La autora propone una nueva etnografía de Internet basada en el estudio de hechos mediáticos concretos, donde la Red tiene un papel, por un lado, de instancia de conformación cultural y, por otro, de artefacto cultural construido sobre la comprensión y las expectativas de los internautas. Así mismo, analiza las nociones, exageraciones, mitos, significados e implicaciones de la “vida en la Red” y demuestra que ésta no trasciende las nociones tradicionales de espacio y tiempo, sino que, mediante la barrera del off-line/on-line, genera múltiples órdenes en ambos campos. Finalmente, refuta el argumento posmodernista de que Internet es un lugar donde, inherentemente, no tienen cabida ni la identidad ni la autenticidad.