La UOC organiza un debate electoral en Barcelona sobre economía de plataforma
Las candidaturas municipales coinciden en que hay que respetar los derechos sociales, laborales y digitales de las personas
El pasado 16 de mayo tuvo lugar un debate sobre políticas de economía digital en Barcelona con las principales candidaturas a las elecciones municipales. En el acto, que se celebró en el Colegio de Periodistas de Cataluña, se hicieron propuestas sobre las posibilidades de desarrollo de las llamadas economías de plataforma y colaborativas, aquellas en las que los usuarios interaccionan por medio de una plataforma digital. Organizó el acto el grupo de investigación Digital Commons (Dimmons), del Internet Interdisciplinary Institute (IN3) de la UOC, con la colaboración de BarCola, un nodo sobre economía colaborativa y producción orientada a los bienes comunes en Barcelona. Participaron en el debate Joan Subirats (Barcelona en Comú, BComú), Biel Figueras (Junts per Catalunya, JxC), Eva Baró (Esquerra Republicana de Catalunya, ERC), Montserrat Ballarín (Partit dels Socialistes de Catalunya, PSC) y Ricard Vilalta (Candidatura d'Unitat Popular, CUP), y Mayo Fuster, investigadora principal de Dimmons, fue la encargada de moderarlo. Todos los partidos con representación en el consistorio fueron invitados a participar. También intervinieron en el acto especialistas en el ámbito de la economía digital.
Retos y oportunidades
Para situar el debate, Mayo Fuster comenzó reflexionando en torno a que «la economía de plataforma está creciendo de manera exponencial como modelo económico, con impacto en la actividad económica y potencial transformador en las ciudades». Los participantes políticos coincidieron en las elevadas limitaciones legales del ámbito local e incidieron en la necesidad de más liderazgo de los municipios. Joan Subirats, de BComú, opinó que las ciudades no pueden refugiarse en la falta de competencias, sino que deben actuar: «El Ayuntamiento de Barcelona se ha implicado estos cuatro años con la Sharing Cities Summit. La capacidad municipal implica llevar la economía digital a ámbitos que afectan la vida de los ciudadanos y fomentar modelos alternativos». Biel Figueras, de JxC, dudó de la utilidad de generar alianzas entre ciudades y propuso aumentar la tasa turística. La creación de un cuerpo de inspectores de trabajo complementario para detectar antes casos irregulares fue propuesta por Eva Baró, de ERC. Ballarín, del PSC, cree que la economía digital es una fuente de generación de oportunidades laborales y defendió un salario mínimo de referencia de 1.200 euros e incrementar las inspecciones laborales. Ricard Vilalta, de la CUP, comentó que la regulación de la economía de plataforma implica priorizar los derechos de las personas.
¿Cómo afrontar los impactos disruptivos de las plataformas digitales?
En el segundo bloque, Mayo Fuster contextualizó el impacto socioeconómico que tienen en Barcelona plataformas como Cabify, Uber, Airbnb, Home Exchange, Glovo o Deliveroo, así como los movimientos sociales que se han organizado a raíz de la aparición de estas plataformas. Como muestra, las huelgas convocadas por el conflicto entre los taxis y los VTC. En cuanto a regulación, todos los candidatos presentes coincidían en que las empresas de economía de plataforma deben respetar las leyes locales, entendiendo la diversidad de contextos. Vilalta (CUP) defendió la creación de un sector público fuerte que garantice condiciones laborales dignas. Según la formación, «la definición de trabajador por cuenta ajena es lo suficientemente amplia y solo hay que hacer cumplir la legislación vigente». El candidato de la CUP propuso prohibir las viviendas de uso turístico e iniciar un plan de emergencia habitacional. Ballarín (PSC) señaló que determinadas regulaciones dependen de la Unión Europea y destaca el valor de la alianza en Barcelona entre cerca de 50 ciudades con la firma de la declaración de Ciudades Colaborativas. La candidata socialista añadió la necesidad de crear un punto de información a la ciudadanía sobre políticas de datos personales y la creación de una tasa finalista para la última milla —la entrega de los productos comprados en las plataformas—, para dinamizar el comercio de proximidad urbano y reducir los impactos negativos sobre el medio ambiente. Desde ERC, Eva Baró llamó a encontrar soluciones ad hoc, y propuso un plan de choque para identificar viviendas turísticas ilegales reforzando la plantilla de inspectores y visualizadores y el despliegue de vigilancia sobre la regulación y como se aplica a hogares compartidos. Biel Figueras (JxC) sugirió aumentar la tasa turística y fijar el uso turístico solo para la primera vivienda. Joan Subirats, de BComú, puso énfasis en la difícil tarea de regular la economía de plataforma y detalló que se están plataformizando sectores estratégicos y «la capacidad de regulación es más difícil». Para el candidato, «vivienda, movilidad y distribución son temas clave para el Ayuntamiento», por lo que «hemos cerrado 4.900 pisos turísticos ilegales y apoyado plataformas con impacto positivo como Fairbnb (una plataforma de alquiler vacacional sostenible)».
Modelo empresarial y ocupacional
En el último bloque se trató de qué innovaciones públicas se quieren impulsar y se resaltó la labor municipal de mejorar las condiciones de vida en la ciudad. Joan Subirats entiende que se deben utilizar las instituciones como herramientas de transformación social y mencionó la plataforma ciudadana de acción en los barrios que se ha incorporado en este último mandato, Decidim Barcelona. Con una mirada a largo plazo, Biel Figueras propuso una ampliación de la futura T-Movilidad, que incluya plataformas de economía digital de transporte público y taxi. Eva Baró resolvió que el primer paso para hacer una política colaborativa es transformar las estructuras creando sinergias entre administraciones, «siempre en beneficio del ciudadano». Desde ERC proponen establecer con la Generalitat un sello de calidad de economía colaborativa para identificar «las plataformas que respeten los derechos laborales y el uso de datos». Por otra parte, Montserrat Ballarín puso la mirada en el talento barcelonés y cómo el Ayuntamiento puede contribuir a su desarrollo, «para que el Facebook o el Google del futuro se creen en Barcelona». Ricard Vilalta aportó que «es imprescindible romper dinámicas de las plataformas extractivistas impulsando medidas de empoderamiento digital y soberanía tecnológica».
Mayo Fuster aprovechó para convocar a las candidaturas a un encuentro poselectoral en el Smart City Expo World Congress 2019, que se celebrará del 19 al 21 de noviembre en Barcelona. Investigadores, organizaciones, gobiernos y sociedad civil participarán en las actividades del Sharing Cities Stand Lab 2019 para definir el plan de acción para 2020 sobre economía de plataforma y colaborativa.
Recursos
- Declaración del foro Procomuns de cocreación de políticas públicas en materia de economía colaborativa (2016). <http://procomuns.net/ca/politiques/>
- Declaración de principios y compromisos de las ciudades sobre la ciudad inteligente, resultante de la Sharing Cities Summit (Barcelona, 2018). <http://www.share.barcelona/declaration/>
- Investigación del ámbito: Dimmons (Fuster Morell ed.) (2019). Sharing Cities: una visión global de las ciudades y local de Barcelona sobre políticas de economía de plataforma y colaborativa. Barcelona: Editorial UOC. <http://dimmons.net/llibresharingcities/>
- «47 medidas para el empoderamiento digital en los municipios» <https://apoderamentdigital.cat/>
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