18/7/11

«La UOC es un buen modelo educativo para instituciones similares»

Fabrice Hénard y Fernando León

Fabrice Hénard y Fernando León

En la primera fase del proyecto Calidad de la enseñanza de la educación superior, concluida en 2009, se examinaron unas cincuenta iniciativas de veintinueve instituciones de todo el mundo, y se definieron las iniciativas y las políticas básicas que mejoraban la calidad de la educación superior. ¿Cuáles eran estos aspectos clave?
Fabrice Hénard [FH]. Por una parte, se destacó la importancia de establecer sinergias entre la tecnología, los recursos humanos, los medios de aprendizaje y las políticas de apoyo al estudiante; por otra, que, si bien la calidad de la enseñanza depende de la calidad del profesorado, hay otros aspectos determinantes, como la implicación de las partes interesadas de la universidad ?rectorado, decanos, personal y estudiantes?, con el fin de sobresalir en esta calidad. Más allá del profesorado, todos los actores tienen una parte de responsabilidad en mejorar la calidad de la enseñanza. Un profesor puede estar muy cualificado, pero si llega a una institución en la que el resto de las partes interesadas no ayudan, sus cualificaciones no serán una garantía de éxito. Por último, también se apuntó la dificultad de las instituciones para medir la relación entre el esfuerzo de dar una enseñanza de calidad y los resultados educativos obtenidos. Nadie sabe exactamente cómo funciona esta «caja negra», aunque algunas instituciones han desarrollado maneras de evaluar cuantitativamente los resultados de su enseñanza y discutir a posteriori los datos con sus académicos para encontrarles el sentido.
¿Cómo creen que la UOC afronta estos tres aspectos?
Fernando León García [FLG]. La UOC es una universidad que tiene muy bien definidos sus objetivos y el modelo que quiere utilizar para conseguirlos. Comparada con muchas otras instituciones, por la forma en la que está constituida, tiene un modelo muy claro con respecto a la educación, el rol de los estudios y el apoyo que ofrece a los estudiantes. Por lo tanto, es un caso claro de buena relación entre una enseñanza lograda y un aprendizaje logrado. La calidad de la enseñanza va directamente relacionada con la calidad del aprendizaje y los buenos resultados, y eso es lo que encontramos en la UOC. Es obvio que todavía debe hacer frente a algunos retos, pero es un buen ejemplo para instituciones similares en lo relativo a cómo se debe enseñar. Lo que hemos encontrado aquí es un estudio de caso muy bueno.
¿Cuáles son los retos pendientes?
[FLG]. La UOC recibe cada vez más el interés de adultos que trabajan y también de jóvenes que provienen de un modelo educativo tradicional. La manera de aproximarse a uno y otro grupo no tiene que ser necesariamente la misma. Por otra parte, la UOC está diversificando los idiomas en los que enseña, y utiliza el catalán, el castellano y el inglés, lo cual es un reto para cualquier institución. También está la necesidad continua por parte de los estudios de encontrar una orientación constante. La clave del éxito de la UOC es la importancia que se ha dado a quién enseña y a cómo lo hace. A medida que la UOC crece y enseña en diferentes lenguas, debe tener presente que la orientación de los estudios hacia el profesorado sigue presente. La UOC quiere ser una institución global. Por tanto, tiene que adaptarse a lo que significa ser global y llegar a más estudiantes, no necesariamente en Europa, sobre todo con respecto a los materiales de apoyo.
¿A qué conclusiones han llegado en esta segunda fase del programa?
FH. En líneas generales, podemos apuntar que, en la actualidad, y a pesar de los recortes de presupuestos y recursos, se puede mejorar la calidad de la enseñanza aumentando la colaboración entre académicos y definiendo muy claramente qué enseñamos, cómo lo hacemos y cuál es nuestro propósito. Estos factores, que pueden parecer cuestiones ingenuas, son cruciales y a menudo se dejan de lado. En este sentido, pues, los académicos tienen que reflexionar sobre cuál es su papel en la educación, más allá de la investigación, porque ello beneficia a la institución y a sus resultados. También es importante, relacionándolo con uno de los puntos de la primera cuestión, que las partes interesadas de la universidad creen el ambiente adecuado a fin de que los académicos puedan llevar a cabo su labor.
Los datos obtenidos con el estudio de caso de la UOC ¿en qué medida pueden ser útiles para universidades que enseñan siguiendo un modelo tradicional?
[FLG]. Por ejemplo, si una universidad que hasta ahora ha seguido un modelo tradicional quiere incluir el aprendizaje virtual entre sus propuestas educativas, la UOC puede ser un buen ejemplo para ella, aunque no podemos decir que lo que es bueno para la UOC lo sea necesariamente para otras instituciones. Aun así, creo que la UOC es un ejemplo de la manera de acercarse a la enseñanza y al aprendizaje, de la manera de definir cuál tiene que ser el perfil y la orientación de sus estudios y de la manera de implementar la tecnología. Todos estos aspectos pueden ser, potencialmente, útiles para una universidad convencional que quiera ir en esa dirección.
¿En el futuro, el número de universidades que sigan solo el modelo del aprendizaje virtual crecerá o se tenderá más hacia un modelo híbrido de universidades convencionales con oferta de aprendizaje virtual?
FLG. En primer lugar, el modelo de aprendizaje virtual y el modelo híbrido no sirven para todo el mundo. Del mismo modo que tampoco el modelo convencional sirve para todos los públicos. Diferentes tipos de estudiantes requieren diferentes tipos de enseñanza. Actualmente hay muchos estudiantes potenciales a los que no se les atiende porque no hay bastantes alternativas híbridas o de aprendizaje virtual. Por tanto, por una parte, estos modelos crecerán en todo el mundo. Pero el incremento dependerá de la región del mundo, porque hay sitios en los que se está más acostumbrado «a ver y tocar» al profesorado, por así decirlo. En los Estados Unidos y en el Reino Unido estos modelos han crecido exponencialmente, pero allí están muy acostumbrados a trabajar virtualmente y a aceptar este sistema de recibir información. En Europa todavía hay campo por recorrer. En Latinoamérica, en cambio, el modelo es más tradicional. Por lo tanto, creo que el aprendizaje virtual se incrementará, pero dependerá del contexto.
¿Cómo afecta a la calidad de la enseñanza el hecho de que se haga a distancia?
FH. En el caso de la UOC, como no tenía cargas previas en el momento de crearla, la universidad ha podido invertir en la calidad de la enseñanza y seguirla de cerca. En este aspecto ha sobresalido. Con respecto a universidades con más tradición, hay que decir que también se ha movido más para conseguir calificaciones y sellos de calidad para sus estudios. Por lo tanto, lo que en un principio puede parecer un problema, se ha convertido en un punto favorable.

[FLG]. El hecho de que sea a distancia no tiene que afectar a la calidad de la educación. Afecta al método utilizado para aproximarse al estudiante, pero si el objetivo de lo que hay que enseñar está claro, da lo mismo que la educación sea presencial o no. Por otra parte, hay numerosos estudios que sostienen que el estudiante a distancia está mucho más motivado que el presencial y obtiene mejores resultados.
Las conclusiones del programa que están desarrollando y las especificidades de cada estudio de caso se presentarán en los días 5 y 6 de diciembre en Mexicali, México, en el marco de la conferencia anual del IMHE-OCDE, este año titulada What Works in Higher Education. También se darán una serie de recomendaciones a universidades y gobiernos para mejorar la calidad de la enseñanza superior. ¿Son optimistas con relación al seguimiento de las recomendaciones de la OCDE?
FH. El propósito de la OCDE es diagnosticar y destacar las mejores prácticas para conseguir políticas mejores y, en última instancia, poder vivir mejor. Es la única organización que lo hace en el ámbito educativo a gran escala y que tiene una cobertura mediática importante, por lo que sus propuestas tienen resonancia y son poderosas. Pero el papel de la OCDE es más dar el tono, y no tanto dar directrices, y al cabo de algunos años comprobar si se han seguido o no.

[FLG]. En el caso de la UOC, el estudio en el que se ha basado el proyecto se ha centrado en la calidad de la enseñanza. En otras instituciones el foco de estudio han sido otros aspectos. Las conclusiones finales del estudio irán en beneficio propio de cada institución, y, en este sentido, estoy convencido de que las aplicarán, porque les servirán para mejorar lo que hacen, no porque desde la OCDE se les imponga nada en concreto. En el ámbito institucional se verán cambios específicos para bien; en el ámbito general se tardará más.

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