Institut de cultura
 

Buenos días a todos; gracias por vuestra presencia. La sesión de hoy de este ciclo de conferencias, Cultura XXI: ¿Nueva economía? ¿Nueva sociedad?, lleva por título "Los mercados culturales y el desarrollo de la nueva economía". No haré ninguna introducción al tema, sino que presentaré directamente las personas que han tenido la amabilidad de compartir con nosotros esta sesión.

En primer lugar va a intervenir el señor Pau Rausell, que es doctor en Economía y director del Área de Investigación en Economía Aplicada a la Cultura de la Universidad de Valencia. Es profesor titular en dicha universidad, y a lo largo de estos últimos años ha realizado diferentes estudios con este equipo de investigación en Economía Aplicada a la Cultura, algunos de ellos publicados, como su tesis doctoral, titulada Políticas y sectores culturales en la Comunidad Valenciana, publicada en el año 1999.

En segundo lugar va a intervenir el señor Santiago de Torres, vicepresidente del grupo Terra. Ha venido expresamente de Madrid, aunque cada semana se desplaza por razones de trabajo a nuestra ciudad. Hoy en día, Santiago de Torres ocupa una posición destacada en una de las principales empresas del país, que se dedica a la nueva economía, pero también posee un conocimiento muy profundo y directo del sector de la cultura, ya que durante tres años, de 1991 a 1993, fue subsecretario del Ministerio de Cultura en Madrid. En 1995 creó una empresa llamada Ifigenia Plus, que forma parte del grupo Terra, especializada en la provisión de contenidos digitales para empresas de los sectores culturales.

Con estos dos ponentes tendremos, por un lado, una visión más teórica, desde la perspectiva universitaria, sobre el impacto de la nueva economía en los sectores culturales, y, por el otro, una visión más aplicada, más concreta, de los problemas y de los retos que existen en la realidad de estos sectores de actividad. Sin más preámbulos, doy la palabra al señor Pau Rausell.


Resumen:


Desde el punto de vista del economista, pueden analizarse diversos ámbitos de relación entre la nueva economía y la cultura. Por una parte, Internet y la digitalización han representado una revolución en el transporte de la producción simbólica, entre la cual destaca la producción cultural. Uno de los efectos de dicha revolución es la pérdida de poder de los sistemas tradicionales de distribución de cultura, tanto en lo que concierne a la distribución propiamente dicha como a la influencia sobre las decisiones del consumidor de cultura, puesto que la intermediación ya no es tan necesaria. Además, gracias a su facilidad de almacenaje y capacidad indefinida, Internet permite una cohabitación entre elementos culturales contrapuestos, que se relacionan y se enriquecen. Internet también hace que el consumo de cultura varíe en función de la capacidad de digitalización de la producción cultural, con el consiguiente desplazamiento de la demanda hacia la producción digitalizada. Por otra parte, el papel central de los bienes culturales en la nueva economía genera un conflicto con el derecho de la propiedad intelectual que hace que sea preciso redefinir este concepto en el nuevo marco y que haga falta analizar el alcance y las consecuencias de la piratería. Finalmente, la revolución tecnológica ha abierto las puertas de la creación y constituye una fuente de recursos creativos a partir de los cuales es posible generar nuevos productos culturales y crear sin virtuosismo.


Resumen:

Internet es un fenómeno totalmente imprevisible. Esta impredecibilidad ha originado que empresas de nueva creación se hayan hecho millonarias y que actualmente sea imposible saber cómo será la Red del futuro y cómo la utilizaremos. A pesar de la percepción generalizada de Internet como instrumento para el tiempo libre y el ocio, en su vertiente cultural es una herramienta que promueve la creación y reduce sustancialmente los costes. Además, Internet pertenece básicamente a una generación joven, para la cual es una forma de acceder a unos conocimientos que tal vez no conocería en la realidad analógica. En nuestro país, hasta ahora, las instituciones culturales, en concreto los museos, bibliotecas y archivos, ya sea por falta de conocimientos o de medios, han sido bastante reticentes al fenómeno de Internet y han preferido quedarse al margen de la digitalización de sus instituciones. Esta actitud es un gran error, dado que el mundo virtual es sencillamente una continuación del analógico, y esta pasividad puede hacer que empresas privadas aprovechen esa falta de iniciativa y saquen beneficio propio de los espacios vacíos de cultura que hay en Internet.

Moderador (Xavier Cubeles): Muchas gracias. Acabadas estas intervenciones iniciales, propondría a los dos ponentes hacerse algún comentario, pregunta u observación entre sí. No sé si quieren añadir algo más. Abusaré de mi condición de moderador para decirles que he detectado posibles contradicciones.

Al principio de su intervención, Santiago de Torres decía que hay muchas incertidumbres y quizás estas observaciones sirvan para ilustrarlas. Por un lado, he oído que el problema actual de muchas empresas que hay en la Red es que necesitan obtener un rendimiento, unos ingresos, porque tienen que poder pagar los sueldos de toda la gente que trabaja para ellas. Al mismo tiempo, los últimos ejemplos que apuntaba Santiago de Torres ilustran que siempre puede haber alguien en la Red dispuesto a competir por los mismos servicios gratuitamente. ¿Cómo resolvemos este problema? ¿Cómo generan ingresos las empresas que hay en la Red?

En segundo lugar, también he observado otra contradicción. Internet puede permitirse suprimir intermediaciones entre los productores y los consumidores, pero en otro ejemplo Santiago de Torres decía que hay tantas páginas web con tantos nombres extraños que a los consumidores nos cuesta mucho encontrar cosas en la Red. Pensaba en las palabras de un economista, que afirmaba que en situaciones de superabundancia de información los problemas son de atención: las empresas de ahora tienen unos problemas, deben invertir mucho para captar la atención de la gente. Si no tiene que haber mediación, ¿cómo captamos la atención?

Santiago de Torres: Empiezo por el final. Internet es una superabundancia de información, información que se convierte casi en nula. Cuando hay tanta, una información anula la otra. Cuando empezó el fenómeno de Internet, aparecieron primero una especie de buscadores que te ayudaban a encontrar cosas. La búsqueda era tan inmensa, y se tardaba tanto en encontrar algo, que el paso siguiente ha sido la creación de portales, que son como Internets locales o pequeñas Internets. Entro en AOL, en MSN, en Yahoo! o en Terra y la empresa en cuestión me organiza la información, con la que puedo estar de acuerdo o no: "Aquí, el tiempo; aquí, la economía". Esta empresa decide qué pone en primer lugar, –es como un periódico, al final. El drama es que, debido al crecimiento de Internet, estos portales también son inmensos.

Hoy en día el debate que tiene lugar en Estados Unidos es conseguir que todo el mundo tenga más velocidad, que es el problema de Internet, porque si tienes poca velocidad, no tienes multimedia, ni tienes vídeos, ni tienes audio, ni tienes nada. Si todo el mundo tuviera más velocidad, con el cable o lo que fuera, entonces podría navegarse mucho más rápido, y no sería preciso tener una página inicial con 180 ítems para leer. Es como una primera página de un periódico que fuera interminable. Las últimas páginas web que se hacen en Estados Unidos tienen cuatro botones. Dado que tienen mucha velocidad, compensan la velocidad con la búsqueda. En los botones dice: "Mis servicios", "Banco" y "Mi familia" –para ver en vídeo el colegio donde va el niño. Puesto que tienes velocidad, abres rápidamente el árbol de navegación. En España, como la velocidad es lenta, las páginas web son interminables, agotadoras de leer, porque no sabes exactamente dónde encontrarás lo que andas buscando. Internet, año tras año, evoluciona con el progreso de la tecnología.

El otro tema es que Internet es una marca. ¿Cómo se hace gratuitamente una cosa que alguien realiza cobrando? Estamos en Barcelona y Barcelona es una marca muy bien situada en el mundo y muy mal utilizada en la ciudad. Tras los Juegos Olímpicos de 1992, la reconoce muchísima gente en el mundo. La ubican geográficamente, saben más o menos qué significa Barcelona, saben que hay un arquitecto que se llama Gaudí y que se hicieron en ella unos Juegos Olímpicos. En cambio, no hemos sido capaces –en general todos, porque es un tema de todo el mundo– de hacer de la marca Barcelona una marca que se venda suelta, un lugar de contenidos, de cultura, de diseño, de e-learning, de calidad en Internet. Para que os hagáis una idea, para situar la marca Terra en el mundo –no Lycos en este caso– se hizo un gasto aproximado de 250.000 millones de pesetas. Por Barcelona no es preciso pagar ni un duro: ya es una marca. Sobre esta marca podían haberse hecho los museos virtuales, la biblioteca virtual, el diseño virtual, pero se ha permanecido a la defensiva, fijándose en quién gestionaba los contenidos, vigilando la apropiación de dominios y poniéndose en contra de ello, vigilando que no se hiciera el sitio web del Museo Picasso, desconfiando de quien elaboraba la página web de Gaudí, etc. De haberlo hecho al revés, a partir de 1992 habría podido montarse una empresa mixta en Barcelona, y todo lo que fuera marca Barcelona podría haberse puesto en "Barcelona Digital" para vender imágenes, contenido, diseño, gestión de un puerto, etc., bajo una marca que todo el mundo reconoce en el planeta. Pero ha sido imposible hacerlo. Ahora tecleas "Barcelona" y encuentras muchísimas cosas: el sitio web del Ayuntamiento (www.bcn.es), mucho del municipio, con las líneas de autobuses y demás. Ya me parece bien, pero es información para los de Barcelona, no se trata de información sobre Barcelona para la gente del mundo. En él podían haberse puesto escuelas de diseño, imágenes de museos, la feria del teatro virtual, con la venta de entradas de todas las obras de teatro que se hacen en el mundo, en vez de la feria de Tàrrega, que también se hará, pero virtual. Todo ello podía haberse hecho si las instituciones hubieran visto el futuro, pero como era difícil preverlo, estuvieron a la defensiva, y cuando ha llegado el momento, no se ha sacado provecho de esta marca.

[Fecha de publicación: julio de 2002]

Ayuntamiento de Barcelona:
http://www.bcn.es/castella/ehome.htm
Amazon:
http://www.amazon.com
Biblioteca Virtual Cervantes:
http://www.cervantesvirtual.com/index.shtml
Corbis:
http://www.corbis.com
Museo Louvre de París:
http://www.louvre.fr
Museo Metropolitan de Nueva York:
http://www.metmuseum.org