Si bien es cierto que estas medidas me han ayudado a reducir el tipo de contenido al que pueden acceder mis hijos, lo cierto es que no estoy satisfecha con el resultado. Sigo sin poder decidir qué contenido quiero que vean y cuál es el contenido al que no quiero que tengan acceso dentro de la misma aplicación. No solo me preocupa tratar de garantizar que no tengan acceso a contenido nocivo o a aquel contenido que considere inapropiado para su edad sino procurar también que inviertan su tiempo en ver "otras cosas". Pero ¡sigo sin poder programar en YouTube! Y de hecho entiendo que esta es también la gracia de la plataforma.
¿Qué tiene YouTube que gusta tanto a niños y a jóvenes?
El contenido que más les gusta no suele ser contenido producido por productoras especializadas, de hecho a los jóvenes lo que más les gusta suele ser seguir a
youtubers de videojuegos. Y a los más pequeños, en concreto en
YouTube Kids, les encanta ver
videos caseros de otros niños jugando. El tipo de contenido que más les interesa suele ser aquel que no encuentran en las plataformas
kids de los principales portales de
video bajo demanda (VOD) como Clan, Súper3, Netflix, Filmin, HBO...
Por otro lado, YouTube Kids cuenta con un sistema de navegación sencillo e intuitivo. Los más pequeños pueden ir viendo contenido diverso, dentro de un bucle infinito, con tan solo mover un dedo. Entiendo que es precisamente la autonomía, el gran volumen y la diversidad de contenido que les ofrece YouTube Kids, sin importar el idioma en que lo visualicen, ni cómo esté organizado, lo que más les gusta.
La arquitectura y usabilidad de los canales de los principales portales kids para tabletas están pensadas para los padres. Pensemos en su organización por edades, por título, por temporadas, por capítulos... Los más pequeños se frustran, buscan el scroll de videos para ir pasando con el dedo, seleccionando aquel contenido que les resulta visualmente más llamativo sin necesidad de cambiar de pantalla y se cansan rápido. Lo cierto es que las piezas que ven raramente suelen durar más de unos pocos minutos.
Olvidamos que los más pequeños son nativos digitales que nacen ya con la tableta en las manos y que les gusta experimentar con las pantallas. ¿Cuántas veces nos cogen el móvil o la tableta para ver dibujos o para ver fotos?
Lo bueno de entrar en
Filmin Kids, en
HBO Kids,
Netflix Kids o en
Clan es, sin duda, encontrar el contenido organizado o recomendado por edades, saber que el contenido que vamos a encontrar cuenta con una labor editorial cuidada, pero una vez escogida la franja de edad, la navegación por la
app podría estar también pensada para los más pequeños. ¡Y YouTube Kids ha sabido hacerlo! Cuenta con un sistema de navegación intuitivo. Sin embargo, no cuenta con sistemas de
filtro por edades y tampoco con la labor editorial de las plataformas mencionadas.
Ha quedado atrás aquella época en la que nosotros veíamos una y otra vez aquella película que tanto nos había gustado en el cine, en BETA o en VHS deseando encontrarla y realquilarla en el videoclub. O aquellos tiempos en los que esperábamos impacientes el nuevo capítulo de una de nuestras series de dibujos favoritas. Aquella televisión que programaba para los niños a una hora determinada ha desaparecido. Ahora si tenemos conexión a internet y un dispositivo móvil, los niños pueden tener a su disposición todo el contenido del mundo. Ahora nos toca a los padres acompañarles, ayudarles a seleccionar, somos quienes establecemos límites al contenido que tienen a su disposición. Somos quienes delimitamos el tiempo que están delante de las pantallas, en plural. Como madre me gustaría poder contar también con la complicidad de todos los proveedores de contenidos para los más pequeños.
Me gusta entrar en Filmin Kids, HBO Kids, Netflix Kids o en Clan y encontrar el contenido organizado o recomendado por edades, saber, como comentaba antes, que el contenido que vamos a encontrar cuenta con una labor editorial cuidada. Por el contrario, en YouTube Kids me gustaría poder crear mi propia parrilla de programación en la que seleccionar, en la que poder ejercer la labor editorial que no ofrece la plataforma.
¿Cuántas veces no habréis oído a vuestros hijos deciros que de mayores quieren ser youtubers? En mi caso, ¡desearía poder convertirme en programadora de contenido en YouTube!
Cita recomendada
CLARES GAVILÁN, Judith. ¡Quiero ser programadora de contenido en YouTube! COMeIN [en línea], abril 2018, núm. 76. ISSN: 1696-3296. DOI: https://doi.org/10.7238/c.n76.1829