Los partidos políticos, como otros tipos de entidades, todavía no han asimilado suficientemente ‒creo‒ la importancia en la Sociedad de la Información de saber buscar y ofrecer información para su día a día. Últimamente, en Cataluña varios acontecimientos han sacudido a la sociedad. Sobre todo, en temas de política muy ligados a la corrupción. Pero algunas lecciones podemos extraer como profesionales de la información y pensando desde el punto de vista de la información.
La primera es que la Ley de la Transparencia, tanto a nivel catalán como a nivel español, es más necesaria que nunca. En un momento en el cual los medios de comunicación están siendo los principales vehículos de oposición política, hace falta que los ciudadanos en general y cualquier persona en particular puedan acceder a mucha de la información que se genera en la Administración, que en cuanto que pagada por todo el mundo, es o tendría que ser pública.
Dada la importancia del momento, este año en la asignatura Políticas de Información, del grado de Información y Documentación de la UOC, los borradores y el proceso de las dos leyes de la Transparencia es uno de los dos ejes de la asignatura. Aprovechar la realidad como estudio de caso también permite ver la importancia y la visión global de la información en la actualidad.
Hace falta que tengamos en cuenta que no es tan sólo una cuestión de optimizar los recuperadores de información, sino, y también, un cambio en la cultura administrativa y en la forma en que se ofrece la información, pensando en la ciudadanía. No sería la primera vez, ni la última, en que la gente se pierde en los sitios web de la Administración ahogada por la sobredosis de información que a menudo contiene, con unos buscadores que no ofrecen excesivas facilidades.
Segunda lección: muchos ámbitos todavía no conocen o reconocen lo que es la inteligencia competitiva, aquella búsqueda de información del entorno para tomar decisiones. En algunas noticias, opiniones y titulares hemos podido ver como se confundía a veces con el espionaje. Las fronteras entre una cosa y la otra tienen que quedar claras. El axioma de “La información es poder” es más válido que nunca. El poder de saber algo del otro que te ofrece una ventaja. Pero hay que considerar dos cosas en este sentido: que la información sea recogida y compilada de forma legal y que la información que contenga no sea sensible. A menudo las dos cosas van excesivamente unidas. Para obtener la segunda, la información sensible, hace falta que sea legalmente compilada.
Hemos podido asistir estos días a algunas explicaciones curiosas. Curiosas porque algunas organizaciones admitían que contrataron un agencia de detectives para la busca de información pública. Y es aquí donde la reflexión me lleva a pensar que hace falta seguir aumentando la alfabetización informacional de nuestra sociedad para que pueda buscar por ella misma información básica y que los profesionales de la información tienen que poder reivindicar su valía para la búsqueda avanzada de información. Hemos visto demasiados dossiers e informes encargados a personas por la Administración que no son sino resultados de buscar en buscadores y en la red.
Y la tercera: si la Sociedad de la Información era aquella en la cual ‒descrita de forma sencilla‒ la información es el principal motor de intercambio económico, todavía nos falta mucho para que nuestra sociedad actual lo pueda asumir. Si alguna conclusión principal podemos sacar, es que la principal inteligencia puede ser considerar que los profesionales de la información podemos ser y seremos los principales referentes en los nuevos perfiles asociados a la transparencia en la Administración, no sólo a nivel de búsqueda, sino también a nivel de arquitectura y puesta a disposición de la ciudadanía. Podemos llegar a ser los filtros entre la Administración y la ciudadanía, y esto no es sólo un gran reto, sino también un gran compromiso, ético, transparente e informativamente adecuado. No nos pondremos a ello por menos.
Cita recomendada
LÓPEZ-BORRULL, Alexandre. Política y partidos en la Sociedad de la Información. COMeIN [en línea], marzo 2013, núm. 20. ISSN: 1696-3296. DOI: https://doi.org/10.7238/c.n20.1317