Número 104 (noviembre de 2020)

Las bibliotecas, siempre al rescate de la sociedad

Sandra Sanz Martos

Este no está siendo un año más para nadie. Para las bibliotecas tampoco. El pasado 24 de octubre celebraron su día internacional como la pandemia nos tiene acostumbrados: sin actividades presenciales, con aforo restringido, con libros en cuarentena, con geles hidroalcohólicos y mamparas en el mostrador de préstamo… Una celebración extraña, como todo lo demás. Sirva este sencillo artículo como pequeño homenaje a las bibliotecas y a las bibliotecarias y bibliotecarios que han seguido ahí, como siempre, al servicio de la ciudadanía, adaptándose y acompañándonos en estos tiempos tan difíciles.

No es la primera vez que les toca hacerlo. En nuestra historia más reciente, en la llamada crisis española de 2008 –esa de la que no estábamos seguros de haber salido, cuando llegó la pandemia– les tocó reinventarse para conseguir escapar de la amenaza de cierre transformándose en bibliotecas sociales, abriendo sus puertas a los más desfavorecidos, que a veces solo buscaban cosas tan básicas como calefacción y cobijo.

 

Y ahora, durante el confinamiento, han tenido que trasladar su actividad a la virtualidad (como tantas otras entidades). Ofrecieron actividades lúdicas y contenidos para entretener a los más jóvenes a través de las redes sociales. Y trasladaron el servicio de préstamo al formato en línea, con el servicio eBiblio. Gratuito y de contenidos digitales (libros, audiolibros, periódicos y revistas), ha sido el rotundo éxito cultural de la pandemia. eBiblio está impulsado por el Ministerio de Cultura y los Servicios de Bibliotecas de las comunidades autónomas. En Cataluña, por ejemplo, disponen de este servicio con más de 100.000 títulos en diferentes formatos y temáticas. El proyecto fue impulsado por el Ministerio de Educación, Cultura y Deportes en colaboración con el Departamento de Cultura de la Generalitat, la Diputación de Barcelona y el Ayuntamiento de Barcelona.

 

De esta manera, se quiso garantizar la descarga, el acceso y la consulta legal de contenidos digitales, que se ofrece a través de una plataforma sencilla y abierta a las personas usuarias de las bibliotecas públicas de Cataluña. Aunque el proyecto comenzó a funcionar en 2014, ha sido ahora en la época de pandemia, especialmente durante el confinamiento, cuando ha tenido un gran incremento de demanda. «Desde el mes de marzo hasta el 21 de junio, en eBiblio se han registrado más de 1.400.000 préstamos. Es decir, el 85% de todo lo que se prestó en 2019. Si hablamos de los nuevos usuarios inscritos en 2020, se ha producido un aumento del 107% con respecto a 2019. El Ministerio de Cultura decidió realizar durante el estado de alarma una inversión extraordinaria de 390.000 euros para adquirir 58.560 nuevas licencias, unos 507 títulos de ficción para adultos, infantil y juvenil», contaba Raquel Parrilla, subdirectora de Bibliotecas del Ministerio de Cultura, a elDiario.es.

 

Pero ni mucho menos la actividad de las bibliotecas se ha quedado reducida a la virtualidad, sino que en otros entornos como los hospitales, las residencias de ancianos o los ámbitos rurales ha adquirido un papel –pese a la distancia de seguridad– más cercano que nunca, llevando libros a las personas enfermas o reactivando las redes de bibliobús que ya parecían olvidadas… Las bibliotecarias de pueblo –las otras heroínas invisibles– han repartido libros a domicilio y han dado un poco de calor a muchos mayores que vivían solos durante el confinamiento.

 

Habitualmente, la cultura sufre el azote de las crisis y las bibliotecas también. Muchas veces cuestionadas, infravaloradas, inadvertidas… ¿Qué hubiera sido de nosotros durante el confinamiento de la primavera de 2020 si no hubiéramos recurrido a la música, la lectura y las películas para hacer más llevadero el encierro?

 

Las bibliotecas desarrollan múltiples y valiosísimas funciones, ofreciendo acceso a la cultura, al conocimiento y al entretenimiento en cualquier lugar y circunstancia. Por favor, que no se nos olvide. Siempre acuden al rescate de la sociedad por dura que sea la situación en que esta se encuentre.

 

Cita recomendada

SANZ, Sandra. Las bibliotecas, siempre al rescate de la sociedad. COMeIN [en línea], noviembre 2020, no. 104. ISSN: 1696-3296. https://doi.org/10.7238/c.n104.2078

 

biblioteconomía;  entretenimiento;  cultura digital; 
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