UOC, un programa de investigación en aprendizaje en línea (e-Learning Research) y dos centros de investigación: el Internet Interdisciplinary Institute (IN3) y el eHealth Center (eHC).
La Universidad impulsa también la innovación en el aprendizaje digital a través del eLearning Innovation Center (eLinC) y la transferencia de conocimiento y el emprendimiento de la comunidad UOC con la plataforma Hubbik.
Los objetivos de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas y el conocimiento abierto son ejes estratégicos de la docencia, la investigación y la innovación de la UOC. Más información: research.uoc.edu #25añosUOC
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