«Las empresas valoran la capacidad de integración rápida de los estudiantes a los puestos de trabajo»

 

En una nueva cotidianidad pandémica, en la que todo está aún más volcado en el mundo digital, los profesionales del empleo buscan cada vez más perfiles de personas que no solo puedan organizar bien el propio trabajo, sino que también tengan la inquietud de poder adaptarse constantemente a entornos cambiantes. Hablamos de cómo dialogan el mundo educativo y el profesional con Elsa Puig, cazatalentos (headhunter) en Entretalent, una entidad de gestión y formación de personas y habilidades profesionales. Puig a menudo selecciona a graduados de la UOC para ofertas laborales, y recomienda la universidad a varias empresas para la formación de sus empleados.

 

En una nueva cotidianidad pandémica, en la que todo está aún más volcado en el mundo digital, los profesionales del empleo buscan cada vez más perfiles de personas que no solo puedan organizar bien el propio trabajo, sino que también tengan la inquietud de poder adaptarse constantemente a entornos cambiantes. Hablamos de cómo dialogan el mundo educativo y el profesional con Elsa Puig, cazatalentos (headhunter) en Entretalent, una entidad de gestión y formación de personas y habilidades profesionales. Puig a menudo selecciona a graduados de la UOC para ofertas laborales, y recomienda la universidad a varias empresas para la formación de sus empleados.

La universidad debe tener un rol facilitador: aportar a los estudiantes lo que se necesita en el entorno laboral. Como universidad, hay que hacer un esfuerzo por mantenerse al día, escuchando a las empresas y al entorno, renovando continuamente programas formativos para adaptarlos a las demandas de las organizaciones, que en la actualidad son muy cambiantes. 

Además de impartir contenidos de diferentes especialidades, debe integrarse más formación de desarrollo de competencias interpersonales e intrapersonales. Las universidades en general deberían ofrecer una formación más integral, e incidir tanto en los aspectos intelectuales como emocionales de sus estudiantes, aportando un valor añadido.

Las empresas valoran la capacidad de integración rápida de los estudiantes en los lugares de trabajo y que puedan aportar visiones y maneras de hacer distintas. Es por esta razón que la actualización de programas formativos será un aspecto relevante, además de la aportación de un amplio abanico de medios de aprendizaje. La flexibilidad horaria que ofrezca la universidad también será un elemento decisorio a la hora de apostar por la inversión en formación de sus empleados.

Por otro lado, aparte de impartir contenidos alineados con las necesidades de las empresas, las universidades que aporten planes de entrenamiento en habilidades de inteligencia emocional, dentro de sus especialidades, aportarán un valor apreciado por las empresas.

La UOC permite la flexibilidad del alumnado para organizarse los horarios y poder estudiar desde cualquier lugar. Permite el aprendizaje sobre la base de una evaluación continua, y ofrece, asimismo, un amplio abanico de especialidades y asignaturas que permiten dar respuesta a la curiosidad y el aprendizaje continuo. Aparte, ofrece unos servicios de apoyo a los estudiantes para facilitar su transición al mundo laboral.

Cualquier persona que sale al mundo laboral debe tener competencias como capacidad de adaptación a los cambios, flexibilidad, creatividad, empatía, espíritu crítico para innovar y buscar soluciones a problemas que van apareciendo, y también capacidad de trabajar en equipo e interés por el autodesarrollo. Pero los graduados en línea destacan especialmente por su mayor capacidad de autogestión y autoaprendizaje, disciplina, automotivación, proactividad en la búsqueda de información para resolver problemas y habilidad en el uso de herramientas digitales.

Son personas habituadas al proceso de autoaprendizaje, a buscar alternativas cuando no saben algo, a encontrar soluciones de manera más proactiva y a mostrar mayor apertura a aprender nuevas cosas de manera continua. Si son personas que han compaginado estudios y trabajo, aportan capacidad de trabajo y más entrenamiento en la gestión del tiempo.

Sí; sin duda ha cambiado la dinámica de los procesos de selección. Desde Entretalent ya estábamos acostumbrados a hacer procesos de selección a distancia, videoentrevistando a personas ubicadas en diferentes continentes y haciendo pruebas de evaluación en línea. En los últimos meses todos los procesos de selección se han gestionado en línea. 

Hay que tener en cuenta que en los procesos de selección en línea se pierden factores relevantes, especialmente variables de cuidado de imagen personal y de comunicación no verbal. Se trata de elementos que deben ser compensados con un abanico más amplio de técnicas de evaluación psicoprofesionales por parte de los profesionales de selección.

Sin duda seguirán surgiendo más posiciones 100 % digitales. La pandemia ha acelerado este proceso: las empresas que se resistían a hacer estos cambios ahora han visto que son posibles y que les aportan ventajas. Ahora, estas posiciones 100 % digitales nos abren un nuevo reto, que es facilitar la integración y la cohesión de equipos de trabajo y el compromiso y la identificación de los trabajadores con la empresa.

Los graduados en línea estarán más habituados a sentirse parte de un grupo que trabaja en línea, habrán desarrollado más habilidades para relacionarse en el ámbito digital y no sentirán tanto la limitación de la distancia física.

Aparte de los profesionales sanitarios, por la situación excepcional que estamos viviendo, hay una alta demanda de los perfiles de tecnología de información —aplicaciones y sistemas facilitadores del teletrabajo, inteligencia artificial, macrodatos, ciberseguridad—, de profesiones vinculadas con el control financiero y de profesiones de desarrollo o reinvención de negocios (marketing digital, ventas y desarrollo de experiencia de cliente). 

Sin duda que los valoran, ya que tenemos que ir aprendiendo continuamente y necesitamos ejercitar nuestro cerebro. El mundo cambia muy rápidamente y hay que ganar habilidades para adaptarse a los cambios cada vez con mayor agilidad: hay que desaprender y aprender todos los días. 

El proceso de aprendizaje continuo hace que el cerebro se mantenga en forma. El cerebro es como un músculo y requiere de gimnasia cerebral. Un cerebro estimulado da mejores resultados, es más creativo y productivo. La agilidad mental aporta un valor diferencial a las organizaciones para hacer frente a nuevos escenarios.