23/3/15

Un mal uso del grupo de Whatsapp de la escuela puede perjudicar a los hijos

Pero cuando se trata de hijos, la mayoría de los padres quieren estar tan involucrados e informados como sea posible, ¿y qué mejor que unirse a un grupo de WhatsApp de la escuela? La responsabilidad de los hijos queda entonces relegada a pedir a los padres que envíen un whatsapp.Así los niños resuelven la duda y convierten a los padres en una especie de agenda escolar. Nati Cabrera, profesora de los Estudios de Educación y Psicología de la UOC, alerta de que «no es bueno que los padres asuman total o parcialmente las responsabilidades de los niños. El proceso educativo y madurativo lo tienen que hacer ellos y los padres tienen que acompañarlos, guiarlos, pero no hacerles el trabajo».

«Con una actitud sobreprotectora, los pares pueden perjudicar la autonomía y la responsabilidad de los niños en sus tareas escolares si el uso que se hace es inadecuado»; y añade que «los padres piensan que ayudan al niño o la niña facilitándoles en exceso el camino, pero no es así, les impiden que hagan suyas las responsabilidades que les corresponden, porque los acostumbran a que todo lo relativo a los deberes esté controlado por los padres» considera Nati Cabrera.

Evitar la caída no suele ser bueno. Para la experta, «no se puede facilitar tanto el camino a los niños, si un día se equivoca y no estudia los temas que entran en el examen, el próximo día estará más atento». El propio camino les ayuda a ser más fuertes y más maduros, «todo lo que rodea las tareas educativas también son acciones, actitudes que les hacen crecer y madurar, y los educa».

Seguramente, también los padres se tienen que educar en este tipo de ámbitos, usos y prácticas vinculados al WhatsApp, a la escuela y a los deberes de sus hijos. Para Núñez, «hay que tener muy presente que estos nuevos espacios de comunicación son "persistentes", no se borra lo que se dice, se reenvía fácilmente de móvil a móvil y no sabes nunca quién lo puede acabar viendo». De hecho, añade «pueden ser herramientas muy útiles para comunicar, organizar y estar al día, pero también es fácil pasar a la indignación, la crítica irreflexiva contra profesores o a discusiones y generalizaciones que calientan los ánimos de los grupos de madres y padres». El sociólogo apuesta por una serie de normas y actitudes para los padres para hacer un buen uso de un grupo de WhatsApp en la escuela:

  • Ser respetuoso, no hacer comentarios ofensivos de ningún tipo.
  • No precipitarse en los comentarios, dejar pasar un tiempo prudencial antes de responder: no responder whatsapps en caliente.
  • Poner en entredicho la credibilidad de los contenidos, asegurar su veracidad y no hacer juicios de valor previos.
  • Evitar alarmas innecesarias: lo que afecta a individuo no tiene por qué afectar a todo el mundo.
  • Vigilar con el etiquetado, no crear imágenes falsas de las personas (profesores, estudiantes, madres o padres).
  • Tener presente la descontextualización, es decir, dar importancia al contexto de producción, recepción y reproducción de las noticias o comentarios.
  • No explicar cuestiones personales ni enviar mensajes basura (fotos, chistes o «memes» que a nosotros nos parecen divertidos).
  • Evitar discusiones personalizadas.
  • Tener presente «el efecto tamaño»: un comentario irrespetuoso en un espacio público (como WhatsApp) toma una dimensión que escapa de nuestro control.
  • Pensar en la imagen personal y familiar que se transmite.

Nati Cabrera considera que «el problema no es el instrumento sino el uso que de él se hace: una cosa es mantener buenas relaciones con la comunidad de padres y otra convertir la relación entre padres en una agenda paralela que evite que los niños hagan el esfuerzo que han de hacer para asumir sus responsabilidades», concluye la experta.

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