Desde la pandemia de la COVID-19, se ha producido un aumento de problemas de salud mental tales como la ansiedad y la depresión, especialmente entre los jóvenes. En este contexto, el clúster ODS 3 de la IAU sobre Salud y Bienestar, liderado por el eHealth Center de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), en colaboración con la Asociación Internacional de Universidades (IAU), ha estado explorando las distintas formas en las que las universidades apoyan la salud mental en la institución y dentro de sus comunidades universitarias.
Este trabajo ha culminado con la celebración de dos seminarios web mundiales los días 1 y 3 de octubre de 2024, previos al Día Mundial de la Salud Mental, en los que se han analizado temas de innovación, mejores prácticas adoptadas, retos actuales y planes para el futuro.
Lecciones aprendidas y casos de éxito
Se ofreció a las universidades una plataforma para compartir no solo las lecciones aprendidas, sino también los éxitos logrados en la promoción de la salud mental. La Western Sydney University (WSU), de Australia, ha destacado con su marco de cuatro pilares para la salud mental, que abarca la prevención, la promoción, la intervención temprana y la respuesta sistémica.
Steve Lee, director del equipo de Salud Mental y Bienestar de la WSU, se refirió a la necesidad de un planteamiento global e impulsado por la comunidad: "Nuestra estrategia identifica oportunidades sistémicas para que el personal y los estudiantes creen conjuntamente planes que reconozcan nuestra resiliencia como comunidad, promuevan la seguridad y el bienestar y prevengan la enfermedad mediante la intervención temprana y la respuesta sistémica". Este planteamiento subraya la importancia del trabajo colectivo, que ha sido un factor significativo para lograr el éxito en las iniciativas de salud mental.
Ellen Brackenreg, directora ejecutiva de Equidad, Diversidad, Seguridad y Bienestar de la WSU, insistió en el valor de la colaboración y la escucha: "Uno de los aprendizajes clave es que tenemos que escuchar la voz de la experiencia vivida. Debemos crear programas juntamente con nuestro personal y nuestros estudiantes, dedicando el tiempo necesario para comprender todo aquello que marque una verdadera diferencia para ellos". Estas reflexiones ilustran un cambio significativo hacia el desarrollo de programas impulsados por los usuarios, que ha demostrado ser un modelo acertado para garantizar que las iniciativas respondan realmente a las necesidades de los implicados.
Innovación y buenas prácticas
Galuh Suryandari, doctorando en Educación Médica en la Universitas Gadjah Mada (Indonesia), compartió un ejemplo inspirador de cómo se da prioridad a la innovación en Indonesia: "Nuestra universidad está plenamente comprometida con el apoyo al gobierno para garantizar la salud mental de sus estudiantes, empezando por los programas de promoción, prevención, curación y rehabilitación. También hemos elaborado una guía para hacer operativo el flujo de trabajo destinado a la prevención y superación de los problemas de salud mental, accesible a todos los estudiantes a través de nuestro sitio web".
Joy Louise Gumikiriza-Onoria, psicóloga clínica y doctoranda en la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Makerere (Uganda), arrojó luz sobre una perspectiva única en relación con el papel de los educadores en la salud mental: "Como personal docente, somos el primer punto de contacto con los estudiantes. Por consiguiente, tenemos que desempeñar un papel en el apoyo a la salud mental de estos. Si existe la posibilidad de que los miembros del personal docente reciban formación para identificar los primeros signos de problemas de salud mental —como absentismo, descensos notables en el rendimiento académico o cambios en el comportamiento—, podremos apoyar mejor a nuestros alumnos". Este ejemplo pone de relieve un área de oportunidad para que las universidades innoven: capacitar a los educadores como primeros actores en el sistema de apoyo a la salud mental.
“La prevención, la escucha activa y el apoyo de la salud mental de los dirigentes son esenciales”
Retos y perspectivas
Alba Pérez González, profesora de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC e investigadora de la Universidad de Barcelona, hizo hincapié en la necesidad de abordar las vulnerabilidades específicas a las que se enfrentan los estudiantes:
"Es urgente y necesario que empecemos a implementar servicios enfocados en los estudiantes y que los involucren desde el principio para cambiar la sensación de vulnerabilidad que aflora cuando identifican que algo no está bien, pero no saben qué hacer al respecto". El reto consiste en crear servicios que no solo sean accesibles, sino que también impliquen directamente a los estudiantes, fomentando así una cultura de resiliencia.
Gustavo Pacheco López, coordinador de Vinculación e Internacionalización de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) de México, presentó un modelo de bienestar universitario basado en cuatro dimensiones: emocional, espacial, sociocultural y ocupacional. Su perspectiva plantea que el bienestar de una universidad es una experiencia colectiva y continua que precisa del compromiso permanente de todos los sectores de la institución.
Oscar Mauricio Castaño Ramírez, psiquiatra del departamento de Salud Mental y Comportamiento Humano de la Universidad de Caldas (Colombia), habló de la importancia de los factores de protección para mitigar los problemas de salud mental. El reconocimiento de estos factores de protección sienta las bases para la creación de futuros programas que no se limiten a abordar los problemas de salud mental, sino que fomenten la resiliencia de los estudiantes.
"Para mí, las conversaciones sirvieron para mostrar que la concienciación sobre los problemas de salud mental en las universidades está aumentando, especialmente desde la pandemia de la COVID-19. Y es importante reconocer y apreciar lo que ya se está haciendo para apoyar a los estudiantes y al personal. Al mismo tiempo, se hizo un llamamiento a la acción para aumentar el liderazgo y una combinación de enfoques más preventivos e integrados, junto con enfoques más específicos", afirma Liv Raphael, responsable del clúster ODS 3 de la IAU en la UOC.
Los dos seminarios web contaron también con la participación del vicerrector de Alianzas, Comunidad y Cultura de la UOC, Manel Jiménez; la directora del eHealth Center, Marta Aymerich; la expresidenta y miembro de la junta directiva de la IAU, Pam Fredman, e Isabel Toman, responsable del programa HESD en la IAU y coordinadora del clúster HESD de la IAU. La primera sesión puede verse en este enlace, mientras que la segunda está disponible en este otro enlace.
El compromiso de la UOC con la salud mental
La UOC está comprometida con la promoción de la salud mental de su personal a través del Servicio de Apoyo Psicológico (SAP). Este servicio en línea para el personal de la UOC y los estudiantes de doctorado ofrece orientación sobre problemas personales, familiares, sociales, relacionales y sexuales, así como apoyo emocional en situaciones complejas o perturbadoras. Además, el SAP proporciona asesoramiento técnico al Servicio de Prevención y a los colectivos de la UOC que lo necesiten.
Esta iniciativa refleja la alineación de la UOC con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS 3) de Naciones Unidas, en particular con la promoción de la salud y el bienestar.
Quieres conocer más información sobre el SAP?
Contacte
Uneix-te a nosaltres i fem possible el canvi.