Alimentación saludable en un solo clic: nutrición y salud en el siglo XXI

La irrupción de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) ha transformado el paradigma de la salud. Por un lado, ha permitido la digitalización del sistema asistencial con la instauración de las visitas a distancia o las recetas electrónicas; y, por otro, ha puesto al alcance de todo el mundo la información sobre los indicadores principales de la propia salud (peso, ritmo cardíaco, azúcar en sangre, etc.), lo que ha proporcionado a la población una capacidad de control sobre la salud individual. Móviles, tabletas, relojes inteligentes y aplicaciones móviles han tenido un papel clave y han permitido empoderar a la ciudadanía en estas cuestiones.

De hecho, en 2017, el doctor en Administración Pública y experto en política y planificación sanitaria de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) Frederico C. Guanais ya apuntó que el empoderamiento de los pacientes podría mejorar la calidad de la atención sanitaria, ya que permitiría descongestionar el sistema, que suele estar saturado. Aparte de los beneficios que implicaría para el sistema, el hecho de que los ciudadanos sean partícipes de su salud posibilita que tomen más conciencia y responsabilidad de todo lo que puede afectarles, física o mentalmente. En esto, la salud digital (e-healh), ámbito de investigación del eHealth Center de la Universitat Oberta de Catalunya, tiene un papel clave, ya que será el «motor de cambio hacia nuevos modelos asistenciales y de relación entre pacientes y profesionales sanitarios», según lo que opina el presidente de la Sociedad Catalana de Salud Digital, Francesc Garcia Cuyàs. Y los estudios fundamentan la opinión de Dr. Garcia Cuyàs, dado que se calcula que el 80 % de las enfermedades del futuro estarán relacionadas con nuestro estilo de vida.

Para evitar la aparición de estas nuevas patologías, o mitigar su afectación sobre la población, los expertos coinciden en que evitar la vida sedentaria es clave, además de mantener una dieta saludable. «La evidencia científica confirma el papel fundamental de la nutrición como determinante de la salud, y también se ha demostrado que el tipo de dieta puede influir en la calidad de vida y en la prevención o el desarrollo de ciertas enfermedades», expone la directora del máster universitario de Nutrición y Salud y profesora de los Estudios de Ciencias de la Salud, Alicia Aguilar Martínez.

Precisamente es en este aspecto en el que se centra el trabajo del equipo que ha diseñado la aplicación móvil y plataforma web Nutrapp, liderado por Marga Serra Alías, experta en educación nutricional para la prevención de trastornos del comportamiento alimentario y en nuevas tecnologías y salud. Esta aplicación móvil se beneficia de las ventajas que aporta la mensajería instantánea para facilitar la adquisición de nuevos hábitos. «Nutrapp utiliza un servicio de coaching nutricional online en el que los nutricionistas ayudan a los usuarios a adquirir estos hábitos proponiéndoles recetas saludables o respondiendo a sus inquietudes o dudas», detalla Serra.

Nutrapp es una herramienta pionera en la gestión de la salud individual y se adecua a los preceptos de educación nutricional que marca la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés). Según la FAO, la educación nutricional promueve los hábitos alimentarios saludables, desarrolla guías alimentarias para promover dietas equilibradas y crea ambientes favorables para una buena nutrición. De este modo, esta disciplina no se centra únicamente en la difusión de la información sobre los alimentos y sus propiedades, sino que también pone al alcance de los ciudadanos herramientas que los empoderan en su propia salud y que les permiten tomar decisiones para mejorar su nutrición.

En la línea de lo que promueve la FAO, Nutrapp fomenta una dieta saludable y permite una mayor adherencia de los usuarios y pacientes a los nuevos hábitos alimenticios que estén adoptando. Tal como explica Aguilar, «está demostrado que los hábitos alimentarios inapropiados y la disminución de la actividad física han implicado un aumento de las enfermedades crónicas vinculadas a la alimentación, como la obesidad, la diabetes o la hipertensión». Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), estas patologías, que reciben el nombre de enfermedades no transmisibles (noncommunicable diseases, en inglés, NCD), causan la muerte de más de 40 millones de personas cada año, el 70 % de las muertes mundiales.

Por ello, esta aplicación —en la que participa el equipo de nutrición de la UOC— se dirige a múltiples colectivos: desde asociaciones de enfermos, pasando por escolares, «hasta gente que vive en el extranjero pero que quiere descubrir en qué consiste la dieta mediterránea para poder seguirla», añade Serra. Para ello, el equipo de expertos que la ha desarrollado adapta los contenidos a cada usuario y crea mensajes de educación nutricional a medida.

El futuro: prevención, envejecimiento y salud planetaria

Aunque el mantenimiento de un buen estado de salud está cada vez al alcance de más gente, Aguilar afirma que aún quedan metas por alcanzar, como «identificar a los usuarios más adecuados para cada intervención o usar herramientas específicas», retos que solo podrán conseguirse «con más investigación e intervenciones más prolongadas en el tiempo, sobre muestras de población más grandes y con características como la edad o los aspectos socioeconómicos muy diversas».

Solo entonces podrá afirmarse con rotundidad que el móvil ya es el mejor aliado para gestionar nuestra salud. Aunque no hay certezas absolutas sobre el futuro, tal como ha demostrado la COVID-19, para el endocrinólogo y director de los Estudios de Ciencias de la Salud de la Universitat Oberta de Catalunya, Ramon Gomis, «la salud adoptará por completo la telemedicina, además de la participación activa de todos los ciudadanos en su propia salud». A pesar de estos cambios de formato, el Dr. Gomis reconoce que los tres principales ejes de la salud se mantendrán: «seguiremos con la medicina de prevención, el envejecimiento saludable y la atención a la salud del planeta».