De todos es sabido que la tesis anunciada por Chris Anderson en el libro The Long Tail no ha sido solo un revulsivo para los grandes negocios intermediadores de la distribución de contenidos. Han aparecido nuevos agentes en la cadena de valor de la potente industria del vídeo: el VoD (video on demand), con Netflix a la cabeza, o los MCN (multichannel network), con YouTube como principal exponente, son algunos de los casos que, probablemente, están siendo más comentados y estudiados. Pero esta nueva manera de concebir la industria ha favorecido a los productores (aunque algunos no lo vean así) como nueva forma de extender y dar a conocer los productos audiovisuales.
En este artículo hablaré de mi caso personal como productor de documentales y de cómo entender bien esta nueva realidad que aúna nuevas ventanas de explotación y, por ende, nuevas formas de consumo. Concretamente, el denominado lean back -que reflexiona sobre el consumo de contenidos en dispositivos, asociado a momentos de relajación-, me ha permitido replantear la concepción del formato desde el principio. Para ello recurriré al documental Hacia una primavera rosa, el primero de una serie de documentales denominada La Primavera Rosa, que trata la situación del Colectivo Lésbico, Gay, Transexual y Bisexual en distintos países (esta serie está producida por Creta Producciones, Malvalanda y Pasajes Invisibles). El primero de ellos está centrado en Túnez, país donde se originan las revueltas árabes conocidas como la Primavera Árabe, y da así nombre a la serie.
Pero vayamos paso por paso y estructuremos el discurso:
1. Cómo el long tail afectó a nuestra manera de producir documentales.
Todos los que trabajamos en la producción de contenidos audiovisuales, y especialmente en el mundo de los documentales, nos hemos encontrado tradicionalmente con una importante frustración como creadores: la necesidad de limitar nuestras grabaciones a 50 minutos finales de formato estándar para televisión, a 80 minutos en el caso de cine, a 20 minutos en un cortometraje o a distintos capítulos en una serie documental.
El principal problema de producir un documental radica en la sala de edición: decidir qué historias se quedan fuera, qué personajes sacrificamos y qué datos dejamos de contar. Incluso tenemos que decidir una linealidad y un estilo uniforme para toda la pieza. A estos contenidos (a lo mejor por cada 50 minutos de un documental hay 500 minutos de grabación, si tomamos como media una proporción de 10:1) se suma la cantidad ingente de documentación que el propio documentalista ha generado, muchas veces información clave para poder entender la historia que se quiere transmitir.
A diferencia de la ficción, donde el material que se descarta en edición suelen ser repeticiones de una misma toma con el mismo contenido, en el documental lo que se descarta es contenido diferente: la realidad solo te permite una toma, pero es inmensamente rica.
Con Internet esta limitación se ha roto, han surgido nuevas formas de ordenar y narrar todo ese contenido que antiguamente veíamos que se limitaba a engrosar nuestro archivo catalogado. En nuestro caso personal, Hacia una Primavera Rosa es un documental que, por un lado, cumple los requisitos de ese documental identificado como más tradicional, diseñado con un formato de 20 minutos que plantea un enfoque más televisivo y cinematográfico (algo que nos obligó a reducir, al tiempo mencionado, las 20 horas iniciales de material bruto grabado) y, por otro, ofrece una ingente cantidad de material extra de documentación.
Para no desaprovechar todo ese contenido que se quedaba fuera, optamos por el desarrollo de lo que hemos denominado un documentarybook (realizado junto a Tablet Army), es decir: la mezcla entre un documental y un libro, lo que nos permite hacer una convergencia de distintos formatos, en este caso, el audiovisual y la literatura. Una de las cosas que hemos podido ir observando es que el consumo de contenido es cada vez más heterogéneo: la división entre audiovisual, literatura, música o videojuegos tiene una línea cada día más delgada.
2. ¿Por qué un documentarybook?
La tendencia en el documental es la realización, cada vez más, de los denominados webdocs, encabezados por grandes ejemplos realizados por el canal Arte o por el Laboratorio de RTVE, en caso nacional. Este tipo de producciones tiene la ventaja -entre muchas otras- de la ruptura lineal del relato propuesto por el director. Así, el espectador puede elegir el contenido que quiere ver o sobre qué quiere profundizar y el orden del mismo. Pero el principal problema que encontramos es la necesidad de la navegación a través de un browser y, por lo tanto, la necesidad de una conexión on line para poder disfrutar de ese contenido, que mayoritariamente está pensado para su consumo a través de laptop o sobremesa.
En Creta Producciones consideramos que la audiencia del documental es la más exigente (tanto por el formato como por el contenido que se suele proponer) y tenemos que ofrecerle contenidos enriquecidos a los que pueda tener acceso cuando quiera, como quiera y donde quiera, y eso, en ocasiones, no es compatible con una conexión a Internet. Además, como señalan los últimos estudios de Comscore, en EE. UU. los accesos a Internet a través de apps han superado a los realizados a través de navegadores. Ello, sumado a la popularidad de la tablet para acceder a Internet a partir de los horarios vespertinos asociados al descanso y al consumo lean back, hizo que nos decantáramos por un formato como el ebook, algo que permitía apoyarnos en todas las ventajas mencionadas, además de asociarlo a la idea de un libro tradicional que complementase el documental. En definitiva, una herramienta útil para investigadores, asociaciones, fundaciones o docentes que son, en el fondo, nuestro principal público para este formato.
3. El contenido del documentarybook.
Diferenciamos el formato de documentarybook en cuatro áreas:
• El propio documental. A pesar de trabajar en formato iBooks, optamos por insertar el propio documental, ya que consideramos que es nuestro contenido motor y el mayor atractivo para la audiencia potencial.
• Timeline con los principales sucesos. La Primavera Árabe fue un acontecimiento muy noticioso y especialmente relevante; a pesar de ello, es probable que el espectador de nuestro documental necesite contextualizar algunos hechos y personajes que propiciaron todos los acontecimientos. Ese es el contenido que se ofrece en este apartado, una breve línea temporal que permite contextualizar mejor el documental.
• El blog de Hicham. Uno de los principales activos que teníamos era toda la documentación que se recopiló para la realización del propio documental. El problema fue enfrentarse a narrar esa información sin resultar excesivamente académico o informativo y que ello pareciera tedioso o complejo a la posible audiencia. Con este fin se creó la figura ficticia de Hicham: un joven homosexual tunecino que, a través de diferentes entradas en un falso blog que recopila el libro, habla de sus preocupaciones y de su entorno diario. Este hilo argumental nos permite enlazar al lector-espectador con las realidades que cuenta a través de links a webs reales que documentan su contenido o geolocalización, entre algunas de las diferentes herramientas usadas.
• Indígnate. Este es un espacio que recopila distintos vídeos accesibles en YouTube y que demuestran el desprecio y la homofobia existente hacia los colectivos LGTB por parte de líderes sociales, religiosos y políticos.
4. Las estrategias de La Primavera Rosa.
El documental Hacia la primavera rosa, realizado con la participación de Amnistía Internacional, tiene distintas vías de explotación y de canales de comunicación, todos ellos compatibles y complementarios entre sí. El documental está presente en diferentes festivales de cine a nivel mundial y es de acceso gratuito a través de la propia web. Además, la descarga del documentarybook es también gratuita y entendemos que, a pesar de esa gratuidad en Internet, es compatible con otras ventanas de explotación. Asimismo, el documental queda en manos de una importante agencia de ventas que se encarga de su distribución internacional para las ventanas más tradicionales.
Como ya se ha indicado, este es el primero de una serie de documentales. Actualmente está en proceso de edición la segunda parte, La Primavera Rosa en el Kremlin, realizado con el apoyo de la Comunidad de Madrid y el ICAA, y todos ellos pertenecen a ese proyecto más global y transmedia denominado La primavera rosa, que cuenta con el apoyo, entre otros, del Programa de la Universidad Rey Juan Carlos de Derechos Humanos.
5. Los retos y los errores.
Lo más apasionante de este proyecto es la gran cantidad de posibilidades que nos ofrece a la hora de trabajar, y de las que constantemente vamos aprendiendo. Para todo el equipo, el feedback que recibimos por parte de la audiencia es un gran valor que nos permite ir mejorando y cambiando estrategias. Somos conscientes de muchos de los errores cometidos, ya sean técnicos, estratégicos, de contenidos, etc. Pero también comprendemos la necesidad de ir aprendiendo e ir innovando si queremos seguir realizando contenidos de una manera diferente y adaptada a los nuevos públicos.
Esto es solo un ejemplo de lo que nos preocupa y nos gusta analizar, estudiar y/o discutir en el Posgrado en Distribución Audiovisual, donde los que formamos parte del equipo de profesores y colaboradores nos dedicamos a innovar y a buscar nuevas formas de distribución de productos audiovisuales que rompan con las reglas establecidas. ¿Te unes a nosotros?
Para saber más:
Sobre el Posgrado en Distribución Audiovisual: VoD y nuevos modelos de negocio UOC-filmin, podéis contactar con Judith Clares (jclares@uoc.edu).
También podéis visitar el blog del posgrado.
Anderson, C. (2006). The Long Tail: why the future of business is selling less of more. Nueva York: Hyperion.
Cita recomendada
LINARES PALOMAR, Rafael. ¿Por qué cambiar y hacer un documentarybook? COMeIN [en línea], diciembre 2014, núm. 39. ISSN: 1696-3296. DOI: https://doi.org/10.7238/c.n39.1483
Consultor del Posgrado en Distribución Audiovisual: VoD y nuevos modelos de negocio UOC-filmin y productor en Creta Producciones.
@rafalinares