Reseña
WENGER, Etienne (2001). Comunidades de práctica: aprendizaje, significado e identidad. Paidós. ISBN: 84-493-1111-X






A Etienne Wenger se le puede atribuir el hecho de acuñar el concepto de comunidad de práctica, que utilizó en el libro publicado junto con Jane Lave Situated learning. Legitimate peripheral participation (Cambridge University Press, 1991). Siete años más tarde, Etienne, ya en solitario, presentó el libro a cuya versión en castellano de Genís Sánchez Barberán, publicada por Paidós en 2001, pertenece esta reseña. A través de esta obra, Wenger concibe el aprendizaje como un proceso de participación social. Frente al implacable celo con el que actúan la mayoría de las instituciones contra las comunidades de práctica (CP), el autor defiende que el aprendizaje basado en la participación puede ser muy beneficioso para las organizaciones.

Para ilustrarlo, el autor presenta en el prólogo del libro, que denomina Contextos, dos viñetas a modo de estudio de caso. De manera muy amena y casi al estilo novelesco de mediados de los cincuenta, Etienne nos presenta a una encantadora tramitadora de solicitudes de una compañía de seguros médicos. Nuestra protagonista, Ariel, irá apareciendo a lo largo del libro para ayudarnos a entender lo que Wenger nos propone.

Entrando ya en materia, en la primera parte del libro se empieza a definir el concepto de práctica y el de comunidad, para más adelante aclarar qué es una comunidad de práctica, apareciendo, ahora sí, los tramitadores de solicitudes como un claro ejemplo de ésta. En este capítulo el autor nos presentará cuáles son a su entender las tres dimensiones de una CP: el compromiso mutuo, una empresa conjunta y un repertorio compartido (creación de recursos para compartir significado).

En la segunda parte Etienne se adentra en el marco de la dualidad de lo individual y lo colectivo introduciendo el concepto de identidad como pivote entre lo social y lo individual evitando una dicotomía simplista. De este modo, sostiene la idea de que "la experiencia de conocer no es menos única, menos creativa y menos extraordinaria por ser una experiencia de participación". Quizás ésta sea la parte más árida de lectura, pero no por ello de menos interés, ya que es donde los conceptos de participación y cosificación que constituyen el significado de la CP toman auténtica forma. Aquellos lectores que tengan la sensación de no haber captado del todo la pretensión del autor en la primera parte saldrán de dudas a mediados de esta etapa de la lectura.

Finalmente, en la tercera parte, que el autor presenta a modo de epílogo, se nos plantea cómo diseñar una CP, si es que ello es posible, porque el propio Etienne parte de la idea de que "el aprendizaje no se puede diseñar: sólo se puede facilitar o frustrar". Este apartado cumplirá dos objetivos: ofrecer un resumen de los temas principales y, al mismo tiempo, ilustrar el uso que se puede hacer del marco conceptual que se perfila. La importancia de la participación, la cosificación y la identidad, como los tres elementos que convergen al igual que los lados de una pirámide en las dimensiones de una CP, deberán unirse al papel que deben desempeñar las organizaciones y las instituciones en la tarea de diseñarla. Vale la pena llegar a esta parte del libro, donde la prosa recobra el ritmo ágil y accesible del principio, para acabar de asimilar todos los conceptos expuestos y analizados en él. El compromiso de la organización, su educación y la de sus integrantes aparecen, también, como elementos básicos para conseguir una arquitectura de aprendizaje que facilite el nacimiento de las comunidades de práctica.

Por último sólo querría apuntar que, si bien en ninguna de las líneas de este libro encontramos el concepto de gestión del conocimiento como marco disciplinario donde aplicar este tipo de actuaciones, qué duda cabe de que las CP son una estupenda forma, de las muchas que existen, de crear valor en las organizaciones por medio del conocimiento que en ellas se genera. Dicho de otro modo, uno de los caminos a través de los cuales circula el conocimiento es el camino de la práctica compartida. Por todo ello, este libro está altamente recomendado para aquellos que quieran adentrarse en ese gran cajón de sastre que comienza a ser ya la gestión del conocimiento.


Para citar este documento, puedes utilizar la siguiente referencia:

SANZ, Sandra (2003). Reseña del libro Comunidades de práctica: aprendizaje, significado e identidad de Etienne Wenger [reseña en línea]. UOC. [Fecha de consulta: dd/mm/aa].
<http://www.uoc.edu/web/esp/art/uoc/ssanz1003/ssanz1003.html> 

[Fecha de publicación: noviembre de 2003]