2/5/17 · Economía

Guía de buenas y malas prácticas de LinkedIn

LinkedIn está de aniversario. Hace catorce años que apareció y cinco que llegó a España.
Foto: Flickr: Ben Scholzen / (CC)

Foto: Flickr: Ben Scholzen / (CC)

Y en vez de ir a menos como les pasa a algunas redes sociales con el tiempo, que pasan de moda, LinkedIn continúa en plena forma.

Actualmente es la red profesional más importante del mundo. Ya supera los 500 millones de usuarios y está presente en más de 200 países. Las cifras que da LinkedIn son espectaculares: más de 10 millones de ofertas de trabajo activas, acceso a más de 9 millones de compañías y más de 100.000 artículos publicados cada semana. «Una comunidad profesional de estas dimensiones no había existido nunca antes», aseguran desde la misma plataforma.

Con todas las posibilidades que pone a nuestro alcance LinkedIn, ¿sabemos aprovechar lo suficiente todo su potencial? ¿Qué es imprescindible y qué deberíamos evitar para tener un buen perfil en LinkedIn? La experta Gina Aran, profesora colaboradora del máster de Dirección y Gestión de Recursos Humanos de la UOC, hace diez recomendaciones para mejorar nuestro perfil y sacarle más partido.


Buenas prácticas para mejorar el perfil

  1. Tener un perfil bien completado. No es conveniente tener el perfil de cualquier manera. Hay que cuidar todos los detalles para que el perfil destaque por encima de los demás e ir actualizándolo con información relevante y sobre todo convincente. Aran destaca la importancia de «fijarnos en todas las secciones que ofrece».
  2. Utilizar palabras clave o keywords relacionadas con nuestro ámbito profesional, es una de las herramientas más utilizadas por los responsables de selección para encontrar candidatos. Los reclutadores dedican muy poco tiempo a cada perfil y es importante que te encuentren fácilmente. Una estrategia puede ser combinar al menos el castellano y el inglés. Además, en la descripción hay que poner la profesión.
  3. Mantenerse activos, el perfil ha de ser dinámico: publicar regularmente y participar en grupos afines.
  4. Cuidar los contactos comentando, recomendando, conversando, validando, agradeciendo o presentándolos entre ellos. En definitiva, construir una buena red de contactos.
  5. Compartir información profesional relevante y no incluir información personal ni sobre nuestras aficiones. Es importante no confundir nuestra identidad personal con la profesional.


Malas prácticas que hay que evitar

  1. Tener un perfil sin foto es poco adecuado porque es fundamental para que los contactos nos puedan identificar. Ahora bien, no puede ser una foto cualquiera y hay que recordar no poner imágenes en las que estemos en contextos poco formales o lúdicos, ni con la pareja o la familia.
  2. Evitar enviar invitaciones de contacto impersonales. Es mejor buscar intereses en común con la persona con quien te gustaría establecer contacto para poder enviar mensajes más personalizados.
  3. Vender tu producto o servicio justo después de que te hayan aceptado la invitación ofrece una mala imagen.
  4. Producir correo basura y enviar mensajes a los contactos ofreciéndoles cualquier producto de manera masiva produce el efecto contrario al buscado: en vez de generar la atención del contacto, normalmente provoca que se borre el correo sin leerlo siquiera.
  5. Las recomendaciones de otros contactos aportan un valor añadido al perfil, sobre todo si son antiguos jefes, pero no es conveniente pedir a desconocidos que te recomienden, podrías vincularte a personas con mala reputación.

A principios de este año LinkedIn incorporó algunos cambios en el formato, que hacen la plataforma más parecida a una aplicación móvil. En este nuevo diseño se han eliminado algunos elementos como la opción de búsqueda avanzada o la sección Alumni para buscar antiguos compañeros de estudios. El extracto ahora está en el recuadro principal y, por defecto, solo se ven dos líneas del texto, por lo cual ahora son «más estratégicas», remarca Gina Aran.

En el nuevo formato también se da más importancia a la actividad reciente, la experiencia solo aparece desarrollada, por defecto, la primera, y las aptitudes ya no se ven todas sino que se destacan solo tres y de manera menos visual. Además, las recomendaciones se han reubicado y ya no  están bajo cada experiencia sino que están todas al final. Se ven tanto las recomendaciones que hacemos como las que recibimos, lo cual «promueve que estemos más activos recomendando», explica Aran.

Expertos UOC

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