En la Exporecerca Jove de este año se presentaron unos 110 trabajos, cada cual con su respectivo estand y explicaciones en directo de sus propios autores, en formato de feria. Todos ellos eran jóvenes, la mayoría de entre 12 y 18 años. Por mi parte, participé como voluntario en calidad de jurado. Esta fue una muy buena ocasión para dialogar en directo con los autores de unos cuantos de los trabajos, y una experiencia que recomendaría a cualquier docente, investigador y, en general, a cualquier persona interesada en la ciencia y la innovación. Las temáticas de buena parte de las obras tienen mucho que ver con la información y la comunicación. Así, en una elección muy personal y sin afán de exhaustividad, podemos destacar algunas a continuación.
Un conjunto de trabajos remarcables reflejaban la preocupación de los autores por la salud y la seguridad de las personas. Un ejemplo sencillo de esto, el llamado Fonobot, un simpático y pequeño robot que puedes llevar contigo y que se pone en movimiento cuando detecta niveles de ruido perjudiciales para la salud. Otras propuestas eran mucho más sofisticadas. Es el caso de un alcoholímetro integrado en el coche, que sólo deja conducir a una persona que esté dentro de los límites correctos de alcoholemia. También interesantes eran los dispositivos digitales aplicados a gestionar el suministro de medicamentos a personas que tienen que tomar muchas pastillas, como por ejemplo gente mayor o enfermos crónicos. Dispositivos de monitorización y asistencia de emergencia, entre otras propuestas, completaban una amplia oferta en este campo de la salud y la seguridad.
Otra área de interés en la feria estaba relacionada con la accesibilidad para personas con diversidades funcionales. Así, un estudio sobre la accesibilidad de un entorno para personas ciegas mediante realidad virtual, o de una app para ayudar a personas daltónicas a percibir más fácilmente los colores.
Otras producciones entraban a investigar temas que están en el corazón de cuestiones muy actuales en relación con la gestión de la información y con la comunicación. Así, una investigación sobre la manipulación del cerebro (en palabras de los propios autores) mediante la publicidad; un estudio sobre el tratamiento del independentismo en la prensa; una demostración de la capacidad de manipulación mediante las redes sociales con un experimento basado en una app; experimentos de introducción de la robótica en un entorno educativo infantil, etc. Los autores de trabajos como estos no se arrugan ante temas potencialmente polémicos.
Finalmente querría destacar alguna propuesta relacionada con el medio ambiente. En concreto, el original Panik Pork, un sistema para defender los cultivos de las incursiones de los jabalíes, basado exclusivamente en la emisión de señales olfativas, luminosas o acústicas cuando se detecta la presencia de estos animales, de forma que huyan de la zona protegida sin hacerles daño. Cómo veis los trabajos eran muy variados, tanto en lo concerniente a la temática, como por el hecho de tratarse de investigación, investigación aplicada o innovación. Todos ellos tenían en común la ilusión que transmitían sus autores y hacían patente el ingenio, la creatividad, el rigor metodológico, la perseverancia y el trabajo individual y de equipo que habían puesto en juego. Todos ellos son muy buenas señales de futuro para nuestra ciencia e innovación. Por eso, os recomiendo no perderos la próxima edición en 2018.
Para saber más:
MAGMA. Asociación para promover la investigación joven.
Cita recomendada
COBARSÍ-MORALES, Josep. Información y comunicación: una exploración del futuro-presente en Exporecerca. COMeIN [en línea], abril 2017, núm. 65. ISSN: 1696-3296. DOI: https://doi.org/10.7238/c.n65.1728