Los mediadores nocturnos reducen un 80 % los conflictos turísticos en Platja d'Aro
En dos años, esta población ampurdanesa consigue la convivencia entre la fiesta de los más jóvenes y el descanso de los vecinosEl municipio de Platja d’Aro, en Cataluña, ha sido pionero poniendo en marcha, hace dos años y por primera vez en Cataluña, un servicio de mediación en las zonas de ocio nocturno. El objetivo era evitar problemas de convivencia entre vecinos y usuarios de pubs y discotecas, y el resultado es más que evidente. El profesor de los Estudios de Derecho y Ciencia Política de la UOC, Xavier Pastor, constata que la prueba piloto puesta en marcha en 2016 logró reducir las denuncias a la policía a la mitad; y el siguiente año, del 50 % que aún se mantenían vivas, la tarea de los mediadores logró reducirlas un 30 %.
Unos quieren descansar; los otros, divertirse. La música hasta altas horas de la madrugada, el consumo de bebidas alcohólicas en la calle, los gritos y los comportamientos incívicos deben convivir con las horas de sueño y descanso de los vecinos.
Para el profesor del máster de Gestión y Solución de Conflictos de la UOC, la actuación mediadora hace ganar calidad a la oferta municipal en general, «pero es especialmente necesaria en los intensos meses de verano, ya que ayuda a reducir las molestias y quejas por la actividad de terrazas musicales, pubs y discotecas y de sus usuarios», explica.
Los mediadores hacen posible el diálogo
Los expertos en gestión de conflictos detectan el problema y las personas implicadas y afectadas lo analizan teniendo en cuenta los factores estructurales, culturales y de comportamiento, y averiguan qué se ha hecho hasta el momento para intentar gestionarlo. El siguiente paso es hablar con los usuarios del ocio nocturno, con los responsables de los locales y con los vecinos molestos y hacer posible el diálogo entre todas las partes.
«Habitualmente esta comunicación es nula antes de la llegada de los mediadores nocturnos», explica Pastor. En cambio, con la aparición de estos profesionales, «se da este espacio de diálogo que permite humanizar el problema y hacer posible el compromiso para la búsqueda de soluciones».
Para el experto en resolución de conflictos de la UOC, «no se trata de hacer desaparecer unos locales, sino de reconducir formas de pasarlo bien y disfrutar del ocio diurno y nocturno, especialmente en verano». Constata, sin embargo, que el trabajo del mediador finaliza cuando se detecta agresividad, momento en que «hay que recurrir a los agentes policiales», alerta.
Castelldefels y L'Hospitalet optan por el mismo modelo
Pastor opina que es decisión política y estratégica del municipio elegir qué tipo de turismo quiere recibirse, teniendo en cuenta que supone una fuente de ingresos económicos relevante. Volviendo a Platja d’Aro, el profesor de la UOC constata que es un claro ejemplo de municipio que ha elegido un modelo de turismo que concilia fiesta y descanso gracias a su apuesta por trabajar con todos los agentes implicados.
Así, cada vez son más los municipios que contratan a profesionales de la gestión de conflictos y mediación para zonas de ocio nocturno. Es el caso de Castelldefels y L'Hospitalet de Llobregat. En el primer municipio, se puso en marcha una prueba piloto entre marzo y abril, con una efectividad del 100 %, es decir, se solucionaron todas las quejas que se manifestaron en este periodo. Tanto es así que este julio y agosto está en marcha un nuevo servicio de mediación nocturna. En el caso de L'Hospitalet, se está llevando a cabo una prueba piloto en los meses de junio y julio de un servicio de gestión de conflictos en zonas de ocio nocturno. En concreto, los profesionales trabajan en la avenida del Carrilet y las calles colindantes, donde está la Sala Salamandra, un local que tiene que convivir con el descanso de los vecinos que viven al otro lado de la calle.
La formación, clave para que la mediación llegue a buen puerto
Precisamente, los profesionales que trabajan como mediadores en Platja d’Aro y L'Hospitalet han cursado el máster de Gestión y Solución de Conflictos de la UOC. Esta formación los capacita para analizar las situaciones y los conflictos que se producen en las zonas de ocio nocturno, tanto en el espacio público como de la actividad de los locales, a la vez que aprenden a diseñar intervenciones y planes de actuación, y son capaces de establecer puentes de comunicación entre los cuerpos de seguridad y los propietarios y profesionales de los locales de ocio nocturno cuando sea necesario.
«La formación y la capacitación profesional son clave para adquirir y transmitir la cultura de paz, imprescindible para el progreso social», explica la profesora Blanca Torrubia, directora de este máster. Este programa formativo, que tiene también una especialidad de mediación deportiva, está ligado a la Cátedra UNESCO de Deporte para la Coexistencia Social y la Resolución de Conflictos.
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