El futuro de la ciencia, si tiene, pasará por aquí. En primer lugar, contextualizaremos esta nueva realidad. Podemos afirmar que las tecnologías de la información y la comunicación han producido, entre otros, dos grandes cambios en la visión de la ciencia y los científicos. Son dos grandes movimientos y cambios en el entorno de la ciencia.
Por un lado, el hecho colaborativo, como fuerza motriz, pero también como nueva forma para alcanzar nuevos retos científicos. El trabajo colaborativo es un concepto que se menciona como paradigma de innovación, aunque a menudo no acaba de quedar del todo consolidado, o bien es entendido de maneras diferentes por diferentes autores y por diferentes disciplinas. Podemos definir el trabajo colaborativo como la sinergia que se lleva a cabo entre individuos o grupos de individuos que, mediante una dinámica de trabajo adecuada, logran determinados objetivos de mejor forma de la que posiblemente habrían logrado por separado, o bien que lo hacen optimizando además los propios recursos. Así, lo que antes sólo se podía construir en grandes instituciones científicas (como el CERN ), el Big Science, ahora se puede hacer de forma distribuida por laboratorios de todo el mundo, como el Proyecto del Genoma Humano, por ejemplo. Las perspectivas en una gran cantidad de disciplinas son ingentes.
Por otro lado, sin embargo, es el movimiento Open, entendido como un todo. Ciertamente, el Open Access es la más conocida, debatida y promovida de las diferentes visiones del movimiento. Es la que ha tenido el mayor impacto, debido a la red, sobre cómo se difunde el nuevo conocimiento científico. Una lucha aún pendiente de ganar. Ciencia con ideología. Pero el Open Science es algo más y puede incluir, e incluye, varios ámbitos, y afecta a todas las partes del método científico. Sí, en cada paso, es posible probar de hacerlo Open. Y decimos probar, porque ni en todas las disciplinas ni en todas las metodologías es tan sencillo. Incluye, pues, aspectos como el Open Source Software, el Open Notebook, el Open Peer Review, Open Data e incluso Open Citations.
El Open Access tuvo el gran reto inicial de demostrar que podía ser de calidad y en abierto, y lo consiguió. Incluso la mayoría de nuevas leyes de ciencia van incorporando, poco a poco, la obligatoriedad de que los resultados de investigación sean en abierto. Evidentemente, esto representa un cambio para los científicos, pero también para las revistas científicas y bases de datos bibliográficas.
En el mismo sentido, pues, la ciencia irá abriendo parcelas. Parte del software necesario para la búsqueda ya puede encontrarse en abierto (desde gestores bibliográficos a programas de tratamiento estadístico), y la siguiente trinchera es el Open Data, no sólo de las administraciones, sino también de la investigación. Sí, hay una parte evidente de ahorro de recursos, pero es también una actitud, una forma de trabajar. Como más abierta sea la ciencia, más colaborativa será, también, por eficiencia y porque será el paso siguiente.
Mientras tanto, en esta nueva adaptación habrá que empezar a pensar en las siguientes. El ritmo de implementación de nuevas tecnologías y nuevas capacidades de la red hace que las posibilidades sean amplísimas, y las posibles limitaciones quizá sólo serán debidas a nuestra imaginación. En cualquier caso, lo que tiene sentido es, quizás, valorar que el conocimiento como más abierto, y con menos barreras para su difusión, más aprovechable es para múltiples actores. Tengamos como reto, pues, tener una visión más abierta en todos los pasos de nuestra investigación científica. Posiblemente estamos en una de las mejores universidades para llevarlo a cabo.
Para saber más:
http://hdl.handle.net/10760/20965
López-Borrull, A.; Oppenheim, C. (2004). "Legal aspects of the web". Annual Review of Information Science and Technology, vol. 38, p. 483-548.
Cita recomendada
LÓPEZ-BORRULL, Alexandre. 'Open Science': la ciencia será abierta o... COMeIN [en línea], mayo 2014, núm. 33. ISSN: 1696-3296. DOI: https://doi.org/10.7238/c.n33.1430